Como publicamos en la previa, de todo el cartel que se presentaba en Denver podíamos destacar tres peleas y sobre todo el combate por el cinturón semipesado. Con una correcta entrada de 16.300 espectadores y una recaudación de $2 millones, Denver asistió a la confirmación de Jones como una figura de las MMA que dominará el deporte en los años venideros.
Jones entró al octógono con la misión de acallar a los críticos que decían que no era un campeón válido al haber vencido a un Rua fuera de forma. Y vaya si lo hizo. Comenzó el combate con una rodilla en el suelo, moviéndose como un mono, y al presidente de UFC Dana White le volvieron los recuerdos de Silva en Abu Dhabi. Pero no, la situación simiesca solo duró unos segundos ya que Jones intentó un takedown. Quitando esa pequeña anécdota, el combate fue realmente cómodo para el campeón. La única ventaja de Rampage estaba en sus puños y en los 4 rounds que duró el combate no consiguió conectar ni un solo golpe sólido. Al final del tercer round un codazo de Jones le abrió la ceja y Rampage empezaba dar muestras de cansancio e impotencia. En el cuarto round Jones consiguió llevar la pelea al suelo y en un rápido movimiento, logró un rear-naked-choke. Era la primera vez que sometían a Jackson en UFC, otro punto mas para agrandar la historia del campeón de 23 años Jon Jones.
Trás el anuncio del ganador, vino el típico staredown entre el actual campeón y el proximo contendiente, en este caso Rashad Evans. La historia de estos dos hombres tiene su miga, ya que fueron compañeros de gimnasio a las órdenes de Greg Jackson, pero después empezaron los cruces de declaraciones y la relación se hizo abiertamente hostil terminando con la salida de Evans del campamento de Greg Jackson. Evans es mas completo que Jackson, pero tiene un gran defecto: no encaja bien los golpes. Jones es un gran striker y esa puede ser la gran baza del campeón. No hay fecha defeinida para el combate pero al menos tendremos que esperar 4 o 5 meses, mínimo.
A destacar del resto del cartel, la fantástica actuación de Nate Diaz ante un Takanori Gomi irreconocible y la derrota de Hughes que le deja a las puertas del retiro. El cambio de peso para Diaz no podría haber sido mas acertado. Dominó el combate con su estilo poco ortodoxo, su gran boxeo y un BJJ marca de la casa Gracie. Merece la pena ver su finalización cambiando de triangle-choke a un armbar para terminar el combate. Por otro lado el miembro del Hall of Fame, Matt Hughes, se enfrenta a una situación dolorosa para cualquier luchador: el retiro. Aunque en declaraciones tras el combate aseguró que no tenía intención de retirarse, Dana White comentó que las posibilidades de volver a ver a Hughes en el octógono son practicamente nulas. Koscheck fue demasiado para el excampeón welter, aunque al principio le mantuvo a raya a base de derechazos, el miembro de AKA conectó un gancho que dejó visiblemente tocado a Hughes. Unos golpes mas y el natural de Illinois estaba fuera de combate.
Un buen evento, y seguimos esta semana con otro campeonato, el bantam entre Dominick Cruz y Demetrious Jonhson.