Si tras el evento del sábado los índices de audiencia no crecen en FOX significa que los americanos no están preparados para apreciar todo lo que este deporte ofrece. Los primeros datos hablan de casi 3,5 millones de espectadores, un aumento considerable, y que debería marcar el baremo para futuros carteles. Aunque las tres peleas mas interesantes de la noche terminaron en decisión, en ningún caso fueron aburridas y estuvieron al nivel que se esperaba.
El combate por el campeonato de peso ligero dejó bien claro que Henderson es el mejor de la división y que sus próximos oponentes deberán entrenar muy duro para intentar sentarse en su trono. Diaz no dominó en ningún momento y se vio muy castigado por las patadas que recibía en las piernas y que le limitaban el movimiento y sus opciones de boxear. El gran wrestling de Benson salió a relucir con sus takedowns y su ground-and-pound, que Diaz defendía como podía. Hubo una batalla espectacular en la lona, con intentos de sumisión, intercambio de posiciones y las típicas provocaciones de Nate, que dejaron en evidencia a los “expertos” que dicen que el combate en suelo es aburrido. Un par de puñetazos dejaron tocado a Diaz, que no cogía el ritmo y veía como se le escapaban las opciones por el título. Cuando terminó el 5º round, ambos luchadores se abrazaron y Nate levantó el brazo de Henderson, anunciando la decisión posterior de los jueces. Es evidente que a Diaz le falta algo de fuerza física y sus derrotas ante wrestlers dan buena muestra de ello, veremos si en el futuro cambia su rutina de entrenamientos. En cuanto al campeón, Henderson ha dejado bien claro que va a vender cara la derrota y parece que próximo rival puede salir del duelo entre Pettis y Cerrone. Será otra maravilla.
Como dijimos en la previa, Gustafsson lo tenía todo a favor para llevarse el combate ante Rua, pero el brasileño volvió a demostrar porque es una leyenda de MMA. Shogun no dio un momento de respiro al sueco, pero aun así el tamaño y alcance de Alexander marcaron la diferencia. Rua volvió a absorber una cantidad insana de golpes y su cara era un poema cuando sonó la campana del 3er round. Con unas combinaciones de jab, gancho y rodilla, Gustafsson iba eliminando las opciones de Rua de dar la campanada y optar al cinturón de campeón ante Jon Jones en unos meses. Tras llevarse la victoria por decisión el sueco suena como posible sustituto de Dan Henderson ante Lyoto Machida. Si también gana al ex-campeón parece muy claro que Gustafsson se habrá ganado su puesto como aspirante con total derecho.
Y así llegamos al duelo que mas pasiones había levantado y el que, al final, menos igualado estuvo. Rory MacDonald jugó con BJ Penn durante los 3 asaltos, parecía que el canadiense estaba con un sparring y no peleando ante uno de los mas grandes de UFC. Es cierto que Penn estaba mejor físicamente que en sus últimas apariciones, pero no fue rival ante un joven que está destinado a ser una megaestrella. Tampoco podemos comentar demasiado del combate, ya que fue un despliegue de técnica y variedad de golpes tan exquisito que pocos hombres hubiesen podido ganar a Rory el sábado en Seattle. Lo que sí es digno de mención es la evolución de MacDonald, sobre todo fuera del octógono. Se ha convertido en una especie de American Psycho. Hablando pausadamente, sin levantar la voz, trajeado y con una mirada fría que pone los pelos de punta. Con solo 23 años, representa esa nueva generación de luchadores que han entrenado MMA desde pequeños y que dominan todos los estilos de lucha. Lo primero que hizo tras su victoria, fue coger el micro de Joe Rogan, mirar a la cámara y pedir a Carlos Condit como próximo rival para vengar su única derrota. Si Dana White sabe lo que le conviene, no dudará en darle la oportunidad de revancha y además ver un gran duelo.
Fue una gran noche de MMA, y lo que tenemos por delante hasta final de año promete ser igual de bueno. Este sábado tendremos, por primera vez en la historia, dos eventos el mismo día. En Australia Sotiropulos y Pearson se enfrentaran en peso ligero. Mientras en Las Vegas, Roy Nelson y Matt Mitrione Irán a la guerra en lo que promete ser un gran enfrentamiento de pesos pesados.