En un contexto de crisis economica mundial como el que estamos padeciendo, uno de los gastos que en principio dejaríamos de lado (si las cosas fuesen mal) serían los hobbies, que yo recuerde hasta ahora ir a ver a tu equipo favorito era un hobby, ¿no? Pues no. Dentro de este mismo contexto también sería lógico que las franquícias bajaran el precio de las entradas o al menos no subirlas demasiado, ¿no? Pues no. Y si a todo esto le sumas que vienes de un lockout y has privado a la gente de disfrutar de media temporada por culpa de una estúpida batalla entre millonarios y multimillonarios, lo razonable sería intentar suavizar precios en tus productos para «parecer» un poco arrepentido, ¿no? Pues no.
Todo esto lo digo porque según un informe que ha salido recientemente sobre el precio de las entradas en las cuatro grandes ligas americanas (NFL, NHL, NBA y MLB), ni la gente ha dejado de ir a ver a sus equipos favoritos (todo lo contrario), ni las franquícias han bajado los precios de las entradas, ni el lockout ha «sensibilizado» a los propietarios. Dicho informe señalaba a la NHL como la liga que más ha aumentado el precio de los boletos estándar respecto a la temporada pasada, concretamente una subida del 5,7% hasta llegar a los $61 de media.
Temporada pasada | Temporada actual | Incremento | |
$57’39 | $61’01 | 5’7% | |
$77’36 | $78’38 | 2’5% | |
$26’98 | No disponible | No disponible | |
$48’48 | $50’99 | 3’5% |
Ya el año pasado la NHL lideró este ranking con una subida del 4,8% superando las otras tres ligas que solo incrementaron sus precios entre 1-1,5%. Habitualmente las franquícias canadienses siempre están en la parte alta de esta clasificación un tanto desoladora para los aficionados y donde encontramos como no podía ser de otra forma a Toronto Maple Leafs en primera posición, el conjunto más rico de la NHL también tiene las entradas más caras de la liga, $124,69 (americanos) tenemos que pagar para ver a los Leafs; al menos este año vale la pena porque en las últimas campañas la relación calidad-precio era insostenible. Los própietarios de los Winnipeg Jets se aprovechan del «hambre» de hockey NHL que hay en la ciudad y con solo una temporada a sus espaldas ya se han convertido en la segunda franquicia más cara de ver, $97,84 tienen que pagar sus fans para disfrutar en directo de Evander Kane y compañía. Vancouver Canucks con $87,38 y Montreal Canadiens con 78,56 son los siguientes en la lista, sorprende un poco la diferencia de precios que existe entre los Habs y Leafs.
Sí bajamos al sur nos encontramos a Washington Capitals ($79,25), New York Rangers ($72,04) y Philadelphia Flyers ($71,59) liderando el ranking en las tierras del tío Sam, curiosamente ninguno de los tres equipos ha comenzado la temporada especialmente bien; incluso en el caso de los Caps y Flyers su inicio de campaña está siendo horrendo a más no poder. Los Rangers tienen que pagar el contrato de su flamante nueva incorporación, Rick Nash que junto a Brad Richards, Marian Gaborik y Henrik Lundqvist se llevarán sólo este año $28 millones entre los cuatro; esto tampoco es una crítica explícita a los de Nueva York ya que casi todos los conjuntos de la liga tienen un payroll alto o medio-alto.
Liderando el incremento de los precios respecto a la temporada pasada están los Buffalos Sabres que con una subida del 27,6% no tienen rival, de todos modos una entrada para ver a Ryan Miller y a Tomas Vanek cuesta $46,15, la séptima más barata de toda la NHL. En la parte baja de la clasificación nos encontramos a Dallas Stars que por tan sólo $36 podemos disfrutar de Jaromir Jagr, Jamie Benn y compañia, el caso de los tejanos es curioso porque han sido uno de los conjuntos que más dínero han invertido en nuevas incorporaciones (Jagr, Roy, Whitney) este pasado verano y aún así han decidido mantener los precios bajos; su nuevo própietario (Tom Gaglardi) ha preferido recuperar la confianza de los fans aunque eso signifique tener pérdidas económicas seguras. El resto de conjuntos han subido alrededor de un 1%, tan sólo tres han bajado respecto al año pasado.
¿Y cómo han reaccionado los aficionados a todo este incremento? Pues llenando los pabellones como nunca antes había sucedido, en tan sólo un mes de competición la media de espectadores ha subido casi un 2% respecto al mismo periodo de la campaña pasada situándose en los 17.562, brutal. 26 conjuntos juegan al 90% o más de capacidad y unicamente 3 tienen una media de espectadores inferior a 15.000. Para tener un baremo nos fijamos en los números de la NBA, donde la mayoría de pabellones son los mismos en ambas ligas aunque la capacidad aumente ligeramente en en caso del baloncesto debido al mayor tamaño de la pista de hielo; pues bien en la NBA son 18 las franquícias que superan el 90% de capacidad y 6 las que se quedan por debajo de los 15.000 espectadores de media. Antes que se me olvide, los dos últimos conjuntos en espectadores de media en la NHL son Phoenix Coyotes y New York Islanders; los de Arizona hace ya tres años que no tienen propietario y cada día tienen más números para mudarse de Phoenix, por su parte los Isles juegan en el pabellón más viejo y vetusto de todas las grandes ligas y han anunciado su traslado a Brooklyn en un par de años; vamos que no son los últimos por casualidad.
Antes de que los aficionados a la NBA (también soy fan) se me echen encima, recalcar que esta comparativa no la he compartido con vosotros para demostrar si el hockey está mejor o peor que el baloncesto, sino para intentar que veais mejor a donde quiero llegar.
¿A que me refiero con esto? Pues que a los aficionados a la NHL ni les importa que les suban los precios de las entradas, ni el de los abonos, tampoco que les hayan ninguneado con el tema del lockout mientras puedan (yo incluido) disfrutar de su deporte favorito. La pasión por el hockey es mucho más importante que unos cuantos dólares de más, los mandamases de las franquícias lo saben y lo utilizan en su favor pero cuidado, si tiran demasiado fuerte de la cuerda se puede romper y la NHL sín sus fans no és nada.