México, las primeras imágenes deportivas que nos vienen a la mente del país son del fútbol; para los americanos también asoma el béisbol. Poca gente dentro de la nación conoce el deporte, pero aún así, registra 2.200 jugadores, 1.800 de ellos a nivel junior, además de 18 pistas de patinaje. Se trata de una comunidad pequeña, refugiada en la pasión por su deporte de hielo, pero que tiene una importante representación. La selección mexicana forma parte de la IIHF desde 1985, es decir, una historia cercana al cuarto de siglo, y la primera participación internacional fue en el año 2000 en la división III de los Campeonatos Mundiales. Actualmente está en la división II, en el ránking 38 de la Federación Internacional, nueve puestos más arriba de lo que estaba hace cinco años.
Siendo realistas, hablamos de un deporte con pocas pretensiones de ser uno de los grandes del país, sin embargo algunos hechos dan a ver una notable progresión. Algunos clubs junior situados en las pistas de Lomas Verdes y San Jerónimo, ambas en México DF, tienen acceso a buenos entrenadores, por lo que la producción de buenos jugadores se ha notado hasta tal punto de que algunos han jugado en la división B junior de Canadá. Además, el reciente Torneo de Azteca y la división II de la Liga Nacional han registrado un notable incremento de los equipos participantes, llegando hasta once.
Los inconvenientes son numerosos, empezando porque la mayoría de los equipos se concentran en torno a la capital. Sin embargo, el mayor de ellos puede ser el costo de la práctica del deporte. Algunas canchas reducen las tarifas en torno a $70 para acoplarse a las familias no tan favorecidas, sin embargo esos son los casos con más suerte, por lo que el hockey hielo queda relegado a los hogares con más ingresos. La climatología y la falta de visibilidad del deporte ayudan a que la inversión, tanto pública como privada, sea prácticamente nula.
Pero la progresión que comentábamos se ha notado este año por algunas maniobras de la Federación Mexicana de Hockey. En DF se celebró este año el Campeonato del Mundo en división II Grupo A y en Monterrey el sub-18 división III grupo B. No son torneos de envergadura colosal, aunque sí el primero de ellos tiene importancia, pero ayudan junto a los otros dos campeonatos de la IIHF que se han acogido en el país desde 2005 a ayudar a evolucionar a este deporte. Aunque la participación de la selección nacional mexicana fue discreta en el primer torneo (5ª de 6 equipos donde ganó España), el aforo de público llegó hasta los 3.000 espectadores en la pista de Lomas Verdes, cosa que puede decir cualquier partido de béisbol de liga menor.