Por Axel Andrés
Si, lo sé, son sólo pocos partidos, pero si algún equipo está decepcionando en este inicio de campaña son los New Jersey Devils. El equipo que se ha llevado a la joya de la corona en esta agencia libre, el left wing Ilya Kovalchuk, que aparentemente lo tenía todo de cara para revalidar su campeonato de la división Atlántico, se planta en la primera semana de competición con tres derrotas y ninguna victoria en su casillero. ¿Y cómo explicamos esto? ¿Es que todos se han vuelto malos de golpe? ¿Es que les han cambiado los patines por raquetas de esas de andar por la nieve? No, ninguno de estos, de hecho la explicación a su mal comienzo de temporada es bastante simple y, aunque parezca algo paradójico, la respuesta la encontramos en una de las «buenas» noticias.
Y es que, queramos o no, la renovación de Ilya Kovalchuk ha comprometido mucho tanto el presente como el futuro de los Devils. Teniendo en cuenta que ya hablamos ligeramente del futuro en la previa del equipo, vamos a centrarnos en el presente. El primer aspecto a analizar, y como es lógico después de el contrato multimillonario que acaba de firmar, es el rendimiento del propio Kovalchuk. De momento, en estos tres primeros partidos ha cosechado cero goles, dos assistencias y una pelea, un bagaje que definitivamente no es el que esperaban cuando los Devils le renovaron en verano. Los hay que escudan su bajo rendimiento en su reciente cambio de posición, pasando de ala izquierda a ala derecha por exigencias del equipo, pero debemos esperar más de un tío con tanto talento como Kovalchuk y que además comparte línea con Zach Parise y Travis Zajac, que tampoco son mancos precisamente. De todas formas, sería injusto culpar a Kovalchuk de todos los males de New Jersey, de hecho el resto de movimientos importantes de la offseason también están resultando un poco desastrosos. El fichaje de Anton Volchenkov para sustituir a Paul Martin parecía a priori algo altamente positivo para los Devils pero la realidad se ha encargado de poner eso en duda, y es que mientras Martin disfruta de un gol y tres asistencias en sus primeros partidos con los Penguins, Volchenkov de lo único que puede disfrutar es de una nariz rota. Y por otro lado el coach MacLean, que reemplazó al mítico Jacques Lemaire esta temporada, pues hace lo que buenamente puede.
Y relacionado con el pobre entrenador, volvemos al tema de Kovalchuk. ¿Por qué decimos que hace lo que puede? Pues porque los Devils están jugando con 15 jugadores lo que llevamos de temporada (recordemos que, quitando a los porteros, se pueden inscribir 18 jugadores para cada partido de la NHL). Y de eso también Kovalchuk tiene buena parte de culpa. Gracias a su megacontrato, los Devils están tan con el agua al cuello que se han quedado literalmente sin espacio salarial, hasta el punto que tienen que jugar con jugadores de menos porque no se pueden permitir tener a nadie más en el roster del primer equipo. Objetivamente hablando esto no sería culpa de Kovalchuk sino del GM Lou Lamoriello y la gerencia de los Devils, por querer fichar a un jugador con un dinero que no deberían tener. De hecho, justo después de la renovación ya salieron voces de que el equipo debería descargarse un poco de sueldo para poder hacer frente a la temporada, siendo Jamie Langenbrunner y Dainius Zubrus los jugadores señalados por todos como los principales candidatos para abandonar el equipo vía trade. Al final, después de jugar al Tetris con sueldos, jugadores, listas de lesionados y equipos filiales, Lamoriello consiguió mantenerse por debajo del salary cap, consiguiendo así que nadie se marchara del equipo, pero los Devils ahora están pagando las consecuencias. El equipo está jugando cansado ya en la primera semana de competición, notando muchísimo la falta de estos tres jugadores extra cuya función puede que sea solamente la de dar descanso al resto, pero función de la que New Jersey no dispone ahora mismo.
En resumen, parece que los Devils están hechos un desastre, pero que nadie se preocupe porque volverán. Son demasiado buenos y demasiado orgullosos para que esta racha negativa se mantenga mucho tiempo. De momento en el partido de esta pasada noche parece que han recuperado algo el rumbo, victoria 1-0 en la prórroga contra los Sabres con gol de Kovalchuk, pero siguen jugando con jugadores de menos y no pueden esperar que Brodeur les mantenga siempre la portería a cero. Por lo tanto, más le vale a la gerencia mover un poco los hilos porque las triquiñuelas de pretemporada ya no sirven, hay que fichar gente y cuanto antes mejor. Porque todo el tiempo que esperen se va a traducir en partidos de desventaja contra equipos como los Penguins o los Flyers, que no creo que estén por la labor de dejarse remontar fácilmente. Y porque todos sabemos que en esta liga entrar en playoffs está muy caro y que todas las victorias cuentan. Esperemos que los Devils no tengan que acordarse de todo esto en abril.