Buffalo Bills, Detroit Lions o Detroit Lions, Buffalo Bills. ¿Por qué estos equipos están 2-0 y comenzando a asombrar a propios y a extraños? Dos franquicias histórica y eminentemente perdedoras que quieren cambiar su destino, y el comienzo de temporada parece que orienta a ello. Muchos son los motivos.
Buffalo, una ciudad del oeste del estado de Nueva York, más cerca de Toronto que de Nueva York. Equipo con historia en la NFL desde los tiempos de OJ Simpson en los ’70, aunque ya existían desde la época AFL y NFL en los ’60. Su trayectoria de derrotas en Super Bowl. entre la XXV y la XVIII, es asombrosa, cuatro derrotas consecutivas; tantas oportunidades de no aprovechar ninguna para ganar el Vince Lombardi es de Expediente X. Tras el paso de Jim Kelly como su quarterback figura prácticamente de toda su historia, Thurman Thomas como uno de los mejores running backs de su época, recordando a OJ Simpson, pasaron años muy negros durante muchas temporadas. Tocaron fondo en el 2001 con un 3-13 mientras los años anteriores a ese paupérrimo récord se movían alrededor del 50% de victorias pero tras abrir la última década del Siglo XX con esas Super Bowls, ver temporadas tan malas no sentaron muy bien a los aficionados.
El año pasado y nueve años desde aquel 3-13 ocurrió lo mismo; 4-12 de récord y con la sensación que no hay un plan de mejora para este equipo. ¿Por qué ahora de repente comienzan la temporada así? Ryan Fitzpatrick. Es lo típico, cualquiera hablar bien o mal de un equipo en función del rendimiento de su pasador, pero este jugador que inició su carrera como profesional en San Luis y luego Bengals por detrás de Carson Palmer y que parecía destinado a tener una carrera como reserva jugando algunos minutos en pretemporada y poco más, ha progresado notablemente. Ahora con la oportunidad como titular, está realizando un buen comienzo de año, aunque ya en 2010, pese al pésimo récord del equipo dio muestras de ser un buen quarterback, cuando hace apenas un par de años se apostaba todavía por Trent Edwards, cortado por los Oakland Raiders este 2011. A Fitzpatrick, un jugador de Harvard que demostró su inteligencia superior en las pruebas del Combine, se le une la figura de Fred Jackson, un corredor que llegó a la NFL sin mucha fama pero que fue capaz de hacer largar del equipo a Marshawn Lynch; se une la leyenda en Clemson CJ Spiller para formar un backfield tremendo. La buena labor del quarterback de Harvard es completada por un buen cuerpo de receptores sin mucho nombre pero con buenos mimbres, liderados por Steve Johnson, y una defensa con una secundaria con nombres como McKelvin, Byrd, Florence… y un coach con ganas de ganar como Chan Gailey. Futuro con esperanza para los Bills aunque hablar de éxito este año es lanar las campanas al vuelo pero, sin duda, se nota que es un bloque trabajado y que «da el callo».
El otro outsider es un equipo aún más histórico que los Bills, los Lions, pero con tan poco triunfo destacable que es junto a Cardinals una de las franquicias perdedoras de la historia de la Liga, y ellos son los Detroit Lions. Detroit: ciudad con más fama que Buffalo, por lo que aparentemente es un gran mercado. La Motown, sus fábricas de coches, su frío Lago Michigan que realiza la función de frontera natural con Canadá, pero el equipo de la NFL, más que Lions siempre han sido gatitos, de peluche, y de peluche. Historia forjada a base de trabajo pero con pocos resultados, con una única estrella histórica en la figura de Barry Sanders como genial running back en los ’90. No tienen una temporada por encima del 50% de victorias desde el 2000, el 2008 fueron el primer equipo en perder 16 partidos y no ganar ninguno. En 2009 vía draft llegó Matthew Stafford, un buen quarterback de Georgia que va adquiriendo experiencia pero que entre lesiones y lesiones aun le quedan cosas por demostrar. La gran figura actual de este equipo no es otro que Calvin Johnson. El receptor sacado de un cómic de Marvel y capaz de competir con cualquier super héroe en habilidades le da una profundidad ofensiva al equipo tremenda. Después están efectivos como Jahvid Best, un corredor que cumple, unido a una defensa que se ha formado como un auténtico muro con una de las mejores deffensive lines de la Liga a base de la pareja tackles Suh-Fairley que prometen no dejar a ningún running back pasar por dentro. El equipo ya desde el final de la pasada temporada tiene muy buena proyección; el comienzo de 2011 no hace más que confirmar el gran trabajo de Jim Schwarz en su tercer año de dirección.
El calendario de ambos determinará si pueden seguir esta estela ganadora. Para ambos es complicado porque tienen en sus divisiones a dos huesos duros de roer y, a priori, superiores. Los Lions pueden aprovecharse de la posible irregularidad de los Bears, mientras que alcanzar a kos Packers es una meta complicada, pero anima la casi segura mala temporada de los Vikings; Detroit tiene la oportunidad de luchar por entrar vía Wild Card. El caso de los Buffalo Bills es más complicado. Estar en la misma división que Jets y Patriots, ambos luchando desde ya por ser el mejor equipo de la AFC, con un Brady espectacular y unos rocosos Jets, no hacen preveer que los Bills aguanten hasta final de temporada, pero como los Dolphins no se han enterado que ya comenzó la campaña, pueden subir al tercer puesto de la división (y así abandonar el habitual farolillo rojo), a la espera que uno de los dos «grandes» de la división pueda tener una mala racha de resultados o la pérdida clave por lesión de alguno de sus figuras y permita a los Bills estar a la caza de una vía Wild Card.