Un artículo de finales de Agosto publicado por el periodista Kevin Clark en la versión online del Wall Street Journal apunta a un creciente agotamiento de ideas en los equipos para innovar en el juego y buscar nuevas fórmulas y tácticas para ganar los partidos. Clark apunta que la NFL siempre ha presumido de ser una marca en continua renovación buscando nuevos caminos que mejorasen la espectacularidad del juego, pero concluye diciendo que los analistas NFL están de acuerdo en que últimamente da la sensación de que nadie da con nuevas grandes ideas.
En el mencionado artículo, Kevin Clark cita fuentes internas de la NFL que responden a la cuestión que se plantea. El periodista intenta dar una explicación a este hecho decantándose por dos opciones. En la primera opina que muchas de las nuevas ideas son importadas del college football. Si esto es así, el football en América quedaría atrapado en una espiral NFL-college en la que poco quedaría sin descubrir. La otra hipótesis que desgrana es que es posible que ya se hayan exprimido todas y cada una de las opciones posibles para innovar el juego.
Sobre las ideas captadas de las universidades, el artículo menciona dos aspectos ofensivos novedosos en la NFL para este año basados en el college: la no-huddle offense y la spread offense. Clark concluye que estas dos nuevas opciones están lejos de ser la idea más innovadora que ha surgido en la NFL en años.
Otro dato que aporta evidencia a lo que Kevin Clark menciona unas declaraciones de Brad Childress, coordinador ofensivo de los Browns. Brad dice que los playbooks actuales se basan en uno de tres importantes sistemas de juego, todos ellos instaurados en los años 80. Estos sistemas son el pass-heavy offense de Gillman, desarrollado en los San Diego Chargers; la run-based offense de Ron Erhardt y la short-passing offense de Walsh. También se apunta a que es curioso que estos tres entrenadores no han entrenado en la liga en los últimos 15 años y que sí que es cierto que los equipos realizan ajustes de semana a semana, pero siempre basándose en los parámetros de esos tres sistemas.
La conclusión de Clark para intentar explicar esta falta de ideas la basa en cuatro posibilidades:
La agencia libre. Kevin afirma que, según fuentes internas de la liga, desde que se pueden adquirir agentes libres en el mercado con total libertad los equipos no terminan de configurarse y están sufriendo cambios continuos con idas venidas, fichajes y contratos. De este modo, no se podría instaurar un patrón de juego fijo y los equipos perderían identidad y estilo propio.
El atasco de los cerebros. La mayoría de innovaciones que no han tenido éxito han sido imitadas del college football. Según Clark, una mayor influencia del juego universitario en la NFL y el imparable aumento de los salarios de los entrenadores college está haciendo que los entrenadores de más prestigio de la NFL se vean amenazados por los de las unversidades. Esto repercute, según Clark, en ver menos talento en los ránquines de coaches de la NFL.
La calidad de los quarterbacks. En los últimos años, los directores del juego ofensivo de los equipos han experimentado una gran mejoría, sobre todo en ser más atléticos y más físicos. Eso, según Clark, repercute en que los quarterbacks tienen más recursos para realizar ellos una jugada sin depender del playbook o de esperar un pase a un compañero con opciones de recepción.
Todo se ha hecho ya. “Creo que no hay nada nuevo”, dice el coordinador ofensivo de los Packers Tom Clements. “Las tácticas actuales son tan buenas que es difícil sacar algo más”, explica el cornerback de los Steelers Ike Taylor. Estas dos citas que se mencionan al final del artículo pueden resumir la teoría que Kevin Clark quiere trasladar a los aficionados de la NFL. Finaliza diciendo que el deporte del football está tan estudiado ya, que es complicado encontrar nuevas innovaciones que revolucionen el juego.
Y tú, ¿qué innovación introducirías en el juego para que el football no se quedase estancado?