Ya hace casi dos meses que se celebró la Super Bowl. En la mente de todos los aficionados a los Seahawks todavía perviven las imágenes de esa gran victoria sobre los Denver Broncos. Recordando aquellas fechas vienen a la memoria imágenes no sólo de la final sino de lo sucedido en la semana previa en Nueva York: entrevistas, análisis, previas, pronósticos. Uno de los sucesos más destacados fue el comportamiento de Marshawn Lynch con los periodistas. De todos es conocida la actitud negativa de este jugador hacia los medios de comunicación. De hecho, se produjo una pequeña crisis entre la prensa, la NFL y los Seahawks debido a que Lynch rompió en diversas ocasiones su obligación de participar en las ruedas de prensa previas a la Super Bowl. La cosa no fue más allá gracias, especialmente, a la intervención de Michael Robinson, el fullback de los de Seattle. Este jugador se ha convertido, tanto dentro como fuera del campo, en el apoyo y guía del conflictivo Lynch. Realmente forman una extraña pareja.
Michael Robinson juega de fullback, una de esas posiciones que podríamos llamar desagradecidas y que pueden pasan desapercibidas para el espectador en general. Una de sus principales tareas es la de realizar bloqueos en carrera para facilitar la ruta del runnig back. Podríamos decir que es el encargado de abrirle la puerta al corredor para que éste le siga y pueda atravesar la defensa. Es una labor oscura pero básica en el juego de carrera. Robinson lo hace de una forma muy efectiva. Es un tipo duro y con una gran técnica de bloqueo. En un partido contra Baltimore Ravens, el ya retirado linebaker Ray Lewis reconoció lo complicado que le había resultado esquivar el bloqueo de Robinson. Y ya conocemos todos cómo se las gastaba Lewis. Ron Rivera, entrenador de los Carolina Panthers, declaró en una ocasión que “Robinson es un tipo duro y demuestra una gran actitud cuando sale al campo”
Ya desde su etapa universitaria en Penn State demostró su versatilidad y capacidad para adaptarse a diferentes posiciones y situaciones del juego. Comenzó como quarterback y acabó su etapa universitaria como quarterback. Fue seleccionado por los San Francisco 49ers en el draft del 2006. Allí le utilizaron como corredor especializado en downs de pocas yardas. En 2008 se reconvirtió en fullback debido a la lesión de Zak Keasey. En 2010 se incorporó a la plantilla de los Seahawks, donde se ha consolidado como fullback.
Robinson es un jugador de vestuario. Es uno de esos que todo entrenador quiere tener en su plantilla. Cumple con su función en el terreno de juego de forma muy efectiva y no supone ningún problema para la plantilla. Al contrario. De hecho, uno de los aspectos que más le caracteriza es su personalidad extrovertida y jovial.
Es un gran aficionado a todo lo relativo a temas audiovisuales. Estando en San Francisco abrió un canal en Youtube denominado RealRobReport. Con su cámara de video se va paseando por el vestuario y el resto de instalaciones entrevistando de una forma desenfadada a jugadores, entrenadores y trabajadores de la franquicia. Sus compañeros conocen su sentido del humor y no dudan en colaborar con él. Es un tipo muy respetado. Incluso ha realizado entrevistas a jugadores de otros equipos y de otros deportes. Es de las pocas personas capaz de hacer que Lynch aparezca, aunque sólo sea por unos momentos, delante de una cámara y un micro. También hay que decir que, por mucho empeño que le ponga, no siempre lo consigue. En una ocasión Lynch declaró: “Yo le sigo en el campo y él me sigue en el vestuario con esa condenada cámara. Siempre me la planta en la cara”. Robinson, por su parte, define a su compañero como un hermano y defiende que su imagen en privado es totalmente opuesta a la que muestra en público.
Lo que sucedió en la semana previa de la Super Bowl es un ejemplo claro de la personalidad de este jugador. Tras las primeras ruedas de prensa de Lynch, en las que demostró una vez más su nula colaboración con los periodistas, el clima era algo tenso. No se sabe si fue iniciativa del club o del propio Robinson (es posible que fuera este último) pero el caso es que Michael decidió sentarse al lado de Lynch en la siguiente reunión con periodistas. De una forma distendida y alegre hizo de improvisado portavoz del running back. Él era el que respondía a los periodistas. Se ganó la complicidad de éstos e incluso arrancó alguna que otra sonrisa a Lynch cuando decidió hacerle él las preguntas y buscarle las cosquillas. Lynch le conoce y, aunque lo demuestra a su peculiar manera, le tiene un gran respeto. Sabe que Robinson es el que le abre las puertas tanto dentro como fuera del campo.
Michael Robinson es agente libre y todavía no se sabe si va a seguir en Seattle la temporada que viene. Está claro que, si se hiciera una encuesta en el vestuario, mayoritariamente se decidiría que continuase. Pueden contar con mi voto.