Con una gran offseason y un buen rendimiento en pretemporada, los Saints viajaban comenzaban la temporada regular en Georgia para enfrentarse a sus inseparables enemigos los Atlanta Falcons. Lo que comenzó con tres buenos drives de inicio, dos field goals, un touchdown de carrera y un fumble forzado que dejaba un 13-0 de marcador a favor en cinco minutos, acabó con un desastroso partido, principalmente de la defensa. Los hombres de Payton recibieron un total de 600 yardas combinadas en contra, realizando Matt Ryan su mejor partido en ataque desde que es quarterback de los Falcons, y perdiendo por 37-34 en la prórroga por un field goal de los Falcons tras un fumble de Colston al comienzo de la misma.
«Yo no puedo placar por mis jugadores», dijo el coordinador defensivo Rob Ryan, refiriéndose a su defensa, en un claro síntoma de que no funcionaban las cosas. La Semana 2, con una visita a Cleveland que parecía asequible, lo que parecía un traspié simbólico en Atlanta se transformó en una preocupación seria y casi un proceso depresivo para cualquier fan Saint al ver a un equipo que no funciona. Y no funciona porque, aunque la defensa encajó la mitad de yardas combinadas que en Atlanta, en momentos puntuales y claves del partido tanto en defensa (personificado en el cornerback Patrick Robinson) y, lo que aún preocupa más porque no solía pasar, como en ataque se vio un equipo nervioso, con poca confianza y al que los finales de partidos (al igual que el año pasado en Foxboro y Carolina) se les atraganta de una manera total, sobre todo fuera de las fronteras del Dome de Nueva Orleans.
Aquí es donde entra en juego Rob Ryan, capaz de transformar la peor defensa de la liga en la cuarta mejor de un año a otro, pero este año sus chicos han comenzado siendo incapaces de defender un 4&6 en la yarda 38 de Cleveland quedando 38 segundos de partido y ganando. Además, las decisiones del head coach Sean Payton en ataque tampoco están al nivel que se espera. Parece una obsesión sistemática que Brees lance mucho, más de lo que debe, y sobre todo cuando está funcionando la carrera como lo ha hecho en estos dos partidos, acumulando 140 yardas de carrera entre cinco jugadores en Atlanta y un total de 3touchdowns en Atlanta, mientras que en Cleveland 175 yardas entre 6 jugadores y otro touchdown. No sabemos, solo ellos lo saben, qué responsabilidad tiene el propio Brees en la decisión casi continua de que el lance mucho, más de lo que debe teniendo la gran variedad de running backs que tiene este año los de Louisiana.
Lo que sí parece es que no hay una buena comunión dentro del staff técnico y de algunos coordinadores les falta comunicación con los jugadores en este comienzo de temporada. No hay más que ver la discusión en banda este pasado domingo en Cleveland entre Sean Payton y Rob Ryan, tal como recogieron las cámaras. Se une la losa del 0-2, la pérdida del corredor titular Mark Ingram por lesión, el 2-0 inicial de los Panthers en la división y el bajo rendimiento del equipo fuera de casa. Al menos, el calendario por delante antes del bye en la Semana 6 es bastante favorable.