El cambio en la posición de receptor en el fútbol americano profesional estadounidense es claramente visible durante la última década, siendo la señal inequívoca la utilización más a menudo de las formaciones con tres receptores. Es una tendencia visible, de hecho en torno al 55-60% de las jugadas ofensivas pasan por formaciones con tres wide receivers.
Pero, ampliando el análisis, hay que ir más allá de la utilización de tres receptores y hacerse la pregunta de ¿para qué utilizan los coaches los receptores hoy en día? ¿dónde se alinean en la formación? ¿qué rutas toman? ¿qué áreas del campo pisan más veces? Es decir, localización y distribución, los dos conceptos básicos para un receptor.
Cabría preguntarse en que lugar del draft serían drafteados en 2012 jugadores como Wes Welker (no entró en el draft) o Marques Colston (7ª ronda). Hace unos años el concepto de receptor mantenía una serie de parámetros clásicos: jugador vertical que podía superar en el uno contra uno a un cornerback de talento. Entre esas características que buscaban los entrenadores no estaban las que poseían Welker o Colston: jugadores puros de creativa localización y distribución, que trabajan entre los defensas. Y, ahí está su notable producción los últimos años.
De cara al draft de este año, encontramos un jugador con las características descritas, Alshon Jeffery de South Carolina, un receptor que se le llega a situar en primera ronda. Jeffery es muy parecido a Colston, gran tamaños, manos grandes, gran radio de recepción y…. un 40 yardas pobre, el típico ejemplo de jugador que importa poco su 40 yardas en el Combine. Otro ejemplo, Mohamed Sanu de Rutgers, otro jugador que se alinea fuera del slot y que produce yardas con tráfico de jugadores debido a su tamaño.
La conclusión es clara, el concepto de receptor ha cambiado, no solo por un énfasis en la creatividad, y por eso veremos los resultados en el draft 2012, sino también que esa creatividad en las formaciones y usos se ha visto impulsada por el crecimiento brutal en el juego de pase.