Colin Kaepernick afronta su cuarta temporada en la NFL con gran ilusión. El natural de Milwaukee, escogido en el puesto treinta y seis del draft de 2011, se ha consagrado ya como quarterback titular de los San Francisco 49ers y su entrada en la élite de mariscales de la NFL es una realidad. Su polivalencia y versatilidad dentro del terreno de juego le permiten gozar de una cuantidad de recursos al alcance de muy pocos. Pese a no ser ni mucho menos un mal pasador, uno de los puntos fuertes de Kaepernick es su movilidad. Cuando la línea defensiva rival acecha el pocket, no se piensa dos veces el correr y lograr primer down. Así lo ha demostrado a lo largo de las cuatro temporadas que ha disputado en la NFL, y más acentuadamente desde mediados de la temporada 2012, cuando empezó a ocupar el puesto de titular.
Desde entonces, ha llevado a los 49ers a una Super Bowl, perdida contra los Baltimore Ravens, y a una final de conferencia, perdida también en un final fatídico ante los Seattle Seahawks. Así mismo, marcó el récord de más yardas de carrera cosechadas jamás por un quarterback en un partido en su primer encuentro de Playoffs en 2012 ante los Green Bay Packers haciendo gala de la gran movilidad que le caracteriza.
Sus grandes actuaciones en San Francisco le han posicionado entre los mejores y más prometedores quarterbacks de la liga, honor que en 2014 le valió una astronómica renovación de contrato. El 4 de junio dejó atrás su antiguo acuerdo para firmar una extensión de seis años por $126 millones, 54 de los cuales con potenciales garantías y 13 garantizados totalmente. Un contrato de auténtica estrella que refleja la actual posición de Kaepernick dentro de la NFL. A día de hoy, pese a contar tan solo con 26 primaveras y cuatro años en la élite, es el sexto jugador mejor pagado de la liga por detrás de Aaron Rodgers, Matt Ryan, Joe Flacco, Drew Brees y Peyton Manning, quarterbacks experimentados todos ellos.
En los dos partidos que llevamos de temporada, los 49ers han ganado un partido y han sido derrotados en otro. En la jornada inaugural, Kaepernick lideró a los suyos a la victoria por 28-17 sobre los Cowboys con 201 yardas de pase y 2 touchdowns completando un 70% de los pases. Sin embargo, en la segunda fecha, los de San Francisco sucumbieron en su nueva casa ante los Chicago Bears, que supieron contrarrestar las 248 yardas de pase de Kaepernick con una intensa defensa que interceptó tres pases del quarterback de los 49ers y le permitió dar tan solo un pase de touchdown. El cómputo global de los dos primeros partidos de la temporada de Kaepernick es de 449 yardas, 3 pases de touchdown y 3 intercepciones, que le dejan con una puntuación media de 84,6, un poco baja al tratarse de un hombre como Colin.
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Las expectativas puestas en Kaepernick esta temporada son muy altas y es que los veinte años de sequía de Super Bowl en San Francisco ponen al de Milwaukee en el ojo del huracán. ¿Será capaz de liderar a los 49ers hacia su sexta Super Bowl o será carne de cañón para esos que tanto discuten su capacidad y dubitan de su regularidad? El tiempo dictará juramento y Kaepernick será el gran juzgado. La presente temporada puede marcar un punto y seguido en su trayectoria y él bien que lo sabe. Queda por ver si el dictámen le favorecerá. Está en sus manos.