Pregunta rápida: ¿quién es el mejor receptor de toda la historia de la NFL?. Tic, tac, tic, tac.
Cualquiera aficionado al football estará de acuerdo con el hecho de que el nombre de Jerry Rice esté en la gran mayoría de las respuestas a esta pregunta. Efectivamente, Jerry Rice está considerado como el receptor número uno de la historia de la NFL y como uno de los mejores jugadores de la historia del football. En sus veinte temporadas como profesional ha conseguido tres anillos de la Super Bowl, trece apariciones en el partido de la Pro Bowl y numerosos galardones y reconocimientos. Además ha batido casi todos los récords posibles: numero total de recepciones, touchdowns de recepción y numero total de yardas. Por supuesto, es miembro del Hall of Fame de la NFL.
A pesar de haber jugado en tres franquicias de la NFL, Rice será recordado especialmente por sus dieciséis temporadas como jugador de los San Francisco 49ers. Junto con Joe Montana, Steve Young, Roger Graig y otros más, marcó una de las épocas doradas del quipo californiano. Pero, si echamos la vista atrás, podemos ver que Jerry Rice podía haber sido un jugador de los Dallas Cowboys en lugar de haber pasado tantas temporadas en la bahía de San Francisco.
Todo empezó en el draft de 1985. Rice se presentaba tras su paso por la universidad de Mississippi Valley donde destacó como un gran receptor capaz de capturar casi cualquier balón. A pesar de sus grandes números y actuaciones, Rice no era uno de los grandes nombres en el draft. Provenía de una universidad menor y poco conocida. Varios equipos se habían interesado inicialmente por él, pero el haber jugado en dicha universidad junto con el hecho de una pobre marca en la prueba de las cuarenta yardas, hizo que muchos de estos equipos no consideraran a Rice como un jugador a draftear en rondas altas. Todos menos los Dallas Cowboys. Ron Marciniak era uno de los scouts de los de Dallas en aquella época. Fue el gran defensor de Rice y el que realmente insistió en su adquisición y convenció al vicepresidente Gil Brandt de que Rice podría ser un gran receptor para los tejanos. Con el paso del tiempo Brandt declaró que confiaban en las posibilidades de draftear a Jerry debido a que pensaban que nadie más que ellos tenía tanta información sobre el jugador. Esperaban dar la sorpresa.
Lo que no sabían los de Dallas era que en San Francisco ya estaban sobre la pista de Rice. Bill Walsh, el por entonces entrenador de los Niners, estaba viendo la televisión en el hotel de Houston el día antes del partido contra los Oilers de la temporada de 1984. Vio unos highlights de Rice. Le pareció increíble. Inmediatamente llamó al scout Michael Lombardi y le preguntó por aquel chico. Pidió videos sobre él, a lo que Lombardi dijo: “se trata de Jerry Rice. Veré qué puedo hacer “. Lombardi se puso manos a la obra. En aquellos tiempos, y tratándose de una universidad de las menos conocidas, no fue fácil encontrar material aprovechable. Walsh visionó dicho material y quedó realmente impresionado.
Y llegó el día del draft. Los Niners partían con el último pick debido a que eran los campeones de la última Super Bowl. Tenían como objetivo principal al receptor Eddie Brown, de la universidad de Miami. Sin embargo, los Cincinnati Bengals se adelantaron y lo seleccionaron en la posición número trece. San Francisco intentó hacer previamente un trade con los Bengals pero no fue posible. Ante la nueva situación, el entrenador Walsh le dijo a Lombardi. “No te preocupes Michael, seleccionaremos a Rice”. Y así fue. Los 49es llegaron a un acuerdo con los New England Patriots, con el que lograron subir hasta la posición número dieciséis y seleccionar a Jerry Rice. Los de la bahía eran conscientes del interés tejano por el receptor y se movieron inteligentemente para robárselo delante de sus narices. Finalmente los Cowboys seleccionaron a Kevin Brooks, defensive end de la universidad de Michigan. Brooks jugó cuatro temporadas en Dallas y dos más en Detroit retirándose tras una más que discreta carrera de seis años en la NFL.
Y así empezó la aventura del mejor receptor de la historia del football profesional. Y lo hizo con los colores del equipo de los mineros en lugar de hacerlo con el de los Cowboys.