Tras el draft de hace dos semanas nos queda claro que los buenos jugadores de la pasada temporada en la NCAA han sido seleccionados, pero eso no garantiza que vayan a realizar una gran temporada. Quedan muchos jugadores sin elegir, y ahora les quedan varias vías.
- Esperar a que un equipo les fiche en la free agency y así jugar en la NFL.
- Irse a la CFL (Canadian Football League) a jugar a fútbol canadiense, que es casi lo mismo que el football americano, pero difiere en unas pocas cosas.
- Dejar el deporte y ponerse a trabajar de lo que encuentren o de lo que tengan el título universitario.
Las razones de no draftear a ciertos jugadores se puede deber a un mal scout, no scout o simplemente que esa posición este bien cubierta o en desuso, como llegó a pasar con los tight ends.
Un caso de jugador no drafteado, y que puede llegar a sorprender es el del wide recieiver de los New England Patriots Wes Welker, que realizó su carrera universitaria en la universidad de Texas Tech, y tras su último año entró al draft 2004 y no fue seleccionado. Cosa extraña, ya que había recibido premios y tenía buenas estadísticas en college: en sus cuatro años hizo 259 recepciones para un total de 3.019 yardas y 21 touchdowns y corrió 456 y anotó 2 touchdowns de carrera, a lo que cabe sumarle 8 touchdowns de retorno de kickoff, con lo que empató el récord de la NCAA. En 2003 le fue otorgado el Mosi Tatupu Award, que se le da cada año al mejor jugador de los equipos especiales.
Otro ejemplo es el running back de los Houston Texans Arian Foster, un jugador bueno que ahora está demostrando su valía en el terreno de juego. Foster jugó para la universidad de Tennessee en la NCAA donde no lo hizo nada mal, siendo el running back titular durante tres años. El cuerpo técnico de los Volunteers lo catalogó como egoísta y difícil de entrenar. En el NFL Scouting Combine obtuvo unas marcas bastante pobres, esta combinación de factores hizo que no fuera drafteado. Varios equipos mostraron interés hacia él como agente libre pero al final firmó con los Texans, y no le ha ido nada mal, está haciendo buenos números y ha llegado a ser pro bowler.
En conclusión, no es un problema, ya que hay varias vías alternativas, pero si firmas por alguna franquicia ya es un éxito, pero si además demuestras que eres un jugador top, callarás muchas bocas y harás que alguno que otro se tire de los pelos pensando que te pudo haber seleccionado.