Último fin de semana del mes de abril de 2011, Nueva York. Se celebraba allí el draft de la NFL del año en cuestión, un draft que prometía ser de alta calidad y que con el paso de los años sin duda lo ha confirmado. Jugadores como Cam Newton (1), Von Miller, Patrick Peterson, Julio Jones, JJ Watt o Mark Ingram entre otros. Los Cincinnati Bengals, tras perder en la Wild Card de 2009 y de marcar un pobrísimo 4-12 en 2010, eran poseedores de la elección número 4 y contra pronóstico, cuando todos pensaban en la elección de un quarterback (pocos de calidad para ese puesto en el draft) o en un jugador defensivo, decidieron elegir a un wide receiver, y además no el primero de la clase que era Julio Jones, sino al segundo, un tal A.J. Green procedente de la Universidad de Georgia.
Tras Green, en la segunda ronda elegieron al tan necesitado quarterback y ese fue Andy Dalton, un joven jugador de la Universidad Cristiana de Texas y al que se le veían buenas maneras, pero mucho por pulir. Se unían ambos a jugadores jóvenes y prometedores como los defensas Carlos Dunlap y Michael Johnson y tackle defensivo Geno Atkins, además de jugadores ya consagrados en la liga como jugadores de secundaria Leon Hall y Reggie Nelson, el tackle defensivo Domata Peko y el corredor Cedric Benson.
Desde entonces hasta el día de hoy, el head coach Marvin Lewis, en su cargo desde 2003, ha creado un equipo rocoso, con una defensa muy fiable y equilibrada sobresaliendo en ella la línea defensiva, con los mencionados Johnson, Dunlap, Peko y Atkins, y un ataque donde la figura de A.J. Green se ha hecho inmensa y donde Dalton está escoltado por una muy buena línea de ataque y un backfield muy versátil.
El equipo desde esta nueva era Dalton-Green en 2011 ha alcanzado los Playoffs cada una de las temporadas jugadas, llegando en tres de las cuatro temporadas mínimo a las 10 victorias, pero es cierto que con un gran pero a sus espaldas. En los cuatro años de este nuevo proyecto de los Bengals, los cuatro han caído eliminados en la ronda de Wild Card, y en algunos de ellos con partidos pésimos y mostrando un nerviosismo viéndose superados por la situación brutal.
Aún con esto, todos los jugadores mencionados, y vitales hoy día en el equipo del estado de Ohio, han firmado grandes contratos multianuales, en parte por su rendimiento en cada uno de los años, en parte por su juventud (todos se mueven actualmente en los 27-28 años). Como muestra, Dalton, Green y Atkins superan los $10 millones por año, con contratos el que menos aún con 4 años de vigencia, y otros como Dunlap o Johnson están rondando los $6 millones con contratos hasta 2019.
Pero la imagen del equipo estos cuatro años no ha dejado nunca de ser la del sí, pero no. Un equipo que llega a Playoffs de manera solvente en una división como la AFC Norte, que es cada año una verdadera batalla, pero que en el partido de decisivo se desinfla como un globo, destacando en especial las derrotas a domicilio en 2012 contra los Houston Texans, y la derrota jugando además como local en 2013 contra los San Diego Chargers. En ambos choques con numerosos errores de Dalton que hacen cuestionar a muchos, entre ellos al compañero Axel Andrés en una de sus Carnicerías hace un año, si los Bengals aciertan en pagarle a Dalton el dineral que le van a pagar los proximos años.
Pero en este 2015, los aires parecen nuevos por Cinccinnati. El equipo ha empezado muy bien, aun están invictos (6-0) y consiguiendo ganar partidos apretados que se deciden por pequeños detalles, esos que siempre le han ido en contra o que no han sabido manejar en el pasado. Y, además, ante equipos serios y de gran nivel como la victoria a domicilio ante los Baltimore Ravens y las conseguidas en casa ante los Chargers y ante los actuales subcampeones, los Seattle Seahawks. O ganar de manera convincente como esta pasada semana en el campo de los Bills, o en el campo de unos muy mejorados Oakland Raiders.
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Además los números son mejores que en cualquiera de los años pasados. Dalton el año que mejor estaba a estas alturas a título personal fue en el curso 2012, donde tras seis jornadas marcaba una cifra cercana a las 1.400 yardas de pase, para 10 TD y 6INT. Este 2015, Andy pasa las 1.750 yardas de pase (1.761 exactamente) siendo el segundo con más yardas de pase de la liga tras Phillip Rivers, para sumar 14 pases de TD y solo 2 INT, además de 2 TD de carrera. Sin duda, en este dato de las intercepciones está la evidencia más clara de su mejoría, siendo, al menos por ahora, un quarterback mucho más seguro. Le acompaña un A.J. Green que ya suma más de 500 yardas de recepción y 3 TD, un grandisimo Tyler Eifert que en sus labores de tight end marca ya casi 400 yardas de recepción y 6 TD, además de una defensa que provoca de media una intercepción y un fumble recuperado por partido, y que está en su nivel de los últimos años.
Es difícil jugar a ser adivino y opinar sobre si los Bengals primero van a conseguir llegar a Playoffs, y si lo hacen, ver si tendrán que disputar o no la Wild Card. Les queda un camino exigente por recorrer con doble duelo contra los Steleers y visitar a los Denver Broncos y a los Arizona Cardinals entre otros. Sin duda alguna para los Bengals es el momento para dejar de ser un equipo con jugadores de gran nivel pero con corta experiencia y edad, para pelear de verdad y verlos como candidatos por el título.