En la vida hay momentos en los que te pasa o te dicen algo y te quedas tan a cuadros que te cuesta primero procesarlo y luego te cuesta acostumbrarte a ello. Me pasó hace poco con algo de mi vida privada (algo que por supuesto no voy a decir), pero sí que puedo decir que el estado de shock fue tan grande que a día de hoy aún no me lo termino de creer del todo. Estoy seguro de que todos habéis pasado por algo parecido, ya sea a mayor o menor escala, porque en el fondo la vida está llena de sorpresas. Y ahora pensándolo mejor, éste que os decía no ha sido el único shock que me he llevado en las últimas dos semanas. Porque aunque la importancia del hecho no es demasiado comparable yo, y creo que estoy en disposición de decir que también el 99% de los que leéis esto, nos llevamos una sorpresa mayúscula cuando nos enteramos de que los Browns habían mandado a Trent Richardson a Indianapolis a cambio de su primera ronda en el próximo draft. Han pasado exactamente 2 semanas desde ese trade y yo la verdad es que no me he acostumbrado a ver a Richardson con la camiseta de los Colts. Pero sí que me ha dado tiempo a macerar la opinión que me merece el trade y todo lo que de él se deriva. Y sinceramente la opinión no es buena. Para nadie.
Puedo entender porqué hacen el trade los Colts. No lo comparto en absoluto, pero puedo llegar a entenderlo. Aparentemente la posición de corredor estaba bien cubierta en Indianapolis, Vick Ballard venía de una temporada de rookie decente, también tenían a un Donald Brown que hace no demasiado hacía lo que le daba la gana con las defensas rivales en Connecticut y, además, ficharon a Ahmad Bradshaw en esta última agencia libre. Pero ninguno de ellos parecía que fuera a ser la solución a largo plazo, los Colts necesitaban un compañero de fatigas para Andrew Luck y la lesión de Vick Ballard lo único que hizo fue acelerar el proceso. No tuvieron ni que buscar, vinieron los Browns ofreciendo a Richardson y supongo que juntar al #1 y al #3 de un mismo draft era un caramelo muy goloso, así que puedo entender la decisión de Irsay y compañía. No critico el tipo de negocio, siempre he pensado que comprar a jugadores veteranos por rondas de draft suele ser una buena decisión, no sólo cosas que claman al cielo como comprar a Boldin por una sexta ronda sino también cosas como el trade por Darrelle Revis o una hipotética compra de Victor Cruz por una primera ronda, algo con lo que se especuló durante la offseason y que aún no entiendo como nadie quiso hacerlo. Pero en este caso no me gusta. Primero porque Richardson no parece encajar demasiado en el esquema de ataque de los Colts, básicamente porque en el partido contra San Francisco en especial vimos a un Richardson que, además de su tarea habitual de correr para corto yardaje, salía a recibir pases de vez en cuando. No sería precisamente su fuerte. Richardson es un corredor eminentemente de poder al que hay que darle un buen número de carreras para que pueda fatigar a las defensas rivales y hacer realmente daño, no un corredor versátil al que puedes sacar a recibir cuando te plazca.
No sé, igual los Colts pensaban que le estaban fichando un Edgerrin James a su nuevo Peyton Manning sin prestar atención a qué era lo que estaban comprando realmente. Pero bueno, estamos hablando sólo de dos semanas, igual poco a poco los Colts se van adaptando a Richardson y le usan de una manera más lógica. El caso es que esto no me parece lo peor del trade, lo peor creo que es que tuvieron que dar una primera ronda por Richardson. Ya no sólo estás dando la opción de elegir a un muy buen jugador en el próximo draft sino que la estás dando para conseguir a un corredor. Sí, obviamente Richardson es un corredor excepcional, pero en los últimos años hemos visto un montón de corredores excepcionales que no han sido elegidos en la primera ronda, nombres como por ejemplo de LeSean McCoy (segunda ronda), Ray Rice (segunda ronda), Matt Forte (segunda ronda), DeMarco Murray (tercera ronda), Alfred Morris (sexta ronda) o Arian Foster (no fue drafteado). O yendo un poco más allá, ni la mitad de corredores titulares de la NFL fueron elegidos en la primera ronda y, además, algunos de ellos están muy lejos de responder a lo que apuntaban en college (casos de David Wilson o Ryan Mathews) o son corredores titulares en otro equipo porque el que les eligió no les renovó el contrato (casos de Reggie Bush, Rashard Mendenhall o Steven Jackson). O dicho de otra manera, usar una primera ronda en un corredor no es garantía de tener un corredor estrella, pero usar sabiamente las otras rondas de draft puede dar este corredor sin necesidad de gastar un pick demasiado elevado. Probablemente la próxima clase de draft no era la más adecuada para elegir un corredor, quizá por eso también es comprensible gastar una primera ronda en un corredor que aún es muy joven y que aparentemente es mucho mejor prospecto que cualquiera de los que vayan a salir este próximo año, pero con un poco de scouting y otro poco de suerte los Colts podrían haber adquirido un corredor que se adaptara mejor a su estilo de juego sin tener que prescindir de algo tan valioso como una primera ronda.
Pero pese a todo pienso que el movimiento por parte de Indianapolis tiene un pase. Por parte de Cleveland no hay por donde cogerlo. No, es que los Browns hacen bien porque venden a sus mejores piezas para reconstruir el equipo. ¿Otra vez? ¿Cuántas van ya? La idea de hacer una reconstrucción es que algún día quede algo construido, no empezar a sentar las bases y cuando están listas para edificar destruirlas para buscar otras bases mejores. De hecho, en este sentido los Browns parecen un quinceañero tratando de escribir la carta perfecta para su amor platónico pero rompiendo en mil pedazos el folio a las dos líneas porque lo que escriben no les gusta lo más mínimo. Los Browns hicieron una bola con el papel que ponía Trent Richardson y la tiraron a la basura, pero Trent Richardson era una muy buena base. Muchos dicen que no, que decepcionó en su primera temporada porque se esperaba mucho de él pero su promedio de yardas por carrera era pírrico. Lo era, pero hay que ir un poco más allá y darse cuenta de un par de cosas. La primera ya está mencionada anteriormente, es que Richardson no es un corredor que acostumbre a romper carreras largas, es un corredor que gana yardas por fuerza y no por velocidad. Y la segunda, probablemente más importante, que el juego de pase también era pírrico lo cual hacía que Richardson se enfrentara constantemente a cajas superpobladas de linebackers y safeties que prácticamente tenían como única misión parar la carrera. Construir alrededor de alguien significa irle ayudando poco a poco y rodearle de piezas con un nivel similar, no soltarlo en un equipo con un talento muy inferior al suyo y esperar que empiecen a llover las victorias como por arte de magia. Pero, si tan decepcionados están en la gerencia de los Browns con el rendimiento de Richardson, podría entender que vendieran una base tan sólida para reconstruir sobre lo que les den a cambio; lo siento pero con lo que han recibido no pueden reconstruir nada. Teniendo en cuenta las posibilidades de que los Colts se metan en playoffs es relativamente alta, estamos hablando de un pick que como mucho estará alrededor del #20. La pregunta ya no es si los Browns encontrarán un buen reemplazo para Richardson con ese pick, ya hemos comentado que ni la clase acompaña ni es muy recomendable elegir corredores tan arriba, la pregunta es qué querrán hacer con ese pick. Una opción es que lo usen para elegir a algún jugador, algo que ya les hace perder sobre el papel puesto que estarían cambiando un pick #3 por un pick mínimo #20, pero siempre pueden tener suerte y encontrar un jugador mejor que lo que tenían en Richardson. Improbable pero la posibilidad existe.
La otra opción es que usen este pick y su propio pick para subir a buscar un quarterback. Eso sería lo peor que pueden hacer. No por ir a buscar a un quarterback franquicia, ya hemos visto especialmente con el trade entre Redskins y Rams que comprar un quarterback franquicia puede resultar muy caro y realmente los Browns necesitan uno, sino porque este año la clase de quarterbacks es muy potente (especialmente si se presentan todos los underclassmen) y los Browns muy probablemente podrían haber elegido a alguno de los mejores sin necesidad de subir desde su propio pick, pick que muy probablemente no habría estado lejos de los primeros. Con lo cual, lo que han hecho los Browns es vender a Richardson para elegir a un jugador inferior sobre el papel (en el mejor de los casos) o directamente renunciar a su jugador franquicia para intentar asegurarse a otro jugador franquicia. Más importante si queréis, porque hoy en día un quarterback es más importante que un runningback, pero de momento una incógnita. Y además también hay que tener en cuenta que si la idea es pillar a un nuevo quarterback, los Browns están proclamando a los cuatro vientos que el pick de Weeden no fue el mejor pick de la historia precisamente, con lo que ya no sólo estamos hablando de su propio pick y el pick adquirido por Richardson para pillar al quarterback del futuro, también hay que tener en cuenta que el pick usado para elegir a Brandon Weeden también queda inutilizado con todo este operativo. Una gestión modélica, como tiene que ser.
Como siempre, habrá que esperar a ver como evolucionan los acontecimientos pero, también como siempre, ya han salido opiniones de todos los gustos y colores. La mejor corriente de opinión para mí, de largo, es que Richardson era una bomba de relojería en ese equipo porque acaparaba protagonismo sin merecerlo y ahora que no está los Browns ganan. Juro que me caí de la silla. Sí, ha coincidido que los Browns han ganado los dos partidos que llevan sin Richardson, pero igual ha tenido más que ver en ello la vuelta de Josh Gordon al equipo o incluso el cambio de quarterback que la marcha del propio runningback. Porque ojo, en los dos partidos que Willis McGahee lleva como titular en Cleveland ha corrido para un total de 55 yardas en 23 carreras, lo que representa un escalofriante promedio de 2.4 yardas por carrera, unos números que Richardson ni tan siquiera se atrevería a soñar. Ah, y por si os lo preguntabais, desde que adquirieron a Richardson, los Colts han ganado a San Francisco y a Jacksonville por un marcador combinado de 64-10 después de ganar a Oakland de 4 y perder contra Miami en los dos primeros partidos de temporada. Unos números que probablemente no tienen demasiado que ver con el trade pero que, ya que nos ponemos ventajistas, he creído necesario apuntarlos.
Pero bueno, aunque no os lo creáis después de todo esto, no me supondría ningún shock ver que el trade funciona hacia un lado o hacia el otro. O al menos no me sorprendería tanto como me sorprendió aquel día esa noticia caída del cielo. Pero supongo que ahí está la gracia de la NFL, que nos sorprendan con transacciones que nadie espera ni por asomo o que el devenir de un equipo tras una de estas transacciones rompa con todos los esquemas mentales que nos podamos haber creado. Porque si la NFL fuera previsible y predecible, entonces no tendría ningún tipo de gracia. Así que a ver si dentro de poco algún owner tiene otra idea loca y me vuelve a dejar en estado de shock, que en la NFL este tipo de trades no son tan habituales como en otros deportes y la verdad es que la experiencia me ha gustado.