En la temporada 2012, Bruce Arians tiene que ser el head coach interino de los Indianapolis Colts debido a la enfermedad de Chuck Pagano, que tiene que dejar su puesto temporalmente. En esos partidos, su equipo dio una gran imagen y lógicamente llamó la atención de varios equipos después de haber sido nombrado entrenador del año con un balance 9-3.
Una vez finalizada la temporada con la eliminación en Playoffs, muchos expertos creían que sería un error que los Colts no le dieran el puesto principal de entrenador a Arians en detrimento de Pagano. No obstante, era una situación muy difícil, ya que despedirle o ofrecerle un puesto más en la sombra después de la enfermedad no estaría muy bien visto.
El de Nueva Jersey tomaba por lo tanto otro camino. El 17 de enero de 2013, Bruce Arians firmaba un contrato de 4 años con los Arizona Cardinals. Era una decisión en la que la franquicia arriesgaba poco, ya que era el candidato más claro a ser nuevo head coach de un equipo que quería ir hacia arriba en una división muy complicada. Desde 2011, los San Francisco 49ers era el mejor equipo en la NFC, habían jugado una final de conferencia ante los New York Giants (perdida) y una Super Bowl (perdida) ante los Baltimore Ravens. Normalmente siempre hay un equipo puntero en las divisiones, pero en la NFC Oeste, los Seattle Seahawks con un equipo y un quarterback (Russell Wilson) muy jóvenes y que prometían mucho, ya habían llegado en los Playoffs 2012 hasta las semifinales de conferencia donde cayeron en los últimos instantes con un field goal ante los Atlanta Falcons.
2013: La mejor división fue demasiado
Los Cardinals eran un equipo prometedor pero que, lógicamente, lo tenía difícil para meterse en Playoffs. Los tres jugadores principales en 2013 tenían que ser, Calson Palmer (QB) de una inmensa calidad, pero que en su debe tenía las lesiones; Larry Fitzgerald (WR), unos de los mejores receptores de la liga sin duda pero su mejor época podía haber pasado; y, por último, Patrick Peterson (CB), de los mejores conerbacks de la liga.
La temporada empezó mal, derrota en San Louis por 27-24 frente a los Rams, rival más débil de la división. Tras cinco partidos, el balance era de 3-2 y visitaban a San Francisco para medirse a los 49ers en un partido en el que si ganaban darían un paso de gigante y si perdían entraba dentro de los planes. Perdieron 32-20 y a los cuatro días recibían a unos Seattle Seahawks que, con una de las mejores defensas en los últimos tiempos liderada por la «Legion of Boom» y con un ataque versátil, estaba demostrando que era un claro aspirante al título. Perdieron 22-34 y la temporada se ponía muy complicada, con 3-4 solo un milagro podría darles opciones a la última plaza de Wild Card. Necesitaban prácticamente ganar todos los partidos restantes.
Encadenaron cuatro victorias consecutivas, entre ellas 40-11 a los Indianápolis Colts en un partido especial Arians donde su equipo le endosó una paliza a su ex, tanto tácticamente como en el resultado. La campaña llegó a la última jornada con la eliminación matemática y derrota ante San Francisco, pero dejó claro que Bruce Arians era uno de los mejores entrenadores de la NFL con un balance de 10-6, a un partido del 11-5 de los Saints que fueron la última plaza de Wild Card. El futuro era ilusionante, tenían piezas y sobre todo un gran entrenador como para confiar en que los buenos resultados llegarían.
2014: El año de casi pero no
Llegaba la temporada 2014 y en el desierto había muchas ganas de como mínimo entrar en Playoffs y dar batalla. Tras jugar la final de conferencia en 2013, Seattle Seahawks (vigentes campeones) eran los máximos favoritos otra vez a ganar la NFC y llegar a la Super Bowl, mientras que en los San Francisco 49ers ya se veían indicios de que podría ser una temporada complicada para ellos.
La temporada arrancó con 3-0 para los de Arians. En la cuarta jornada viajaron a Denver para medirse a unos Broncos «rabiosos» tras perder ante Seattle en la prórroga tras una gran remontada liderados por Peyton Manning en lo que era una revancha de la anterior Super Bowl. Era un partido muy importante para los Cardinals ya que si lo ganaban, no sólo darían un paso adelante para meterse en Playoffs, si no que también demostrarían a la liga que iban en serio. Tenían una baja vital, no podían contar con su pasador titular Calson Palmer y Drew Stanton jugaría sustituyéndole. Pese a un buen inicio, la defensa no pudo aguantar el ritmo del partid, porque el ataque no funcionaba igual lógicamente y tuvieron que estar más minutos de lo normal en el campo. Perdieron 41-20 ante un «pez gordo» de la NFL.
Carson Palmer volvió de la lesión y con ello la senda del triunfo: tres seguidos. El siguiente partido todo el mundo lo tenía marcado en el calendario como partido que había que ver sí o sí. Lo que pasó fue que los Dallas Cowboys no podían contar con su quarterback titular Tony Romo, lo que les daba el favoritismo a los de Bruce Arians. Pese a que Dallas comenzó bien, el coordinador defensivo Todd Bowles reajustó la defensa y Brandon Weeden, que era el pasador que sustituía a Romo, colapsó. Los Cardinals ganaron 17-28.
Con un balance de 7-1 los dos próximos partidos eran en casa contra unos rivales duros pero se podían ganar y alcanzar un balance de 9-1 Si eso pasaba, podrían aspirar al seed 1 y asegurarse el factor campo durante todos los Playoffs hasta la Syuper Bowl que curiosamente era en su estadio. El primer partido era contra los Rams, rival de división y con una defensa dura. Carson Palmer podía sufrir ante esa línea defensiva. En una jugada que no parecía tener nada raro, salió del pocket para evitar la presión y sin contacto alguno cayó al suelo con evidentes gestos de dolor. La temporada había acabado para él por una lesión (ACL), justo en el mejor momento de su carrera y cuando el equipo tenía serias aspiraciones de llegar a la Super Bowl.
Con Palmer de baja el resto de la temporada, Stanton sería el quarterback titular. Fue entonces cuando el ataque empezó a presentar muchas dudas sobre su funcionamiento. Se empezó a notar con la visita a Seattle donde los Seahawks pasaron por encima de los de Arizona, incapaces de hacer algo productivo. Lo peor era las sensaciones dentro del equipo que, de nuevo, se empezaba a sentir un segundón en la división y en la liga.
Los Cardinals aún así fueron sobreviviendo el resto de la temporada. Pese a la derrota en Seattle y luego en Atlanta, llegaron victorias ante Kansas City y St Louis de forma ajustada. De alguna manera la genialidad de Bruce Arians en ataque y la maestría de Todd Bowles en defensa (posteriormente fichó por los New York Jets como head coach) conseguían mantener el equilibrio en el equipo para seguir ganando. Sin embargo, el partido ante los Rams en un aburrido Thursday Night (6-12 fue el resultado) supuso otro shock para el equipo en la temporada 2014: Drew Stanton sufría una lesión y también se perdía el resto de la temporada.
Ryan Lindley tomaba entonces los mandos de un equipo ya en Playoffs pero luchando por el liderato de la NFC Oeste. En la penúltima jornada les visitaban los Seattle Seahawks y desde el primer drive daba la sensación que ni ellos mismos creían en ganar ya no sólo a Seattle, con quien se estaban jugando el seed 1, si no con ganar un solo partido antes de que terminara la temporada. Fue una paliza en un Sunday Night con una imagen dantesca, donde el partido estuvo más o menos igualado hasta que la defensa de los Cardinals agotada sacó la bandera blanca e incó la rodilla. El resultado fue de 6-35 y tenía toda la pinta que tendrían que disputar una Wild Card en la que nadie creía. Terminaron la temporada regular con un balance de 11-5 y tras ir 9-1 tras diez partidos.
En un partido de Wild Card donde daba la sensación de que no tenían nada que hacer, perdieron 27-16 ante los Panthers tras unos minutos en los que parecía que podrían competir. Lindley hizo lo que pudo, Bruce Arians probó con diferentes rutas y Bowles exprimió y agotó la defensa. La temporada quedó resumida en dos partes: ilusionante y magnifica hasta que Palmer cayó lesionado y muy triste con un mal final con Stanto y Lindley. Bruce Arians fue de nuevo nombrado técnico del año y dejaba claro que era una de las personas que más sabe de football dentro de la élite en la actualidad.
2015: Candidatos al Vince Lombardi
Los Cardinals querían volver a ser uno de los mejores equipos pero manteniendo a Carson Palmer sano durante todo el año. Decidieron fichar en la agencia libre a un excelente guard para proteger a Palmer, Mike Iupati, tres veces seleccionado para la Pro Bowl. También reforzaron el puesto de running back con dos Johnson, Chris Johnson para dar experiencia a la carrera, y David Johnson en el draft, para dar unas piernas frescas y mucho músculo. También firmaron en la agencia libre al veterano tight end Jermaine Gresham, dos veces Pro Bowl para en varias ocasiones jugar con formaciones de dos tight ends y dar mucha más protección al quarterback. Por último, en quinta ronda del draft eligieron a otro receptor, J.J. Nelson para reforzar un cuerpo de receptores que era muy completo y versátil para un quarterback con un brazo y una puntería espectacular.
En cuanto a la defensa, su idea era tener un pass-rush brutal para meter muchísima presión a los pasadores rivales. La defensa, liderada por Calais Campbell y Dwight Freeney que eran un quebradero de cabeza para los rivales, un número elevado de jugadores «camaleonicos» para poder cambiar continuamente de posiciones, y Tyrann Mathieu que esperaban que volviese de su lesión para ser uno de los mejores defensive back de la NFL en un sistema que le iba como anillo al dedo. También uno de los mejores cornerbacks de la liga como Patrick Peterson, ayudado por jugadores muy atléticos y capaces de aportar mucha variedad tácticamente como Justin Bethel y Deone Buccannon.
La temporada comenzaba, a priori, con un calendario dentro de lo que cabe sencillo ya que este año se esperaba una división en el que nivel fuera más bajo en general: los 49ers en reconstrucción, los Rams como siempre irregulares y los Seahawks con muchas dudas. 3-0 fue el balance inicial para los de Arians con dos importantes palizas en Chicago y en casa humillando 47-7 a los 49ers. La cuarta semana fue dolorosa: Carson Palmer se quería redimir ante los Rams, choque en el que se lesionó de gravedad la temporada anterior, pero el rookie Todd Gurley corrió por encima de la defensa de Arizona en la segunda parte y se terminó la buena racha (22-24).
Victoria ante Lions clara, derrota en Pittsburgh en un partido que estaba marcado en rojo en el calendario para Bruce Arians, ya que volvía a Pittsburgh donde había sido entrenadores de receptores y coordinador ofensivo (2004-2011), triunfos incómodos ante Baltimore y Cleveland, y llegó el bye antes del partido más importante de la temporada.
Visitaban Seattle para enfrentarse a unos Seahawks en prime time (SNF) y tenían que demostrar que este año sí que iban en serio. Seattle llegaba con 4-4 y Arizona con 6-2. Ganar suponía casi cerrar el título de división y dejarles más tocados. En un partidazo de Arizona, consiguieron el triunfo 32-39 aguantando el empuje impresionante de Seattle en la segunda parte con su front seven haciendo tambalearse por momentos a la buena línea ofensiva de los Cardinals. Un excelente Carson Palmer y con un planteamiento genial de Bruce Arians atacando a la yugular de la «Legion of Boom» venida a menos. Triunfo vital y que colocaba a los Cardinals como claro candidato en la NFC junto a los intratables Carolina Panthers.
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El siguiente partido también era tremendo, les visitaban los Cincinnati Bengals que llegaban con un balance de 8-1. El partido también era en Sunday Night Football y si lo ganaban se posicionaban claramente como tercer mejor equipo, por detrás de los imbatidos New England Patriots y los Carolina Panthers. En un partido donde sufrieron en defensa, ya que el ataque de Cincinnati movió muy bien el balón, el ataque estuvo imperial ante una buena defensa y ganaron 34-31 en otro partido especial para Palmer. Era el equipo que le había drafteado y donde jugó muchos años a gran nivel hasta que una maldita lesión de ACL contra los Steelers en Playoffs (2006) le frenó en seco su trayectoria.
Victorias ante 49ers, Rams, Vikings y Eagles, sin embargo en este último partido los Cardinals sufrían el shock de la grave lesión de Tyrann Mathieu en los minutos de la basura. En el penúltimo partido de la temporada, los Packers llegaban a Arizona en lo que podía ser tranquilamente un duelo en los Divisionales de la NFC. En el sin duda mejor partido de los Cardinals, la defensa masacró a Aaron Rodgers dejando en ridículo a la línea ofensiva de los Packers. Exhibición tanto en ataque como en defensa de un Bruce Arians que dio un repaso táctico a Mike McCarthy. En el último partido se enfrentaban contra Seattle Seahawks, ya sin jugarse nada ya que una derrota de Carolina Panthers en casa ante Tampa Bay Buccaneers era casi imposible de que sucediera, mientras que Seattle se jugaba la posibilidad de evitar a los Packers en Lambeau Field y viajar a Washington para medirse a los Redskins en la Wild Card. Los visitantes dirigidos por un Russell Wilson en un gran estado de forma, fueron superiores en ataque, defensa y equipos especiales.
Llegan a los Playoffs siendo los Cardinals un favorito claro a viajar en febrero a San Francisco para jugar la Super Bowl 50. Bruce Arians lidera un equipo que, con un trabajo extraordinario, sería recompensado con el título, Larry Fitzgerald merece un anillo antes de su retirada, Carson Palmer es uno de los mejores quarterbacks de la última década, pese a que las lesiones no le han permitido acercarse al nivel de dos leyendas como Brady o Manning, el equipo está lleno de jugadores comprometidos y en donde ninguno piensa en él mismo sino en el bien de todos (Patrick Peterson, David Johnson…) y el staff técnico tiene grandes gurús de este deporte como Tom Pratt, de 80 años, actual entrenador del pass rush, en el staff de los Kansas City Chiefs en la Super Bowl I.