Vamos con el último de los capítulos en los que hemos despedazado y explicado el problema que se traen entre manos NFL y NFLPA que podría dejar a los aficionados al football sin temporada NFL el próximo año. Las entregas pasadas se han dedicado a explicar el conflicto y responder las preguntas más inmediatas, hoy es momento de describir cuál es la situación de las negociaciones a día de hoy (a partir de mañana habrá news sobre cada detalle que ocurra sobre el nuevo CBA).
Antes de la Super Bowl hubo contactos serios, los primeros desde noviembre, pero simplemente se trató de un aperitivo de lo que iba a llegar después del gran partido. Se programaron dos días de discusiones para el miércoles y el jueves de la semana pasada en Washington DC donde parece que ambas partes se sienten más agusto, especialmente la NFLPA que tiene varios amigos en el Capitolio. El miércoles hubo una sesión de cinco horas donde se trató básicamente el rango de salarios que tienen que tener los rookies, excesivos según los propietarios, sin llegar a ningún acuerdo. El jueves fue el día negro cuando las negociaciones se rompieron de forma contundente, la reunión se canceló hasta tal punto que Roger Goodell eliminó de la agenda la reunión de dueños de franquicias que tendría que tener lugar este jueves 17 en Filadelfia. La razón de tal sorpresa cuando parecía que había acercamientos, lo de siempre, la repartición de los ingresos totales de la NFL.
Ninguna de las dos partes da su brazo a torcer: los propietarios quieren una reducción drástica del 60% que recibe la NFLPA mientras que la Asociación de Jugadores exige ver los libros de cuentas de las franquicias antes de someterse a ese recorte. Mientras tanto, DeMaurice Smith y compañía, siguen haciendo lo que mejor saben, tirar de demagogia y ponerse al pueblo de lado levantando la voz en público para que los malos de esta historia sean los dueños.
Sin novedades en el frente este fin de semana, esto es lo que ha pasado a principios de semana. El siguiente movimiento lo tienen que hacer los propietarios porque fueron quienes se levantaron de la mesa en Washington el pasado jueves; tal maniobra dirá mucho de a donde va este nuevo CBA y si tendremos temporada de NFL en 2011. Ahora mismo, los dueños no están listos para firmar un nuevo Acuerdo Laboral Colectivo con la cantidad de reparos que acumulan pero se antoja una buena solución (respecto al problema de la repartición de los ingresos que es el tumor de esta enfermedad) que se ponga sobre la mesa un 50/50, es decir, la mitad de los ingresos para cada parte. La NFLPA parece que accedería a esta propuesta y ahora mismo disfruta de esta situación de statu quo en la que ellos no tienen que mover ficha. En este contexto estaríamos hablando de un nuevo CBA para el 15 de Marzo (y es mucho suponer) sabiendo que el actual caduca doce días antes.
Ayer se pronunció el comisionado de la NFL, Roger Goodell, sobre el hecho de que ambas partes, propietarios y jugadores, sigan sin retomar las negociaciones: «si no ocurre pronto, la temporada 2011 puede estar en peligro». Goodell además reiteró que los dueños necesitan más dinero para financiar costes y que se necesitan estadios en Los Ángeles, Mineápolos, Oakland y San Diego. En estos momentos no hay sesiones de negociación programadas para esta semana.