Con este lema llevan vendiendo los medios el partido de este sábado en el Bryant-Denny Stadium entre Alabama Crimson Tide y LSU Tigers. Un enfrentamiento para dilucidar quien ganará la SEC Oeste pero, sobre todo, para definir quien es el mejor equipo de la nación ya que se ven las caras el nº2 y el nº1 de las clasificaciones BCS y AP, respectivamente. Pocas veces en la historia ha ocurrido esto en temporada regular. Nick Saban se enfrenta a su ex equipo, aquel que hizo ganar el título nacional en 2003, y desde que Saban volvió de la NFL con Crimston Tide (al que hizo también campeón en 2009) ha habido cuatro choques con dos victorias para cada uno. El equipo que pierda se quedará sin jugar el BCS Championship pese a no merecerlo por la estupenda temporada que están realizando. Estamos ante el título nacional de forma anticipada.
Analizando estadísticamente a ambos conjuntos. Sus ofensivas son parecidas en cuanto a producción: 39,3 puntos por partido LSU y 39,4 Alabama; más yardas por partido Crimon Tide con 457,6 frente a las 372,1 de los Tigers. Y es que LSU es un equipo defensivo pero no tiene mejores estadísticas que Alabama (251,4 yardas por partido frente a 180,5) y eso se refleja en los puntos encajados (11,5 y 6,9). Los Tigers ganan los partidos contundentemente con mucho oficio, y se ve en los solo 3 turnovers (ninguno en el mes de octubre) que acumulan en ocho jornadas y las 18 recuperaciones de balón. Las armas de LSU pasarán por, por un lado, poner a prueba con el juego de carrera a Alabama que no ha tenido un gran ataque terrestre esta temporada delante y así marcar el tempo del partido, y en la defensa, un bloque perfecto desde el front seven hasta la secundaria, hacer ese blitz tan bueno sobre AJ McCarron para provocar los fallos. Las armas de Alabama pasan por Trent Richardson, quizás el mejor tailback de toda la nación, los 100.000 espectadores que abarrotarán el estadio y mantener la misma línea defensiva de toda la temporada ante un ataque no es tan productivo en cuanto a yardas.
Con todos estos ingredientes, sábado, 20 horas de la costa este de Estados Unidos (2 de la mañana en España), seguidores del football, uno de los partidos más esperados de la historia. Es imposible que lleguen en mejor forma dos equipos.
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