Los fans del fútbol americano no solo recordamos a los quarterbacks de nuestros equipos, sino que también tenemos presentes a los quarterbacks de la ficción, que grandes horas de diversión nos han dado en el cine o en televisión. En esta primera entrega les presentamos a tres de ellos.
Gee Grenouille
Interpretado por Peter Dante en la película que protagoniza Adam Sandler The Waterboy, es el quarterback titular y líder del equipo de fútbol americano de la South Central Louisiana State University (SCLSU), la universidad más pobre de la NCAA, que acumula una racha de 40 partidos perdidos seguidos. La suerte de Gee cambia cuando el nuevo aguador del equipo, Bobby Boucher (Sandler), le placa tras burlarse de él y así se une al equipo. Grenouille no ve con buenos ojos el hecho de que el aguador entre a formar parte del equipo, por lo que hace que todos sus compañeros dejen de lado a Boucher, pero al final, viendo que gracias al aguador el equipo gana y llega a la Bourbon Bowl, que a la postre ganarían, acaba tratando bien a Bobby. En la final, Grenouille anota el touchdown de la victoria a pase del aguador.
Paul Crewe
Interpretado por Adam Sandler en la versión moderna de The Longest Yard, es un quarterback de primer nivel, ex de los Steelers, que es enviado a la cárcel por amañar un partido de la NFL. En la cárcel a la que va, Allenville, en Texas, el alcaide le quiere de consejero para mejorar el equipo de fútbol americano que juega en la liga de guardias de prisión. Tras dar una idea al alcaide, es obligado a reclutar y entrenar a un equipo de reclusos para jugar en un mes contra los guardianes. Crewe demuestra ser un gran quarterback durante toda la película, frustrándose cuando sus compañeros son incapaces de recibir los pases. En el partido, es sin duda el factor que hace que su equipo compita de igual a igual ante el equipo semiprofesional de guardias.
Shane Falco
Interpretado por Keanu Reeves en la película The Replacements, Falco es un quarterback sin equipo, que vive en un barco y trabaja limpiando el casco de los barcos bajo el agua en el puerto. En la universidad era conocido con el mote de “Pasitos”. Es un gran jugador, pero le merma un problema psicológico, no se pudo recuperar de la abultada derrota que sufrió en la Sugar Bowl. Pero su suerte empezó a cambiar cuando los jugadores de la liga profesional se declararon en huelga y los equipos decidieron continuar la competición con jugadores de reemplazo, así Falco ficha por los Washington Sentinels, junto con policías, delincuentes, un luchador de sumo, un jugador de fútbol galés y demás ex jugadores universitarios que ahora se dedican a otros quehaceres. Falco logra unir a un vestuario en el que cada cual hacía la guerra por su cuenta y lleva al equipo a los Playoffs, cosa que el quarterback titular no pudo hacer. Así Falco aprovechó la segunda oportunidad que le dio la vida y se quitó los fantasmas de encima.