A día de hoy, hay partidos que están marcados en rojo en el calendario cuando comienza la temporada regular. Esos son los de las grandes rivaldidades. Partidos que, ante todo, es un plus ganarlos, están precedidos de mucho trash-talk y dentro del campo son físicos y emocionales:
STEELERS-RAVENS
Son dos enfrentamientos al año y podemos decir que es la rivalidad más acérrima dentro de la NFL. Partidos durísimos físicamente dentro del campo en lo que suelen ser dos grandes defensas. Baltimore domina en los últimos tiempos en temporada regular, pero si llegan los Playoffs ahí Pittsburgh no pierde. Si tenemos que recordar un partido, probablemente la final de la AFC 2009 con triunfo de los acereros forzando cinco turnovers.
PATRIOTS-COLTS
De alguna manera esta rivalidad ya pasó a mejor vida cuando Peyton Manning se fue de Indianapolis, pero con la llegada de Andrew Luck algo se puede retomar. Quizá, la rivalidad de la década, sobre todo por el duelo de quarterbacks Manning-Brady. 9-5 fue el balance a favor de los Pats en aquella era. Uno de los grandes momentos, además de aquel 4&1 que se jugó Belichick en temporada regular para perder luego el encuentro, fue la final de la AFC 2007 con los Colts rompiendo la maldición a falta de pocos segundos para viajar a la Super Bowl.
BEARS-PACKERS
Esta es la rivalidad más antigua de toda la NFL y, por tanto, podemos decir que los fans de Green Bay y Chicago son los que más se odian. Todo empezó en 1921 y hasta hoy, mientras tanto el balance es a favor de los Bears levemente, pero los Packers dominan los últimos tiempos. Para recordar, la final de la NFC 2011 con la victoria de los de Wisconsin en suelo de la Ciudad del Viento.
COWBOYS-REDSKINS
La rivalidad viene de 1961, año en que los equipos ya compartían división. No es solo una cuestión de nomenclatura (Cowboys vs Redskins) sino que ambos equipos siempre han luchado por la hegemonía en su división: combinan 8 Super Bowls y 14 apariciones en Super Bowl. Aunque la rivalidad ha decaído en los últimos tiempos debido a la situación de los equipos, Dallas domina las series siendo el partido de Acción de Gracias de 1974 el mejor recuerdo para los tejanos: ganaron de un punto remontando y pasaron a Playoffs.
COWBOYS-GIANTS
También divisional y que viene de los años sesenta. Un pulso que siempre han ganado los Cowboys, al menos hasta los ochenta cuando llegó Parcells a Nueva York, por eso las series favorecen a Dallas de momento. El gran episodio de esta rivalidad fue en el último partido de la temporada regular de 1994, cuando los Cowboys ganaron en la prórroga con un Emmitt Smith heroico que hizo 168 yardas con el hombro dislocado.