Yu Darvish nació en Habikino, Osaka, el 16 de agosto de 1986, de padre de iraní y de madre japonesa. A los ocho años empezó a jugar al béisbol, deporte de gran importancia en tierras niponas. A los quince años ya era el mejor pitcher del instituto Tohoku donde pasaron jugadores como el pitcher relevo Takashi Saito. En marzo de 2004, Darvish se dio a conocer cuando, en su año senior de instituto lanzó un no-hitter game, por entonces, ya muchos le veían como el mejor pitcher de instituto de todo el país.
En 2005 le llegó la hora de jugar de manera profesional y, pese al interés de algunos equipos de la MLB en firmarle, Darvish prefirió jugar para un equipo japonés. Y así empezó su andadura por la liga japonesa en los Nippon Ham-Fighters de Hokkaido, donde empezó a brillar desde el primer momento con un balance de 5-5 y una ERA de 3.53 en su año rookie. En 2006, mejoró sus números con un muy buen 12-5 y 2.89 de ERA. En su tercer año como profesional ya empezó en el partido que abría la liga japonesa y bajó su efectividad por debajo de los 2 puntos y obtuvo su primer MVP. En 2008 siguieron sus magníficas actuaciones, consiguiendo más de 200 strikeouts en más de 200 entradas lanzadas, su ERA tampoco fue superior a los 2 puntos. En 2009 sumó 15 victorias, una ERA de 1.73 y su segundo MVP, además, se dio a conocer fuera de tierras japonesas cuando se subió al montículo en las World Baseball Series. En estos 2 últimos años su rendimiento no ha dejado de mejorar, alcanzando este año su mejor efectividad dejándola en un gran 1.44. En sus 6 años lanzando en la liga japonesa, suma una ERA media de 1.99 y tiene un balance de 93-38.
El Scouting Report de Yu Darvish dice que es un pitcher diestro, que mide 1,96 metros y es capaz de lanzar varios tipos de lanzamientos en los que destacan el slider y su bola rápida que oscila entre las 91 y las 94 millas por hora, aunque puede llegar a las 97. “Es un jugador extremadamente talentoso”, dice Brian Cashman, general manager de los New York Yankees.
Este último mes de diciembre decidió dar el paso a las Grandes Ligas de béisbol. Darvish, sin embargo, no ha sido un agente libre normal y corriente, ya que el proceso de contratación para un equipo de la MLB no se produce en las circunstancias normales. Todos los equipos interesados en Darvish debían pujar por él, enviándole la cantidad de dinero que crean conveniente a los Nippon Ham-Fighters de Hokkaido, y el que más dinero ofrezca tiene la oportunidad de negociar el contrato con el propio Darvish. En esta pequeña subasta, los ganadores han sido los Texas Rangers, que han pagado 51,7 millones de dólares solo para tener poder negociar con Darvish. Jon Daniels, general manager de los Rangers, se mostraba muy contento con la oportunidad de negociar por Darvish y decía que “sus habilidades y logros están muy bien documentados”, además, también ha reconocido que este último verano viajó a Japón para verle lanzar.
A partir de ahora, los de Arlington tienen 30 días para ponerse de acuerdo con Darvish y firmar un contrato; si esto no sucede, el pago hecho al equipo japonés será devuelto. El contrato que podría llegar a firmar Darvish se prevé que esté entre los 52,6 millones que firmó Daisuke Matsuzaka y los 77,5 millones que ha firmado recientemente C.J. Wilson.
Precisamente con Dice-K se puede comparar su llegada a la MLB. Este último aterrizó en las Grandes Ligas en 2007 de la mano de los Boston Red Sox que pagaron 51 millones de dólares a los Seibu Lions, más los 52,6 millones al propio picther por 6 años de sus servicios. Así pues, los Red Sox hicieron una inversión cercana a 103 millones de dólares que con el paso de los años no han sido amortizados. La diferencia cultural y el idioma son grandes impedimentos a la hora de trasladarse de Japón a Estados Unidos y adaptarse a la liga. Dice-K, por ejemplo, después de 5 años, todavía precisa de un traductor en sus ruedas de prensa. El joven pitcher también tendrá que acostumbrarse a lanzar cada cinco días, y no una vez a la semana como hasta ahora. El más importante de los cambios, sin embargo, es el del nivel de los bateadores, que como es lógico son mejores en la MLB, por lo que la efectividad del pitcher es más que normal que suba algún que otro punto. Lo cual debe ser motivo de estudio para los equipos, ya que no se sabe con exactitud su rendimiento en la liga. Así pues, es de esperar que los Texas Rangers se gasten más de 100 millones de dólares en un pitcher titular.