Seguro que muchos ya no me esperábais por aquí, pero ya llegué. Permitidme pediros perdón antes de nada por esta ausencia tan prolongada. Quiero que sepáis que ha sido una ausencia ajena a mi voluntad, que se ha debido por completo a la falta de tiempo. Más o menos desde comienzos de Playoffs (¡¡¡enhorabuena, Red Sox Nation!!!) mi horario habitual cambió y casi no he tenido tiempo para nada. Mi intención es sacar algunos The Old Ball Game durante la offseason comentando los distintos movimientos de los clubes. Eso sí, no os puedo prometer una periodicidad fija. Sacaré artículos siempre que pueda, aunque haré mi mejor esfuerzo para que no pasé tanto tiempo como ahora. Además, quiero sacar un serial para acercaros el mundo de las Ligas Menores, los equipos afiliados a las franquicias MLB, los prospectos y el funcionamiento del draft en el béisbol. Si os habéis animado a seguir este deporte habréis visto que conocer ese mundillo es clave para poder entender bien la liga y poder animar mejor a tu equipo. Así pues, después de esta explicación, vamos a quitar el polvo a los guantes, dar lustre a los bates y a salir al campo.
Un año más el acto más importante de la offseason «beisbolística» fueron las Winter Meetings, de las que ya os habló Pablo Marín en su estupendo resumen de esos días. Lo más curioso es que el equipo que ha realizado los movimientos más interesantes se mantuvo alejado de la actividad en las Reuniones de Invierno.
Los Texas Rangers decidieron que ya estaba bien de quedarse siempre a las puertas (recordemos: dos derrotas en las World Series y dos años quedando segundos en la AL West tras los Oakland A´s) y decidieron que era hora de honrar el estilo de su estado hacer las cosas a lo grande: traspasos a lo grande y gastar dinero a lo grande.
Los Rangers no esperaron a las Winter Meetings y el 20 de Noviembre traspasaron a su second baseman titular,Ian Kinsler, a cambio del first baseman de los Tigers Prince Fielder, en el que puede que sea el gran blockbuster deal del invierno. Fue un movimiento importante para lo texanos no sólo por incorporar un bate con el de Fielder, sino por la pérdida de Kinsler. El 2B era, por un lado, una de las caras visibles de la franquicia (y ya os podéis imaginar los problemas que puede traer el traspasar a un jugador tan importante); y, por el otro, fue uno de los mejores jugadores de la plantilla en los últimos años. En 2013 tuvo una línea de bateo de .277/.344/.413 con 13HR, 72RBI y 15 bases robadas, lo que le coloca segundo entre los titulares habituales del equipo en promedio y OBP, sólo pòr detrás de Adrián Beltré. Además fue uno de los mejores defensores del equipo con 11 carreras salvadas (3º de la plantilla) y WAR defensivo de 1.5 (3º). Todo esto hizo que su WAR total ascendiese a 4.9, también segundo de la franquicia sólo por detrás de Elvis Andrus. Si además tenemos en cuenta que el tras veces All-Star promedia un WAR de 4.3375 por temporada desde que llegase a la Liga hace ocho años, queda claro la importancia de este jugador.
A cambio los Rangers reciben a Prince Fielder. El first baseman llega con el objetivo de ayudar a impulsar el bateo de poder de los de Arlington. Texas fue el sexto equipo de la AL en número de Home runs y muy probablemente pierdan en la Agencia Libre a Nelson Cruz que el año pasado fue su segundo mejor power-hitter pese a perderse 50 partidos por sanción, por lo que el equipo necesitaba un impulso en esta faceta del juego. Fielder tuvo uno de los años más flojos de su carrera en 2013 pese a ser seleccionado para el All-Star Game y acabar con unos datos de .279/.362/.457 con 25HR y 106RBI. Y es que, para el cuatro veces All-Star y tres veces Silver Slugger obtuvo el peor dato de su carrera en Slugging Percentage y de los peores en OBP, HR, walks y strikeouts. Además, Prince nunca ha sido un gran defensor, ya que nunca en su carrera ha logrado un WAR defensivo positivo (el año pasado costó 2.3 victorias a su equipo en defensa según Baseball Reference) y su WAR fue también uno de los peores de su carrera con un registro de 1.7 (3.2 menos que en 2012). Todo esto, hizo que recibiese algunos abucheos en Detroit en los Playoffs.
No obstante, creo que el traspaso tiene muchos aspectos positivos para los Rangers. Les va a aportar el bateo de poder que pierden con la marcha de Cruz y aportará la calidad ofensiva que se aprecia tanto en los corner infielders y que los tejanos no tenían en su first baseman del año pasado, Mitch Moreland. Fielder tubo un año flojo, pero viendo el resto de estadísticas de su carrera, probablemente sólo se tratase de una temporada floja y se recuperará con el cambio de aires. Además, los datos de un mal año de Fielder son mucho mejores que los de muchos jugadores en un buen año. Así que, no necesitará una enorme mejoría para volver a conpensar con creces sus deficiencienas defensivas con su ataque demoledor, como ya ha hecho en el pasado.
Otra ventaja que aporta Prince Fielder es su durabilidad. El zurdo nunca se ha perdido más de cinco partidos en una sola temporada desde que jugase su primera temporada completa en las Majors y sólo se ha perdido un partido en las últimas cinco temporadas, jugando los 162 encuentros en las últimas tres.
Hay otro aspecto positivo para los Rangers en este traspaso. La salida de Kinsler permite que Ron Washington pueda poner como titular habitual en segunda base a Jurickson Profar, que el año pasado fue nombrado por Baseball America el mejor prospecto de todas las Ligas Menores. El natural de Curaçao no tuvo números demasiado buenos en sus 86 partidos con Texas el año pasado (jugando como 2B,3B, SS e, incluso, LF); pero los Rangers y la mayoría del mundillo del béisbol esperan que se convierta en una estrella.
El segundo gran movimiento en el estado sureño fue el fichaje de uno de los Agentes Libres más codiciados de este año, el coreano Shin-Soo Choo. El OF viene de disputar una sola campaña con los Reds y fue una de las mejores de su carrera. Confirmó su reputación como uno de los mejores leadoff hitters de la MLB al lograr el mejor OBP de su trayectoria (.423) gracias que marcó los mejores registros de su carrera en BB (112) y hit by pitch (26). También logró datos en el TOP5 de su carrera en categorías tan dispares como bases robadas, SLG y OPS+. Su problema está en su capacidad defensiva, como demuestra el hecho de que no haya obtenido un WAR defensivo positivo desde 2007; y esa temporada sólo obtuvo un WAR en defensa de 0.1, jugando 6 partidos. No obstante, ya ha jugado en todas las posiciones del outfield, sobre todo en la derecha, algo que seguro que dará mucha flexibilidad a los Rangers.
El lineup de los tejanos variará bastante con respecto a este año. Rotochamp proyecta la entrada de Choo y la confirmación de Rios como titular en el OF para cubrir las marchas de Cruz y David Murphy. Profar pasará a segunda base, con Fielder adueñándose de la esquina derecha y Moreland ocupando la posición de DH. Para completar el ataque Geovany Soto se hará cargo de la posición de catcher.
Dos cosas quedan claras tras estos movimientos en la offseason. Por un lado, que la gerencia consideraba que la faceta a reforzar para poder volver a ganar la división era el ataque. No es que la ofensiva fuese mucho peor que el pitcheo. AL fin y al cabo el lineup fue séptimo de la AL en carreras anotadas y el cuerpo de lanzadores obtuvo el 4º mejor ERA de la Americana. La diferencia radica en que los de Arlington vivirán una offseason de «fichajes» internos en el montículo. Es decir, que varios de los pitchers que se perdieron gran parte o todo el año pasado estarán listos para volver a lanzar. Esto incluye a titulares como Matt Harrison y relievers como Joakim Soria y Neftalí Feliz.
Por otra parte, demuestran que en Texas les gusta hacer las cosas a lo grande. En este caso, gastar a lo grande. A Kinsler le quedaba un contrato de 4 años y $62 millones mientras que Fielder recibirá $24 millones al año hasta 2020; es decir, un contrato de 7 años y $168 millones. Los Tigers han enviado $30 millones para cubrir parte del salario del first baseman, pero aún así supone una inversión extra de $76 millones. Y no es sólo una mayor inversión en terminos de dinero gastado sino que es un contrato larguísimo, hasta que Fielder tenga 36 años, que no es una edad excesiva para un first baseman, pero siempre es más difícil prevenir el rendimiento de un jugador con esa edad. Para traer a Choo, los Rangers han tenido que darle un contrato de 7 años y $130 millones, un promedio de $18.5 millones hasta 2020 también, cuando el outfielder tenga 38 años. Puede que los años si pesen más a un leadoff hitter para el que la velocidad es muy importante.
Ya sabéis que yo no soy muy partidario de construir los equipos a base de talonario. Uno de los problemas puede causar es que los jugadores no rindan al nivel esperado durante la duración del contrato (sobre todo hacia el final del mismo) y es muy posible que esto les paso a los Rangers. Este tipo de gasto y de contratos de larga duración les va a maniatar bastante si no rinden o si quieren rejuvenecer la plantilla dentro de cuatro o cinco años. Y ya hemos visto estos últimos años (Angels, Blue Jays) que empezar a gastar dinero no es seguro de victorias.
Aún así, a pesar de que no me gusta este gasto a lo grande, creo que hay que felicitar al GM Jon Daniels porque los movimientos que ha realizado son bastante inteligentes. Mucho gasto, pero meditado. Dos jugadores de gran calidad, que cumplen con las necesidades del equipo y que además van a ayudar no sólo con su aportación, si no a base dar oportunidades a jugadores como Jurickson Profar. Va a ser interesante ver lo que pueden hacer los Texas Rangers.