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Tras el lamentable primer partido en el que los Cardinals fueron derrotados con claridad, llegaba este segundo juego con apenas tiempo de rehacerse y con el objetivo claro de marchar a St.Louis con el empate en la eliminatoria. Ya que un dos a cero a favor bostoniano dejaría las cosas vistas para sentencia casi, ya que el golpe psicológico sería brutal.
El primer dato a tener en cuenta fue el cambio en el puesto de shortStop en los Cardinals, dejando fuera de inicio a Pete Kozma tras su nefasto partido la noche anterior a nivel defensivo en lugar de Daniel Descalso. A nivel starter en el montículo de los de Missouri, el joven pero talentoso brazo de Michael Wacha (con presencia familiar al completo en las gradas de Fenway Park y MVP de las Series de Campeonato con sólo 22 años), dio mucha seguridad, manteniendo a raya un equipo con tal poderío ofensivo hasta pasada buena cantidad de entradas, en la sexta concretamente.
Por parte local, el equipo de Boston fue el habitual con el starter John Lackey en el montículo, que al caso contrario de Wacha, estamos frente a un pitcher experto. Como bien se pudo ver, la solvencia de Wacha y la experiencia de Lackey nos hizo a muchos presagiar que estábamos frente a un juego totalmente distinto al de 24 horas antes. Si Boston quería la victoria, sería por un margen mucho menor (cosa a agradecer para el aficionado neutral) y por parte de St. Louis se vio mayor concentración mental en las jugadas defensivas. El empate inicial fue roto por parte visitante en la cuarta entrada, con carrera impulsada por Yadier Molina y anotada por Matt Holliday. Pero la alegría no duraría mucho para los Cardinals, porque en la parte baja de la sexta entrada, David Ortiz mostró de nuevo su gran estado de forma al bate logrando un home run de dos carreras enviando la bola más allá del «Monstruo Verde», algo poco visto en Big Papi por ser un Hitter muy zurdo.
Pero el marcador de 2-1 para los locales no sería ni mucho menos el último cambio en el resultado del segundo partido de las World Series. En la séptima entrada, con los Cardinals al bate y tras sacar del partido a John Lackey, vino la debacle de Boston con una jugada con dos errores defensivos graves, quizás para devolver los regalos de St.Louis la noche anterior. El pitcher relevo Craig Breslow intentaba un out en tercera base tras el empate a dos en un sacrifice fly (primero error del catcher Saltalamacchia, pudo hacer mucho más) enviando la bola a la grada, permitiendo anotar a Jon Jay. Ese cambio en el marcador y de la forma en la que se produjo machacó a nivel mental a los locales, demostrando que el factor psicológico en estas World Series va ser un detalle clave, teniendo en cuenta la gran cantidad de errores defensivos que han producido ambos equipos en dos partidos. En esa misma y maldita séptima entrada para los de Boston, Carlos Beltrán impulsaba a Descalso y suponía el 4-2 defintivo para los visitantes, cerrando Rosenthal, su closer habitual, el partido y preparando las maletas ambos equipos para enfrentarse en St.Louis el próximo sábado en el partido 3, a la misma hora que los dos ya disputados. Prepárense, porque aún queda lo mejor por delante y muchas emociones por vivir.