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Con un día de descanso tras el traslado de nuevo a Boston (con llegada retrasada de los Cardinals por asuntos técnicos del avión que les llevaba a Boston), ambos equipos esperaban que este partido les fuera favorable para dos intereses totalmente opuestos: la victoria final para los Red Sox o forzar el séptimo partido con la esperanza de dar la campanada por parte de los Cardinals. Ocurrió lo primero y ya tenemos campeón 2013, logrando el tercer título en diez años y primero como local desde 1918.
Para este sexto partido ambos equipos salían con los starters Michael Wacha por parte de los Cardinals y John Lackey por parte del equipo local, repitiendo el mismo duelo de pitchers del partido 2 que se llevaron los Cardinals la victoria. Pero esta vez el resultado fue totalmente contrario a ese partido 2, logrando desde bien pronto gracias a la aparición de Shane Victorino con un hit de tres carreras una sólida ventaja en la tercera entrada. Para el público de Fenway Park (entradas para este partido con precios de Super Bowl NFL y de los grandes partidos), el título se veía cada vez más cerca, esperanza que se volvía más certera cuando en la cuarta entrada volvían a anotar tres carreras más, dando un paso casi definitivo al título, pese a tener que seguir jugando muchas entradas aún por delante. Con un home run por parte de Stephen Drew y otra carrera impulsada más por parte de Shane Victorino (clave esta noche pese a no jugar en los dos anteriores por un tema de espalda) y Mike Napoli, Boston dejaba muy tocados a unos Cardinals que se vieron totalmente hundidos desde muy pronto. Ya en la séptima entrada Carlos Beltrán impulsaba la carrera de la honra anotada por Matt Carpenter, totalmente inútil porque no se le dio continuidad a una posible épica remontada.
Pues bien, con esta victoria por parte de Boston Red Sox, con MVP de las World Series para David Ortiz, Boston logra el tercer título en diez años cuando antes del 2004 se pasó 86 años sin lograrlo, se cierra la temporada 2013 de la MLB, una temporada como siempre emocionante, con grandes partidos para el recuerdo, grandes actuaciones por parte de decenas de jugadores de muchos equipos y deseando que pase el crudo invierno y allá por finales del mes de marzo vuelvan a enfundarse los guantes y las gorras los Summer’s Boys dispuestos a destronar a los actuales campeones: Boston Red Sox. Enhorabuena a los campeones.
