Seguro que muchos de vosotros sois fanáticos de algún equipo que ha renovado su plantilla por completo para construir un bloque ganador en el futuro, es decir, lo ha reconstruido. Las franquicias traspasan a sus jugadores más valorados a cambio de otros más jóvenes que puedan llegar a tener un gran impacto en un futuro a largo plazo.
Aunque no sé si para bien o para mal, yo soy aficionado a los Mets de Nueva York, conocidos por ser una franquicia históricamente perdedora y que actualmente se encuentra en fase de reconstrucción o rebuilding.
Para que todo este concepto se entienda mejor tenemos que irnos unos años atrás, cuando el equipo empezó a quedarse fuera de la post-temporada, el año 2007.
Los Mets acababan de completar una gran temporada llegando a las Championship Series de la National League, así que pese a no haber mejorado mucho una plantilla que contaba con jugadores de la talla de David Wright, Carlos Beltran o José Reyes las expectativas eran muy altas.
Finalmente, pese a ocupar puestos de playoffs durante la mayoría de la temporada, los Mets perdrían su puesto en la post-temporada el último día de competición siendo derrotados de una manera espantosa por los Marlins de Florida, haciendo irrelevante que los neoyorquinos contaran como pitcher titular con Tom Glavine, quien fue nombrado al Hall of Fame hace muy poco.
El año siguiente, la historia se repitió. La dirección se negó a empezar la reconstrucción y obtuvieron en un trade al SP Johan Santana a cambio de jugadores como el All-Star Carlos Gómez, outfielder de los Brewers de Milwaukee. Las malas rachas al inicio de la campaña provocaron un cambio de entrenador, firmando a Charlie Manuel. El equipo volvió a jugar bien y aunque llegaron a ocupar puestos de playoffs se quedaron fuera en el último momento en un partido contra los Marlins por segundo año consecutivo.
En 2009, el primer año de los Mets en el Citi Field, el equipo mejoró su bullpen, aspecto que fue horrible los dos años anteriores, pero la gran cantidad de lesiones conllevó un récord de 70-92.
El siguiente año, como era típico con el GM Omar Minaya, la franquicia firmó a uno de los agentes libres más preciados del momento, Jason Bay, para resolver la crisis de immediato. Pero siguiendo también con lo habitual, la franquicia volvió a quedarse fuera de la postseason con un récord de 79-83.
Finalmente, en 2011 Omar Minaya fue destituido como General Manager siendo sustituido por Sandy Alderson (¡mirad quien llega a la ciudad!). El equipo no levantaba cabeza y se vió forzado a traspasar a dos referentes de la franquicia: el RP Francisco Rodríguez y el OF Carlos Beltrán, quiénes terminaban contrato al finalizar la campaña.
La reconstrucción por fin había empezado. Los NY Mets habían obtenido a Zack Wheeler a cambio Beltrán, empezando un oleaje de jóvenes promesas que aún perdura hoy en día.
Las temporadas 2012 y 2013 fueron lo esperado cuando se está en modo rebuilding , derrotas y traspasos, destacando al de R.A. Dickey (acababa de ser nombrado Cy Young de la National League) a Toronto por entre otros, Noah Syndergaard y Travis d’Arnaud. Algunos top prospects ya debutaron con el equipo, como Matt Harvey, Zack Wheeler, Wilmer Flores o el mismo D’Arnaud.
Este año 2014, pese a no poder contar con el SP Matt Harvey por lesión, los Mets ya tienen a un equipo bastante sólido que cuenta con unas promesas que llaman a la puerta y además ha sido capaz de atraer a un jugador como Curtis Granderson.
La franquicia ya ha puesto fecha de caducidad a la transformación y en 2015 quieren volver a ser temidos. Construir un bloque ganador es frustrante para los aficionados, pero vale la pena, si no que se lo pregunten a los Red Sox quien en tan solo un año pasaron de ser últimos en la división a ganar las Series Mundiales.