Esta semana he decidido repetir el formato de columna de la semana pasada por dos motivos. El primero es el tremendo éxito que ha tenido entre los lectores. El post se llenó de comentarios y la gente ha estado debatiendo toda la semana acerca de los Red Sox (espero que se note la ironía, que no comentáis ni provocando. Animaos que no muerdo). Y segundo y, por tanto, más importante; porque me gustó a mi. Me permitía hablar de historia del béisbol (que me fascina) y también comentar la actualidad del equipo en cuestión.
Teniendo en cuenta que ya estamos en pleno mes de Playoffs y que para cuando se publique este artículo, ya se habrán disputado las dos Wild Cards he decidido hablar de un equipo que ha tenido bastante éxito este año. Ya en offseason podremos hablar de las grandes decepciones del año. Is anyone listening in San Francisco and the Great White North? Me he decidio por un equipo que me ha sorprendido muy agradablemente este año y, sobre todo, en el mes de septiembre; ya que su record de 21-6 en el último mes de temporada regular les ha permitido clasificarse para la postemporada. Hoy vamos a hablar de los Cleveland Indians.
La Tribu llegó fue una de las franquicias originales de American League en 1901 con el nombre de Cleveland Blues, antes de convertirse en los Cleveland Bronchos al año siguiente. El nuevo nombre sólo les duró un año, ya que en 1903 pasaron a ser los Cleveland Naps. Lo curioso de esta denominación es que la adquirieron en homenaje a uno de sus jugadores, Napoleon «Nap» Lajoie. El equipo no tuvo demasiado éxito en sus primeros años de vida, pese a contar con jugadores de la talla de Cy Young. Su primera aparición en la postemporada se produjo en 1920, ya como los Cleveland Indians, cuando ganaron las World Series ante los Brooklyn Robins. No volverían a participar en la seliminatorias por el título hasta 1948, año en el que volvieron a ganar las Series Mundiales ante los Boston Braves. A partir de ahí una sequía de títulos que aún no tiene fin. En los últimos 65 años sólo han participado en los Playoffs en ocho ocasiones, incluyendo tres derrotas en las World Series en 1954, 1995 y 1997. La mayoría de estas clasificaciones para la postemporada se acumulan a finales de los 90 cuando los de Ohio lograron participar en la misma en cinco ocasiones consecutivas. Esta falta de títulos es una lástima, sobre todo si tenemos en cuenta la calidad de los jugadores que han vestido la camiseta India. Roberto Alomar, Lou Boudreau, Bert Blyleven, Bob Feller, Ralph Kiner, Phil Niekro, Satchel Paige, Gaylord Perry, Frank Robinson o Hoyt Wilhelm son algunos de los nombres que han representado a la franquicia en algún momento.
Un pequeño inciso para mencionar las largas sequías de títulos que han marcado a varias de las franquicias históricas de la MLB. Ya hablamos la semana pasada de los Red Sox, ahora de los Indians. También tenemos a los Cubs, que ya están a otro nivel al acumular 105 años sin levantar el trofeo de campeones y siete derrotas en las World Series, la última en 1945. Es curioso que en una competición con más de un siglo de historia, apenas 30 equipos (durante muchos años apenas fueron 16 y un sistema de draft que facilita la distribución del talento se den tres casos como estos.
Desde su última aparición en Playoffs en 2007, los Wahoos no habían vuelto a ganar más de 81 partidos en una temporada y el año pasado apenas lograron 68 triunfos. De repente, este año han llegado hasta las 92 y se han clasificado para la ronda de Wild Card. ¿A qué se debe este cambio? ¿Han aparecido un Clayton Kershaw y un Mike Trout para salvar la franquicia? ¿Todos los jugadores han incrementado su nivel de manera exponencial?
Vamos a analizar las tres claves de…Fiesta en Cleveland
- Necesidad de redención: Una de las claves de la mejoría del equipo ha estado en el dugout. Tras tres años en los que Manny Acta llevó los mandos de la nave Wahoo sin ser capaz de hacer de ellos un equipo competitivo, la gerencia decidió traer a un manager con experiencia no sólo en la MLB, si no liderando a equipos campeones. Terry Francona llegó a Ohio con el objetivo de convertir a los Indians en una franquicia que pudiese luchar por todo. Para ser más precisos, ese era el objetivo colectivo. Tito tenía su objetivo personal propio. A todos os sonará que Tito no salió muy bien de Fenway. Pese a que su trayectoria en Boston fue exitosa al haber ganado dos títulos, su imagen quedó dañada por el horrible final. La histórica debacle de septiembre fue mala, pero a eso hay que añadirle las acusaciones de adicción a los medicamentos contra el dolor y poco interés en el equipo debido a su vida personal. Pese a pasarse un año como comentarista en la televisión, estaba claro que Francona no iba a permitir que su imagen quedase así y que iba a intentar redimirse. Llegó a Cleveland, una ciudad más pequeña y con menos presión mediática, y parece que se ha centrado en su trabajo como manager. Por lo menos, su record este año da esa sensación. Y, por supuesto, a la Tribu le ha venido genial tener un entrenador con tanta experiencia y con tantas ganas de demostrar que puede hacer grande a un equipo, que su verdadero nivel era el de los primeros años en Boston y no el de septiembre de 2012.
- Estrellas sin espíritu de divos: Los Indians realizaron bastantes movimientos la pasada offseason. Destacó el traspaso que envió a Cincinnati a su gran estrella, Shin-Soo Choo y les trajo a Trevor Bauer y Drew Stubbs, entre otros. Sin embargo, los dos movimientos claves fueron dos fichajes de agentes libres, los de Nick Swisher y Michael Bourn. Lo que me gustó de estas adquisiciones es lo siguiente. Los de Cleveland se trajeron a dos estrellas consolidadas en la Liga, con mucha experiencia en buenos equipos. Sin embargo, no se trataba de divos que pretendiesen ser los dueños del equipo y tener a todos los demás jugadores siguiendo sus órdenes. Ninguno de los dos había sido la gran estrella de su equipo anterior. Bourn venía de Atlanta donde Chipper Jones era el líder absoluto y Swisher venía de los Yankees donde tenía por delante a…, bueno, en realidad tenía por delante a media plantilla: Jeter, ARod, Sabathia, Teixeira, etc. Es decir, estaban acostumbrados a trabajar duro a la sombra de otros. Aquí no iban a tener la sombra de nadie, ellos iban a ser los líderes; pero seguro que no iban a olvidar la capacidad de trabajo. Justo lo ideal para un equipo como los Indians que este año se han definido por esa capacidad de trabajar en equipo sin ningún jugador que sobresalga demasido por encima del resto, por basar su éxito en el esfuerzo colectivo. Es verdad que a nivel estadístico ninguno de los dos ha tenido su mejor año. Swisher ha bajado sus datos de bateo (aunque ha marcado el tercer mejor WAR de su carrera, 3.8, apenas 0.1 menos que el año pasado y 0.5 menos que en 2007 cuando marcó su mejor registro), mientras que Bourn ha estado peor con el bate y a la hora de robar bases, además de bajar algo su rendimiento en defensa. Sin embargo, su voz se habrá hecho notar en el vestuario a la hora de liderar a la plantilla con el ejemplo; y, sobre todo, a la hora de motivar a sus compañeros para una remontada en septiembre que parecía muy dificil.
- Juventudes y segundas oportunidades: Además de líderes los de Ohio también han tenido buenos seguidores en la plantilla. Destacan dos clases de seguidores, los jovenes que o bien han terminado de explotar o bien han terminado de confirmar las maneras que apuntaban; y los veteranos que se han encontrado con una nueva oportunidad y la han aprovechado. En el grupo de los jóvenes destacan nombres como Carlos Santana, Yan Gomes y , sobre todo, Jason Kipnis. Santana ha sido el catcher titular del equipo y ha tenido un WAR por encima de 4.0 por segundo año consecutivo. Gran parte de la culpa la ha tenido su ataque, ya que ha liderado a la franquicia en RBI (74) y ha sido segundo en Home Runs (20). Gomes se ha encargado de dar descanso al receptor y lo ha hecho magníficamente con un promedio de bateo de .294 y un OPS+ de 133, lo que le ha dado un WAR de 4.0. Sin embargo, el nombre más destacado a sido el de second baseman Jason Kipnis, un jugador conpletísimo que puede batear para promedio (.284), batear para poder (17HR) y robar bases (30). No es ninguna sorpresa, por tanto, que haya liderado a los Indians con un WAR de 5.8 y haya participado en su primer All-Star Game. En el apartado de segundas juventudes destacan los dos miembros de la rotación más destacados este año: Justin Masterson y Ubaldo Jimenez. Masterson es un lanzador que tras un magnífico año de debut en las Majors en Boston, había pasado sin pena ni gloria por la MLB, marcando ERAs por encima de 4.50. En 2011 tuvo el mejor año de su carrera antes de volver a desaparecer el año pasado. Este año ha vivido una nueva juventud al tener un ERA de 3.45 y marcar los mejores datos de su carrera en partidos completos (3), WHIP (1.202) y K/9 (9.1), lo que le ha valido su primer viaje al Partido de las Estrellas. Jimenez es un pitcher que tuvo unos muy buenos primeros años en Colorado donde llegó a marcar un ERA de 2.88 en 2010 jugando como local en el peor estadio para los lanzadores de toda la liga. A partir de ese año y tras un trade a Cleveland, ese pitcher desapareció y tuvo ERAs por encima de 5.10 en una temporada y media con la Tribu. Y este año el dominicano ha rejuvenecido obteniendo el segundo mejor ERA de su carrera (3.30), ERA+ de 114 y 9.6 strikeouts cada nueve entradas. Si a estos habituales añadimos a un pitcher joven que llegó de las Ligas Menores a finales de año y ha sido un jugador clave en el gran mes de septiembre de la franquicia (Danny Salazar), tenemos los mimbres para que unos líderes como Bourn y Swisher y un manager como Francona les den la forma adecuada.
Cleveland es una ciudad con poca suerte en los deportes. Parece que Indians, Browns y Cavaliers no son capaces de alzarse con ningún título, por eso una temporada (y, sobre todo, un mes de septiembre) tan buenos han traído la alegría a la ciudad y con ella las ganas de festejar que, por lo menos por este año, uno de sus equipos es mencionado por motivos positivos. Ahora queda por ver si lo pueden duplicar el año que viene.