Desde principios de temporada, el equipo de Hollywood se presentaba como un aspirante en la Liga Nacional. Con mimbres como Clayton Kershaw, Josh Beckett, Adrian González y un largo etcétera, los objetivos marcados al final del pasado Spring Training no eran más que ganar ampliamente por encima del 50% de partidos y plantar cara a unos Giants que partían como defensores al título de las Series Mundiales esta temporada.
Si observamos a grandes rasgos cada mes en la primera parte de la temporada de los Dodgers, se observa claramente que ese objetivo iba camino de no poder cumplirse, e incluso en Hollywood comenzaban a pensar que este 2013 iba a ser una temporada muy mala en cuanto a resultados. El mes de abril el equipo angelino termina con un record de 13-13, un 50% justo. Durante el mes de mayo, el equipo comienza una racha de derrotas y resultados muy irregulares, cayendo a la última plaza de división, siendo superados por unos desastrosos San Diego Padres un año más. En ese instante, hasta el momento una división liderada por los de Arizona, por aquel entonces muy raro verlos ahí arriba. Añadiendo al mes malo en resultados el inesperado rendimiento de Colorado y la persecución de San Francisco a Arizona, hacía presagiar que los Dodgers se las iban a ver y desear para obtener buenos resultados en una división por ese momento de la temporada bastante abierta, tan abierta que a fecha de 31 de mayo eran últimos por poca diferencia respecto a los de San Diego como se ha comentado antes.
Para machacar la moral de muchos fans de los Dodgers, Beckett con un contrato esta temporada de 16 millones de dólares empezaba fatal el año, totalmente fuera de forma para un pitcher de su calibre en la MLB, y terminaba por la “puerta grande”: lesionado y fuera para lo que queda de temporada, allá por finales de junio, ya camino del ecuador de temporada regular. En la rotación sólo Greinke y Kershaw eran capaces de aportar victorias desde el montículo y en el bate Adrian González era el salvavidas capaz de aportar lo que la mayoría no hacía. Pese a todo ello, sólo se encontraban a 4 partidos del líder, por lo que la división Oeste de la Nacional comenzaba a vislumbrarse como una división muy mediocre.
El mes de julio pasado es donde la montaña rusa de los Dodgers (en concreto el 22 de Junio), tal como indica el título de este artículo analítico, comienza su camino hacia arriba. Después de casi media temporada siendo muy irregulares, salvados de una debacle mayor sino fuera porque sus rivales han resultado estar en las mismas que ellos esta temporada. Con la aparición por sorpresa del ya no desconocido Yasiel Puig, un efecto devastador e inesperado para sus rivales, aportando carreras impulsadas en los momentos clave, frescura al bate y energía en defensa, principalmente en el lado derecho del outfield. A pocos días del All Star, los Dodgers alcanzaban el 50% de victorias nuevamente y eran segundos a fecha de 15 de julio, detrás de unos Diamondbacks de Arizona que parecían presentarse como alternativa a los Giants y Dodgers. El equipo dirigido por Don Mattingly era capaz de ponerse líder poco después del All Star Break, ayudados también por la debacle de los Giants que comenzaban a perder y a perder partidos. A finales de julio, los Dodgers ya abrían una pequeña brecha de 2.5 partidos a los de Arizona.
Y para terminar nuestro análisis, el mes recién terminado, los Dodgers presentan un record de 24-6, con rachas de 5 victorias seguidas para abrir el mes presente, perder uno solo frente a los Cardinals fuera de casa y empalmar nada más y nada menos que 10 victorias seguidas. Teniendo en cuenta que los Giants están out, Arizona apenas puede superar el 50% de victorias, el equipo angelino que durante la primera mitad de año estuvo en la cola, con jugadores muy por debajo de su rendimiento, ha conseguido remontar bajo el efecto Yasiel Puig, añadido a la grandísima temporada de Greinke y Kershaw. El equipo de los Dodgers junto a sus fans, ahora son felices, porque después de ir en caída libre por la montaña rusa, ahora van hacia arriba, a velocidades más suaves y pudiendo respirar tranquilos, aunque no se pueden confiar, septiembre es un mes muy peligroso donde líderes con amplias ventajas han caído incluso fuera de los playoffs en algunas ocasiones.