Domingo 29 de septiembre, el pitcher lanza, el bateador contacta con la bola, globo fácil. El outfielder la atrapa fácilmente. La temporada ha terminado para la gran mayoría de los clubes de la MLB. Los corazones de miles de aficionados se han parado, se han puesto en huelga hasta marzo. Hay afortunados que aún pueden disfrutar de unos días más de temporada. Cada día que pasa, cada ronda de play offs que termina, son más los corazones en huelga.
¿Cómo nos han podido hacer ésto? ¿Por qué nos hacen esperar tantos meses sin ver a nuestros equipos? Supongo que todo el mundo tiene derecho a unas vacaciones…pero, ¿disfrutan todos los estamentos de las Ligas Mayores del mismo tiempo de asueto? ¿Dónde ir de vacaciones? ¿NYC?
New York City es conocida mundialmente como la ciudad que nunca duerme, la ciudad que nunca se para. Sea la hora que sea siempre podrás encontrar algo divertido, interesante y único que hacer allí. Algo que recordarás toda tu vida, ya sea comerte un sandwich de pastrami a las cuatro de la mañana en un local en el que no sabes cómo has acabado, encontrarte con alguna estrella en horas bajas o toparte con el rodaje de alguna película, lo cual no es muy complicado dado el elevado número de films que tienen la ciudad como escenario.
Al igual que NYC, la Major League Baseball nunca duerme. La fiesta nunca termina. Los primeros en salir y llegar a esta fiesta son los managers, que comienzan una coreografía que acaba con algunos siendo expulsados de la sala por los miembros de seguridad, mientras los relaciones públicas acompañan a la sala a otros managers que han pescado sin pareja de baile.
En la sala no sólo están los nuevos managers, también están los entrenadores, representantes de jugadores, general managers, propietarios y jugadores. Los bailes son y serán continuos en los próximos meses, teniendo la mayoría como protagonistas a los jugadores. Los deportistas son la base de todos los deportes, en el deporte norteamericano, aunque a veces no lo parezca, no es diferente. Este invierno seremos testigos de importantes firmas de contratos como los de Robinson Canó, Jacoby Ellsbury, Shin-Soo Choo, Carlos Beltrán, Hudson…
La fiesta para estos jugadores y sus agentes será memorable, esperarán sentados en la zona VIP mientras desfilan ante ellos mareantes ofertas y pretendientes. Sus dudas serán algo así como “No sé si quiero más champagne y caviar” o “Mañana no sé si ir a Maldivas o Tailandia”. Sin duda, este tipo de jugadores se ha ganado este descanso con sus actuaciones en los distintos campos del país. Se han ganado un invierno tranquilo en el que disfrutar con sus familias y amigos. Mención aparte merecen los agentes, cuyas estrategias y maquinaciones son merecedoras de tesis doctorales y comisiones de investigación.
Del mismo modo, un gran pelotón de jugadores disfrutará de la fiesta, de una manera más o menos ostentosa, siendo conscientes de que a su vuelta a los entrenamientos su puesto en el roster no corre peligro, salvo hecatombe.
Durante estos meses de vacaciones, mientras muchos jugadores estén atendiendo sus compromisos publicitarios, fundaciones y demás, no serán menos los que hagan sus maletas con destinos en ocasiones similares, pero con fines completamente distintos. Hablamos del gran número de peloteros veteranos y jóvenes, que en su mayoría, pasan la temporada subiendo y bajando del equipo de las ligas menores.
Su trabajo no termina a la conclusión de la temporada, todavía tienen que jugar las conocidas como Winter Leagues, ligas de invierno, donde lucharán por demostrar que son jugadores válidos para las distintos clubes de la MLB. Podríamos verlo como un castigo, nada más lejos de la realidad. Nos encontramos ante una nueva oportunidad no sólo para demostrar valía, sino para ganar dinero y vivir nuevas experiencias.
No nos engañemos, todas estas ligas se disputan en países de playas de arenas blancas, y eso…de ninguna manera puede ser un castigo o una mala experiencia.
Las ligas de invierno las conforman las ligas dominicana, venezolana, puertorriqueña, la mexicana, que confluyen todas ellas en febrero en las Caribbean Series. No podemos olvidarnos de la Arizona Fall League y de la Australian Baseball League.
Los equipos que disputan todas estas ligas tienen firmados contratos de colaboración con las organizaciones de las ligas mayores, de este modo los prospectos y los veteranos de los clubes de MLB se mezclan con los jugadores locales, muchos de ellos verdaderas estrellas mediáticas en sus países, dando como resultado partidos y competiciones emocionantes, de gran calidad y competitividad.
Los objetivos de los deportistas son bastante diferentes. Los jugadores jóvenes con proyección ven en estas ligas una oportunidad para llamar la atención, para demostrar que pueden y saben manejar la presión y las exigencias que sufre un jugador de béisbol. Por su parte, los veteranos buscan demostrar que se merecen un lugar entre los cuarenta nombres del plantel. Asimismo, son muchos los que ya contando con una dilatada experiencia, ven las ligas invernales una oportunidad de hacer repuntar sus carreras, después de lesiones o temporadas nefastas. No son pocos los hombres que han disfrutado de la gloria, tras experimentar el invierno caribeño.
La MLB no deja lugar a la improvisación, controla todo. De esta manera las Winter Leagues no escapan a su influencia. Hace poco más de un mes, días antes de que comenzaran la mayoría de estas competiciones, la Major League Basebbal llegaba a un acuerdo con la asociación de jugadores, permitiendo la participación, sin ningún tipo de condiciones, de jugadores de posición, a la vez que limita la de los lanzadores, con el fin de que sus brazos no se vean sobrecargados de entradas. Asimismo, exigen entrenadores e infraestructuras propias de las ligas mayores. De esta manera, la liga recuerda qué es lo más importante, la propia liga y estar en condiciones físicas óptimas para afrontarla.
El impacto de esta noticia en los países donde se disputan las Winter Leagues ha sido enorme, ya que muchos aficionados y dirigentes de clubes veían como se quedaban sin la oportunidad de contar con importantes jugadores que, sin duda, dan brillo y lustre a la competición. Este gran impacto contrasta con lo ocurrido en Estados Unidos, donde la noticia ha pasado, prácticamente, desapercibida.
Como en New York, nos limitamos a visitar, disfrutar y regodearnos viendo cómo negocian y firman contratos los rostros más reconocidos y reconocibles, pero para que la ciudad nunca duerma y la fiesta nunca termine, un gran número de decisiones se toman cada día y de ellas disfrutan muchos jugadores y aficionados.
Si tenéis interés por ver partidos de estas ligas no dudéis en entrar en sus páginas oficiales, desde donde podemos disfrutar de partidos de manera gratuita.