José Abreu, Yoenis Céspedes, Aroldis Chapman, José Fernández, Yasiel Puig y Alexei Ramírez. Todos tienen dos cosas en común: son All-Star y han nacido en Cuba. Todos estos jugadores salieron en su momento para dirigirse a los Estados Unidos, todos ellos previo paso por algún estado centroamericano como México, la República Dominicana o incluso europeo como hizo Aroldis Chapman al establecer su residencia en Andorra tras huir de la convocatoria de la selección cubana en el aeropuerto de Rotterdam, excepto José Fernández que llegó a Florida como un balsero más en su infancia.
Seis jugadores unidos a una generación cubana que viene pisando fuerte como los Dodgers Yasmani Grandal y Erisbel Arruebarruena, José Iglesias y jugadores disponible este año como Yoan Moncada, Yasmany Tomás, firmado por los Arizona Diamondbacks o Andy Ibáñez. En los dos últimos años esos seis hombres han sido los jugadores cubanos que han conseguido llegar al juego de las estrellas, incluso con Yoenis Céspedes ganando de manera consecutiva los dos últimos Home Run Derby.
Esos jugadores sufrieron auténticas penurias para lograr salir de Cuba y llegar a otro país, pero tras la restauración de las relaciones diplomáticas entre Cuba y los Estados Unidos se tiene la esperanza de que el béisbol pueda ser uno de los mayores exponentes de esta nueva situación.
En estos momentos República Dominicana y Venezuela son los mayores exportadores de jugadores de béisbol extranjeros en los Estados Unidos con Australia, Europa, Corea del Sur, Japón, Taiwan, México, Colombia, Cuba, Canadá, Sudáfrica, Puerto Rico y las antiguas Antillas Holandesas como países o regiones con menor presencia. La situación de Puerto Rico ha ido degenerando poco a poco al pertenecer al draft amateur de la MLB, juntos a los Estados Unidos y Canadá, en vez de ser miembro de la región internacional, donde se encuentran sus competidores caribeños, lo cual ha hecho que cada año menos puertorriqueños firmen contratos profesionales. Otro estado que esta yendo a menos es Venezuela donde la mayoría de las academias de los equipos MLB cierran debido a la inseguridad y a las pocas facilidades que da el gobierno para abrir complejos, justo todo lo contrario que las autoridades dominicanas. Por eso se dice que si Venezuela tuviese la misma cantidad de academias que la República Dominicana habría más criollos big leaguers que quisqueyanos. Pero este tema es diferente y da para otro artículo.
Lo que si se espera es que si Cuba permitiese la apertura de complejos para firmar a sus jugadores podría superar de manera amplia tanto a los dominicanos como a los venezolanos. La cantidad de cubanos que podrían, pueden y pudieron jugar en la MLB o en la MiLB es incalculable ya que la capacidad real beisbolística es difícil de calcular debido a las dificultades para comparar el nivel de la gran mayoría de los jugadores de la liga con el nivel de otras ligas internacionales debido al aislamiento que sufre el país caribeño.
La grandísima hornada de jugadores de Cuba que viene en estos momentos podría ser una buena oportunidad para dar facilidades a sus atletas a llegar al profesionalismo y conocer el verdadero nivel de la isla.