«Trabajar en el ‘plato’ es duro. No me gustaba pero tenía que hacerlo para mantener mi trabajo, es el lugar más caliente del estadio, tienes que tomar alrededor de 250 decisiones al día con el sol asediandote en el cuello y la espalda.» –Beans Reardon (Umpire de la Liga Nacional entre 1926 y 1949)
Llegar a Major League Baseball es más difícil para umpire que para un pelotero. Se estima que ingresa un árbitro nuevo por año a la liga, mientras que hay otros 220 en los diferentes niveles de las Menores con esperanzas de ser los próximos Joe West o Ángel Hernández.
Los pretendientes a «jueces de MLB» deben hacer cursos, destacarsen ir avanzado en cada nivel de las Minors, pulir su «juego» y hasta (¿por qué no?) tener un «toque de suerte» para recibir el call-up. Intentar ser umpire en las Mayores significa sumergirse en un proceso de etapas bien definidas.
El primer paso: Enrolarse en una academia

Lo primero que debe hacer un aspirante a ser umpire en el mejor béisbol del mundo es enrolarse en una academia aprobada por la Major League Baseball. A su vez, para ésto, hay requerimientos básicos que se deben cumplir para la inscripción:
- Ser mayor de 18 años.
- Tener el certificado de High School o aprobado el test GED.
- Certificar tener buena visión obteniendo un 20/20 en el test de visión, sin anteojos y/o con lentes/lentes de contacto.
- Acreditar una buena salud en general, etc.
La Harry Wendelstedt School for Umpires o la Minor League Baseball Umpire Training Academy son las dos únicas academias de umpires autorizadas y certificadas por la MLB para comenzar a estudiar el oficio de dirigir en el baseball. Ambas están situadas en el estado de Florida, el curso de aprendizaje tiene una duración de 4 a 5 semanas y se dicta en los meses de enero y febrero. El costo en ambas academias oscila entre los $2.500 y $4.000 dólares, dependiendo de la opción que se elija.
En las academias los alumnos son sometidos a días intensos de aprendizaje. Su rutina comprende cuatro horas diarias en el salón de clase con teoría y las reglas del deporte, complementándose con otras cuatro horas en el campo en donde se les enseña el posicionamiento en home plate, conocer y dilucidar la strike zone, ubicarse de manera adecuada en las bases, «cantar» correctamente bolas, strikes, outs o safes, e inclusive a quitarse correctamente la face mask.
Asimismo, son preparados en «juegos simulados» para tratar de manejar de la mejor manera la tensión del juego y sus emociones, lidiar con las quejas los jugadores y exabruptos de los managers.
Saturday classroom at the Academy. #Academy17 #getbetter pic.twitter.com/6DN61JKqLA
— MiLB Umpire Academy (@MiLBUmpAcademy) 21 de enero de 2017
Solo los mejores pasan a la siguiente etapa
Los estudiantes mejor evaluados de cada escuela (alrededor de un 15% de los enrolados) tendrán la posibilidad de participar en MiLB Advanced Course, de una semana de duración y organizado por Las Ligas Menores, en donde son revaluados exhaustivamente y pulidos en diferentes aspectos por el personal del Minor League Baseball Umpire Development Staff y nuevamente, los más sobresalientes se ganarán la oportunidad de dirigir en la pelota de manera profesional ya que serán asignados de manera permanente o como reemplazo al nivel más bajo del béisbol organizado y dirigirán a las Rookies Leagues y partidos de Clase A (short- season). Éste es el primer gran paso de un largo camino.
Para los que no tienen la suerte de ser seleccionados para los cursos avanzados, les queda en consuelo que obtienen su certificado de umpire que los acredita para controlar juegos de baseball desde nivel Little League hasta college.
Las Ligas Menores, la parada obligada
Si se puede trazar una similitud entre el camino que deben recorrer los umpires y los jugadores, ésta es sin duda que las Ligas Menores son su parada obligatoria antes de llegar al Gran Show.
Los árbitros deben pulir sus habilidades detrás del plato, tomar experiencia, antigüedad y destacarse en cada una de las categorías de Minor League Baseball, y luego esperar que algún colega de la Gran Carpa se retire o jubile para poder recibir su call-up.
Rookie Ball, Class A (short- season), Class A, Double A y AAA, esas son todas y cada una de las etapas que deben recurrir los umpires antes de llegar a dirigir en la gran carpa. Tienen la obligación de pasar por cada uno de los niveles de MiLB antes de siquiera tener una oportunidad en las Mayores.
«Una vez que llegas a las Grandes Ligas pasas los primeros años pagando las deudas que adquiriste mientras trabajabas en las minors» –Hunter Wendelstedt (umpire de MLB y Director de la Harry Wendelstedt School for Umpires)
A partir de Clase A, cada árbitro tiene aproximadamente tres años para «graduarse» en las categorías del béisbol de las Minors. En Triple A tienen alrededor de tres temporadas para establecerse antes de comenzar a ser evaluados por MLB; los más sobresalientes serán tenidos en cuenta para suplencias en la Gran Carpa, los que no están a la altura de los requerimientos son dejados en libertad.
Nivel de las Minors | Sueldo mensual |
Viáticos por día |
Rookie League/Clase A Avanzada | $2000-$2.300 | – |
Clase A |
$2.100-$2.600 |
$46,50/$54,50 |
Doble A |
$2.500-$3.100 |
$52/$60 |
Triple A |
$2.900-$3.900 |
$60/$68 |
(Aclaración: la variación en los sueldos y los viáticos está relacionado con la antigüedad de los árbitros. Fuente: MiLB)
Como se ve en el cuadro de arriba, las remuneraciones de los árbitros en las Menores son bajas puesto que van desde $2.100 mensuales en las Rookie Leagues, y pueden llegar a un máximo de $3.900 al mes en Triple A; lejos están los montos que cobran sus colegas de MLB. Demás está decir que tampoco cuentan con las mismas comodidades en los que respecta a calidad de transporte ni de alojamiento.
La vida en los árbitros en MiLB se caracteriza por la austeridad, sus noches suelen terminar en hoteles o moteles de poca monta, se trasladan vía carretera conduciendo por muchas horas y largas distancias entre ciudades, y habitualmente comparten vehículo con el resto del crew para abaratar costos. Se puede decir que casi no «sobreviven» con su sueldo, es por eso que luego de siete meses de trabajo en los estadios de las Menores, la mayoría de ellos opta por seguir sus labores en las Ligas de Invernales del Caribe, en las Fall Leagues de MLB, o en su defecto recurren a empleos temporales para mejorar sus finanzas.
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El Gran Show, un lugar selecto

Sesenta y ocho umpires integran el grupo de regulares de MLB. Al comienzo de cada temporada la liga se encarga de nombrar el roster permanente donde hay hay 17 crews fijos de cuatro integrantes cada uno. Ellos son quienes se encargan de «impartir justicia» en la mayoría de los 162 partidos de la regular season.
La «vida laboral» de umpire en las Mayores es muy longeva, pasan mucho tiempo en su puesto (entre 20-25 años), y solamente son reemplazados aquellos que se jubilan o retiran. Se estima que anualmente solo se genera una vacante como «árbitro regular» en la gran carpa.
Integrar la lista de suplentes, el primer objetivo
Cada año MLB confecciona una lista de «árbitros suplentes» denominada Minor League Call-Up Umpires. Está integrada por los mejores 18/20 umpires de Clase AAA, quienes serán los reservas oficiales y designados para ver acción durante las vacaciones o ante cualquier inconveniente de los umpires regulares.
Los integrantes de esta lista pueden pasar mucho tiempo, haciendo «suplencias» a sus colegas de MLB hasta que les llega el momento de consolidarse en la gran carpa.
La temporada pasada fue la última para los umpires Bob Davidson, John Hirschbeck, Jim Joyce y Tim Welke. Estas jubilaciones significaron que Adam Hamari, Gabe Morales, Pat Hobert y el venezolano Carlos Torres dejaran de ser call-up umpires y sean «titulares» actualmente de cuatro crews permanentes.
Para tener una idea de lo difícil que es quedar como umpire titular, Hamari, Morales, Hobert y Torres vieron acción en 1.445 juegos como call-up umpires hasta quedar efectivos; esto es un claro ejemplo de vaivenes y el tiempo que pasan entre las Grandes Ligas y las Menores los «árbitros suplentes».
De los mejores alumnos de las dos academias de umpires, solamente el 3% cumplirá su sueño de dirigir en MLB, el 8% serán tenidos en cuenta como suplentes en las Mayores, el 31% conducirá juegos en Triple A, el 50% verá acción en Clase AA, el 71% logrará conducir partidos en Clase A (avanza), el 84% verá acción en Clase A, y finalmente el 98% estará en un campo de Clase A (Short Season)
La vida en MLB
Su vida por ocho meses se caracteriza por el desarraigo, a diferencia de los ballplayers que juegan la mitad de los encuentros en casa. Los árbitros juegan todos sus partidos «en la carretera» y tienen que hacer su maleta cada tres o cuatro días. Su travesía comienza en febrero con el Spring Training y culmina a finales de octubre o principios de noviembre. Durante los entrenamientos primaverales, los umpires, a diferencia de los jugadores, reciben la mayor parte de innings y están expuestos a golpes, pelotazos y lesiones igual que los peloteros.
Es para destacar que los umpires ligamayoristas se desplazan vía aérea y se alojan en hoteles de primera clase; ésta es una de las principales diferencias con sus colegas de las Minors, y demás esta decir que su remuneración es acorde al trabajo que realizan. Se estima que un árbitro que inicia su carrera en Major League Baseball cobra aproximadamente $120.000 por temporada, y su sueldo puede elevarse hasta $350.000 para los de mayor antigüedad.
Ser umpire en la Major League Baseball significa estar en un «grupo selecto» de 68 personas, representa un «peregrinaje» de muchos años a través de las Ligas Menores esperando el llamado para dirigir en The Big Show. Básicamente representa ir contra las probabilidades.