La liga de baloncesto femenino más importante del mundo, ya ha anunciado sus próximos 6 miembros que serán exaltados al Salón de la Fama el 14 de junio del 2014 en Knoxville, Tennessee. Entre las figuras, se encuentran: Lin Dunn, Michelle Edwards, Mimi Griffin, Yolanda Griffith, Jasmina Perazic, y Charlotte West. Además, se brindará un homenaje a las primeras proculsoras del deporte, como el equipo “All American Red Heads”, “Hutcherson Flying Queens” y las canadienses de “Edmonton Grads”.
Desde su creación en 1999, el Salón de la Fama ha tenido como objetivo, poder homenajear a todas aquellas deportistas que logran impulsar el baloncesto femenino a lo largo y ancho del mundo. Con el objetivo de preservar la historia, la votación se basa en varios factores, que incluyen el carácter moral, la integridad, el espíritu deportivo, el historial de desempeño, la capacidad, el reconocimiento nacional e internacional, y contribuciones al juego del baloncesto femenino.
Lin Dunn
Es considerada una de las mejores entrenadoras en la era abierta de la WNBA. Identificada con Indiana Fever, llegó en 2004 para no irse jamás. Primero, actuó como coach asistente hasta 2008. A partir de allí, tomo el mandato del equipo y llegó a un campeonato en 2012, manteniendo una marca de 103-67 (.606).
Fue la primera entrenadora de Seattle Storm. Su campaña tan solo duro tres temporadas, donde lo más regular fue una semifinal de conferencia. Allí, tuvo un cargo como la directora general de expansión de la liga cuando recién comenzaba a dar los primero pasos. Dunn, había entrado al mundo profesional en 1996 en la liga ABL dirigiendo a Portland Power en medio de la temporada. Allí, tuvo algunos desniveles pero logró ganar un campeonato de conferencia un año más tarde.
En el plano universitario, se le recuerda su gran paso por la Universidad de Purdue, guiando a los Boilermakers durante nueve temporadas (1988-1996). Fueron tres títulos de conferencia, cuatro apariciones en el Sweet Sixteen y un viaje al Final Four en 1994. Obtuvo un 206-68 (.752) de promedio, y su nombre, todavía no ha desaparecido de las filas más ganadoras en Purdue. Además, estuvo en la Universidad de Miami (1978-1987), en Mississippi (1977-1978) y en Austin Peay State (1972-1977), logrando en todas unas de las mejores imágenes y obteniendo, en algunos casos, las primera becas para las jugadoras.
En el plano nacional, Dunn fue asistente durante los Juegos Olímpicos de 1992 y 1990, Estuvo en la medalla de oro de EE.UU en el campeonato Mundial de Malasia 1990, y en los Juegos de la Buena Voluntad, que se celebraron en Seattle. Como entrenador en jefe del equipo de USA, logró el bronce de la Copa Jones en 1995 en Taiwán. También se desempeñó durante ocho años en el comité de selección del equipo de baloncesto.
Michelle Edwards
Directora de operación del baloncesto femenino en la Universidad de Rutgers, es otra de las elegidas para el Salón de la Fama. Estuvo en la Universidad de Iowa desde 1984 hasta 1988, donde jugó y logró llegar dos veces a las finales de la NCAA y llegar a tener el ranking nacional número uno. Posteriormente, se le retiraría su camiseta y sería exaltada al Salón de la Fama, con números finales de 1.821 puntos, 431 asistencias y 235 robos. Además, consiguió las distensiones como Jugadora del Año, premio Naismith y el USBWA All-American.
A partir del 88, su futuro de centro en Italia. Hasta 1997, ganó tres premios MVP que otorga la Liga “azurra”. Cuando se terminó su contrato, decidió no renovar y volver a los Estados Unidos, en la reciente creación de la WNBA. Allí, jugó tres temporada con los Rockers de Cleveland y dos con Seattle Storm, promediando un poco más de 7 puntos por partido.
Además, fue parte del equipo nacional de USA en los Juegos Panamericanos de 1991 de La Habana, donde consiguieron un bronce tras vencer 92 a 61 a Canadá.
Mimi Griffin
Ha sido por décadas una de las mujeres que ha alzado su voz para que el baloncesto femenino creciera tanto en popularidad como en Marketing, su principal objetivo desde la Universidad. Ella comenzó como entrenador asistente en Lehigh, y luego paso a ser una de las principales locutoras de los juegos, tanto de las chicas como de los hombres. Fue una de las principales analistas y su popularidad se iba conociendo día tras día, a tal punto que la cadena ESPN hizo contacto con ella. Fue comentarista desde 1983 hasta 1999 y con CBS Sports desde 1985 hasta 1991. Además de haber transmitido los juegos de la NCAA.
Luego de su retiro en la televisión, Mimi estuvo al frente del equipo colegial de su hijo en St. Thomas More en Allentown. Posteriormente, se mantendría con su empresa, MSG, para gestionar las ventas de hospitalidad corporativa, operaciones y servicios al cliente de los Abiertos de golf de los Estados Unidos, una empresa que inició en 1995.
Yolanda Griffith
Tiene una historia peculiar en el mundo del baloncesto. Un inesperado embarazo en la universidad hacía creer de un futuro lejos de las canchas. Sin embargo, su espíritu se sobrepuso y hoy, es difícil encontrar una jugadora tan completa como fue ella. Su primer lugar en contacto con el deporte y el baloncesto fue el George Washington Carver High School, donde aprendió lo básico de esta disciplina. Con el nacimiento de su hija y algunas peleas con el padre de ésta, su futuro se centró en su nuevo lugar, Palm Beach Junior College. Su primer año, promedio 28 puntos y 19.7 rebotes.
Tras un periodo muy corto por la Universidad Atlántica de la Florida, Yolanda decidió emigrar a Alemania para estar tres temporadas en la Euroliga. Aunque no estaba en sus planes, emigró por problemas económicos en 1993.
En 1997, llegó su gran oportunidad de estar en los primero planos. Fue seleccionada como primera jugadora del Draft por Long Beach Stingrays, para integrar la liga ABL. Fue una temporada sensacional, llegaron a la final donde cayeron ante Columbus Quest, fue elegida como mejora jugadora defensiva y promedió 18 puntos por partido. En 1999, ya con la formación de la WNBA, Yolanda llegó a Sacramento Monarchs donde consiguió un título en 2005, MVP de las finales, jugadora defensiva y ocho veces seleccionada al juego de las estrellas. Su carrera culminaría en medio de lesiones en una temporada con Seattle Storm en 2008 y en 2009, se despidió con Indiana Fever.
Además, consiguió en los Juegos Olímpicos del 2000 y 2004 la medalla dorada con el equipo nacional. Una jugadora, que sorprendió a todos en los principios del baloncesto femenino.
Jasmina Perazic
Otra jugada que impacto en el plano universitario fue la serbia Jasmina Perazic. La jugadora es identificada con Maryland, donde jugó desde 1979 hasta 1983. En 1982, llegaron a las finales de la NCAA y su equipo se ubicó número tres a nivel nacional en el país. Además, consiguió tres títulos en la Conferencia Atlética de la capital (CAC).
Desde todo punto individualista, Jasmina tenía todas las características de ser una jugadora de toda la cancha. Sus movimientos y su agresividad la llevaron a ser una de las mejores de la época, terminando en Maryland con 1.396 puntos. Además, de cosechar el Kodak All-American y MVP del torneo en 1983. Su jersey número cuatro fue retirado y hoy todavía puede verse sobre el techo de la cancha.
Su historia también está ligado a la selección de Yugoslavia, donde jugó dos Juegos Olímpicos, en 1980 y 1984. Precisamente, en Moscú, consiguió la medalla de bronce superando a Hungría, 68 a 65.
Charlotte West
Si hubo personas que propulso el baloncesto femenino, no podemos de dejar de nombrar a la Dr. Charlotte West. Durante sus 42 años en la Universidad del Sur de Illinois, donde estuvo como entrenadora, instructora, profesora y administradora, concretó una de las tareas más difíciles por entonces, darles oportunidad a las mujeres de competir. De a poco, fue incluyendo a nuevas reclutas y se fue ganado un honor, que hasta el día de hoy, es figura del gran crecimiento de este deporte.
Con el propósito de encontrar becas para los deportistas, West se involucró en la Asociación de Atletismo Intercolegial para la Mujer, en medio de la discordia con la NCAA. Fue en ese mismo régimen que se hizo comisaria deportiva desde 1990 hasta 1998. Charlotte siempre memoriza el programa atlético de las mujeres en el sur de Illinois y el rendimiento de sus atletas, algo nuevo por aquellos tiempos.
Además, durante la entrega y la exaltación de las nominadas, se hará un homenaje a la selección nacional de USA por la medalla de plata en las Olimpiadas de Montreal 1976. Cabe remarcar que fue la primera vez en la historia que se incluyó el baloncesto femenino en un JJOO. Fue a través de un torneo con clasificación general. El podio lo encabezó la Unión Soviética y lo cerró Bulgaria.
También, se hará entrega de un reconocimiento a las “All American Red Heads Team”. Formadas en 1936 y recordadas por sus largas cabelleras coloradas, las chicas disputaron 133 partidos en casi 30 estados en tan solo 6 meses. Duelos con los hombres por aquellas épocas era sinónimo de buen espectáculo, de lo cual ningún aficionado se quejaba de lo visto. Su legado termino en 1986.