El momento más esperado del año ha llegado: ¡ya están aquí las finales de la NBA!
En este artículo presentamos a los campeones de la Conferencia Este, los Miami Heat, el actual campeón era uno de los que estaba en todas las quinielas para llegar a ellas, han quedado primeros de la fase regular superando el récord histórico, han arrollado a Bucks y Bulls por 4-0 y 4-1 respectivamente, pero al llegar a la final de conferencia ¡zas! Se toparon con un muro de 2’25 metros de altura llamado Roy Hibbert y su superconjuntado equipo, los Indiana Pacers. Indiana fue capaz de secar a jugadores de la talla de Dwayne Wade, Chris Bosh y Ray Allen.
Los Pacers, dejaron a la vista las carencias de unos Heat que cuando alguno de sus jugadores clave no está a la altura, el equipo lo nota gravemente. No se había visto sufrir tanto a estos Heat desde que los Mavericks de Nowitzki les hicieron un traje en las finales de 2011. Todo esto nos hace pensar: ¿es rentable deportivamente un equipo que en sí son solo tres o cuatro jugadores? Es decir, más allá del Big Three Miami no da señales de poder plantarle cara a un equipo bien conjuntado con pocas estrellas y con jugadores muy correosos y competentes. Hasta ahora han estado viviendo de las genialidades de LeBron y Wade completados por Allen y Bosh, pero el resto del equipo es inferior hombre por hombre a Indiana, y evidentemente eso ha hecho aflorar dudas internas.
De cara a la serie final contra San Antonio ¿qué podemos esperar de los «Beach Boys»?
En condiciones normales sufrirán para ganar, el equipo formado por los tejanos es muy completo y ha demostrado todo el año su competencia, a ello cabe sumarle su particular Big Three, compuesto por los tres viejos rockeros (Ginobili, Parker y Duncan) que le dan al equipo una consistencia enorme y sobretodo a estas alturas en las cuales tienen una gran experiencia, 3 títulos de campeones. Cierto es que Miami tiene ventaja de campo, pero eso ya sabemos que a menudo es irrelevante. Si Miami juega como equipo podrán hacer que la serie llegue al sexto o séptimo partido, pero si siguen por el mismo camino que hasta ahora, no pasarán del quinto, Spoelstra debe darse cuenta de qué pie cojea su equipo y arreglarlo ya, le animo a que piense en las finales de 2011 cuando un veterano jugadorazo les hizo papilla, pues bien ahora son tres, mayor peligro todavía.