Los Angeles no es una ciudad muy dada a las tradiciones. En la mayor parte de las ciudades estadounidenses, como ocurre en nuestro país, existen acontecimientos que son conmemorados de forma local año tras año: el famoso carnaval de Miami, el desfile de San Patricio en Nueva York, la noche veneciana de Chicago, el día de la Marmota en Pennsylvania etc. Pero a pesar de que no exista un importante hábito local más allá de las festividades nacionales, en la ciudad de los sueños se viene dando desde hace unos años un fenómeno que siempre suele presenciarse entre los meses de diciembre y febrero. Inunda las páginas de los periódicos, las escaletas de los programas de televisión y copa gran parte de las tertulias. No es otro fenómeno que los «Rumores de traspaso de Pau Gasol». Cada temporada parece que presenciamos la misma historia. Como otro año más, Pau Gasol se encuentra en el ojo del huracán y parece que su equipo vuelve a mostrarse en disposición de desprenderse del ala pivot catalán como cada vez que la temporada no circula por los cauces preestablecidos. Pero esta vez la situación parece más crítica. Esta viviendo sus peores porcentajes de tiro, actuaciones bajísimas, su moral por los suelos y graves cruces de declaraciones con su entrenador. Es la culminación a unos últimos años que han sido los peores del español en la NBA, sin duda. Pero, ¿Qué parte de responsabilidad de tiene el jugador?. ¿Se es justo con él?. ¿el traspaso es la mejor solución?… La visión parcial que solemos tener en este país muchas veces no nos deja ver el fondo de la cuestión. Por ello, a través de este artículo intentaremos dar respuesta a las infinitas preguntas que suelen flotar en el aire y poder analizar las causas de la crisis profesional que atraviesa el mejor baloncestista de la historia de nuestro país.
La vida NBA de Pau Gasol no ha sido nada fácil en gran parte por una razón. Nunca ha sido un jugador carismático. Hay jugadores, como Ricky Rubio, que poseen un aura de veneración al margen de cuáles sean sus resultados deportivos. Con ello se nace o no se nace. Pau nunca lo ha tenido y se tuvo que ganar el cariño de la afición, tanto en Memphis como en Los Angeles, por medio de estadísticas impresionantes y grandes aportaciones en el parqué. Pero calar en la afición únicamente por tu producción produce un efecto que da lugar a que en los momentos malos la gente no se acuerde de todo lo bueno realizado. De ahí que actualmente no goce del favor ni de la parroquia del Staples Center y de los fans del equipo de Tennessee. A pesar de ello, Pau es y ha sido siempre muy valorado por técnicos, jugadores y especialistas. Esto le llevo a crecer en la liga y a poder vivir sus mejores momentos dentro del basket con su fichaje por los Lakers, siendo el ingrediente que faltaba para convertir un buen plato de menú en una genial obra culinaria de un restaurante de estrella michelín. Sus tres veces all-star (más una en las filas de los Grizzlies), los dos anillos, un subcampeonato, una superenovación ($65 millones en cuatro años) y premios por su contribución a la comunidad hacen que su bagaje en california sea espectacular. ¿Pero en que momento Gasol entró en crisis? Existe un momento y día muy concreto. El ocho de Mayo de 2011. Ese día los Lakers caen en primera ronda barridos por los, a la postre campeones, Dallas Mavericks en un partido que pierden de 36 puntos para cerrar un vergonzoso 4-0 en contra. Además de ser el fin del ciclo triunfal de los angelinos, ese día fue el momento en que dijo adiós Phil Jackson. Aunque han tenido sus más y sus menos, Phil ha sido el gran valedor de Pau y el que supo sacarle su mejor versión. Sin Phil no hemos vuelto a ver a Gasol.
A partir de ese día la carrera de Pau comienza una cuesta abajo propiciada por tres factores fundamentales: El nivel global de su equipo, sus entrenadores, y sus problemas físicos y de edad. Los Lakers en estas cuatro temporadas sin Phil Jackson no han sabido conformar un proyecto que camine hacia algún lado. Todo lo que ha rodeado al equipo ha sido esperpéntico debido a que no existe ninguna hoja de ruta la cual seguir, pudiendo poder el «tema Howard» como el mejor ejemplo de la obra teatral absurda que se ha escenificado estos años. Es un equipo hecho a impulsos y eso ha afectado al juego de jugadores como Pau. Unas malas confecciones de plantillas hechas para dos capitanes de barco cuyos planteamientos han chocado con los jugadores que disponían, y especialmente con el español. Antes de la llegada del sucesor de Phil, comenzaron los primeros rumores serios de traspaso durante todo el verano del 2011. Y el comienzo de la temporada no trajo nada bueno. El primer heredero del trono de Jackson, Mike Brown, fue el primero que efectuó la salida de Pau de la pintura. Con su «sistema Princeton» buscaba mover muchísimo el balón alejando a los jugadores interiores del poste bajo. Pau notó mucho el cambio de sistema y el equipo también. Sonaban los primeros silbidos para él y se produce el traspaso vetado por NBA en el que Gasol ponía rumbo a Houston y Chris Paul llegaba a los Lakers. Fue la prueba mas clara de que le buscaban una salida. Es el segundo momento importante. Su moral decae. Su lealtad a la franquicia no es recíproca. ¿Falta de lealtad o un movimiento lógico? Si bien es cierto que Pau era un jugador que se intentaba adaptar a las exigencias de Brown, sus lesiones y esa falta de acoplamiento no iban en consonancia con el alto salario que percibía. A parte de Kobe, Pau era la única pieza de valor que los Lakers podían ofrecer para hacerse con un jugador que se adaptara mejor al sistema de Brown. Y Paul lo era. Tras el frustrado traspaso, Pau se queda en el equipo pero en una situación muy complicada. Sabe que en cualquier momento lo van a intentar colocar en otro lugar.
Tras la paliza propinada por OKC en playoffs, Gasol parecía tener los dos pies fuera. Pero fue Bynum el que se salió del tablero para dejar hueco a Howard. Cuando parecía que Gasol iba a tener una buena temporada por delante, los Lakers se cargan a Brown tras un inicio desastroso y llega un D´Antoni que no puede salvar la temporada. Lo que sí hace, y muy bien, es desplazar a Pau a un rol secundario. Tercer momento clave. La llegada de D´Antoni. Un entrenador que juega con solo una plaza interior reservada para la «esperanza angelina» Howard. Pau no tiene hueco y es desplazado a tres y cuatro metros de la canasta. Su juego se ve resentido. Y sus problemas físicos los siguen machacando. Nada ayuda, además cuando juega en el lugar de Howard no realiza buenas actuaciones y adolece de la crítica que le ha seguido durante toda su carrera. No jugar duro. A todo esto Howard se va, Pau se opera de las rodillas y comienza la temporada actual como referencia interior. Tiene que ser su año. Su último año de contrato. Pero el sistema de D´Antoni le vuelve a dar la espalda. Es la referencia interior pero recibe el balón muy lejos de canasta. Aún así todas las culpas no son para el entrenador. Si tildarlo de jugador blando ha sido una crítica que no ha estado fundamentada en años anteriores, este año sus detractores se han cargado de razones. No se ha mostrado contundente, jugadores mas pequeños le han birlado decenas de rebotes y sus porcentajes de tiro están en los peores registros de su carrera. Pau es un jugador inteligente pero su edad y estado físico no son los idóneos y la situación que ha atravesado estos años le ha afectado a su juego. Esto nos lleva a que Pau estalle contra D´Antoni y viceversa.
La situación no es sana para el jugador. Su lealtad a los Lakers e su identificación con la franquicia ha sido un factor que le ha jugado en su contra y si se hubiera marchado hace un tiempo seguramente estaríamos viendo una versión de Gasol mas acorde con el nivel que tiene. Una pregunta asalta mis pensamientos. ¿Que Gasol hubiéramos tenido o tendríamos ahora si se hubiera ido a Houston en 2011?. Con todo, puede recuperar su juego. Sus dos últimas actuaciones lo avalan y se han mitigado las críticas que recibía tanto desde el exterior como desde dentro del equipo. Pero sabe que pueden volver, como siempre ha pasado. Tiene 33 años pero su inteligencia dentro de la pista es enorme y con confianza puede alcanzar el punto físico óptimo. Necesita sentirse respaldado, como cualquier jugador o trabajador de una empresa. Sea o no traspasado finalmente en estos meses, tiene el próximo verano en el horizonte dentro de la agencia libre pero una mala temporada no le asegura un buen contrato. Necesita un buen año para colocarse en una posición preferencial y recibir ofertas atractivas u optar por una renovación sustanciosa. O no. O le ofrecerían un contrato a la baja pero dándole la mayor de las confianzas escudándose en querer armar un equipo campeón entorno a él, Kobe y otra superestrella. Y podría pasar que después de firmar un día fuera cuestionado y otro alabado. Esto parece que me suena.
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