Tras unas merecidas vacaciones de Semana Santa, con las pilas recargadas les traigo a uno de los integrantes de la selección yugoslava que ganó el oro en el Eurobasket de 1989, no es otro que el gigante croata Stojan “Stojko” Vranković.
Nació un 22 de enero de 1964 en la localidad, por aquel entonces yugoslava, de Drniš. A la edad de 16 años ya superaba los dos metros de altura, cosa que hizo que el Zadar se fijase en él y le incorporase a su cantera. Subió al primer equipo en 1982 con 18 años, rápidamente se convirtió en una pieza fundamental del equipo debido a su juventud y altura. A los 20 años ya medía 2,18 metros, lo que añadido a sus buenas dotes defensivas, y su buena coordinación, cosa que no tienen todos los tipos altos, le daba un plus a la hora de rebotear, intimidar y dominar. Contra todo pronóstico conquistó con el Zadar la liga yugoslava en la temporada 1985/86 ante la todopoderosa Cibona de Zagreb del gran Petrović, que venía de ser bicampeona de Europa ese mismo año. El ganar la liga hizo que el Zadar volviese a jugar la máxima competición continental, donde Stojko realizó grandes actuaciones, especialmente recordada es la que realizó ante el Žalgiris del gran Sabonis. Sus grandes actuaciones en Copa de Europa aumentaron su cotización y le afianzaron como hombre importante en la selección yugoslava. Los años siguientes dio una de cal y otra de arena, pero aún así los Celtics le querían, pero su deseo era jugar en la Cibona con su gran amigo Petrović.
En 1989, tras haber ganado el Europeo con Yugoslavia, el Real Madrid, donde jugaba Petrović, estaba deseoso de juntar a los dos yugoslavos, pero Petrović se fue a Portland y Stojko decidió fichar por el Aris de Salónica, club en el cual militaba Nikos Galis, que era la estrella. En su única temporada en el Aris llegó a la Final Four de la Copa de Europa y conquistó la liga y la Copa de Grecia. Con este currículo decidió aceptar la oferta de los Celtics, que llevaban un tiempo tanteándole, y se marchó a Boston. Los dos años que pasó en Boston fueron un desastre. Era todo lo contrario a lo que la franquicia se había imaginado. Era un hombre muy alto sí, pero no se supo adaptar, tenía una habilidad nata para ser expulsado por faltas, y sobre todo era lento. Todo esto hizo que la cantidad de minutos de que disponía se fuese reduciendo y decidiesen no renovarle el contrato. Volvió a Europa, a las filas del Panathinaikos, donde volvió a encontrarse, en los cuatro años que estuvo desarrolló un baloncesto aceptable para su nivel conquistando dos copas griegas. Pero en el año 1995/96, el PAO decidió rascarse el bolsillo y fichar al estadounidense Dominique Wilkins. Esa temporada, la última de Stojko en Atenas, conquistaron la Copa de Europa ante el Barça con un polémico, a la par que famoso, tapón de Vranković en el último segundo a Montero. Su brillante actuación durante toda la temporada le abrió de nuevo las puertas de la NBA, pero otra vez se reprodujeron sus problemas del pasado. Tras un año en Minnesota y otro y dos partidos en los Clippers dio por cerrada su “pesadilla” en la NBA, de la que solo se salva su estadística taponadora, 179, sale a más de uno por encuentro. Jugó 170 partidos, y capturó más rebotes, 516, que puntos, 473.
Volvió a Europa, esta vez al Fortitudo Bolonia. En su única temporada en la LEGA conquistó el título de liga y anunció su retirada por problemas de espalda, aunque la temporada siguiente jugó algunos partido debido a la escasez de pívots que sufría el equipo.
Con Yugoslavia ganó la plata en Seúl 88 y el oro en el Eurobasket de Yugoslavia en 1989. Con la selección de Croacia, formó parte del equipo que perdío ante el Dream Team americano en la final de Barcelona 92.
Como se ha comentado anteriormente, era muy amigo de Dražen Petrović, y fue junto a Toni Kukoč y Dino Radja, uno de los portadores del féretro del Diós balcánico en el entierro de este último.
Hemos hablado pues de uno de los grandes tipos altos de la historia del basket europeo, dominante en Europa, pero que por falta de adaptación al estilo americano fue incapaz de demostrar que era algo más que un jugador defensivo.
A continuación tienen los cinco mejores tapones de Stojko durante la Final Four de la Euroliga 1995/96, disfrútenlos: