Esta semana traemos a una auténtica figura Serbia, un fenómeno, no es otro que Predrag «Saša» Danilović.
Nacido en Sarajevo, actual capital de Bosnia-Herzegovina, en el seno de una familia serbobosnia en 1970, empezó a jugar en las categorías inferiores del Bosna de Sarajevo. Su talento era grandioso y no tardó mucho en sacarlo a relucir. En el campeonato nacional juvenil que disputaban las repúblicas constituyentes de la República Socialista de Yugoslavia, Danilović representó a la RS de Bosnia-Herzegovina, donde llamó la atención del segundo entrenador del Partizan de Belgrado, Duško Vujošević, que convenció al joven Saša y a sus padres para llevarse al chico a Belgrado, pero al no tener contrato profesional, necesitaba, según la legislación yugoslava, el permiso de su club, el Bosna, para completar el traspaso. Según el mismo Danilović:
“Mientras estuve allí, no me consideraban entre sus planes, incluso habían planeado cederme a otros equipos de Sarajevo, pero a partir de que Vujošević hablara conmigo, hicieron todo lo posible por retenerme. El presidente del Bosna, Mirza Delibašić, y el vicepresidente del Partizan, Dragan Kićanović, eran buenos amigos, pero el asunto de mi traspaso enfrió la relación durante un tiempo”.
Al final, en el verano de 1986, viendo que el Bosna no estaba por la labor de aceptar el traspaso, Danilović y el Partizan decidieron actuar unilateralmente: el jugador se fue a Belgrado a sabiendas de que ese año no podría jugar. Vujošević se convirtió en su mentor y a la larga en uno de sus buenos amigos dentro del mundo del baloncesto. Ese año, le nombraron entrenador del primer equipo, por lo que el joven Danilović de 16 años entrenó durante ese año con el primer equipo. Por problemas de papeleo con el Bosna estuvo otro año extra sin jugar, cansado de la prohibición, se mudó a Tennessee al instituto de Cookeville, donde estuvo siete meses, cuando volvió a Belgrado con 18 años, fue incluído en la selección sub 18 con jugadores como Tabak, Komazec o Cvetković. Ganaron el campeonato.
Ya por fin, tras dos años de suspensión, entró a formar parte de una plantilla con jugadores como Djordjević, Nakić, Paspalj, Divac, Pecarski, Obradović, Savović o Grbović. Acabaron primeros la temporada regular, ganaron la copa Korać y la copa yugoslava, pero perdieron la final de la liga yugoslava ante la Jugoplastika. Durante la temporada 1991-1992 debido a las guerras yugoslavas, la FIBA no permitió al Partizan jugar en la Sala Pionir, se vieron forzados a jugar fuera de Yugoslavia, concretamente en Fuenlabrada, aquel equipo fue conocido como el Partizan de Fuenlabrada, y a la postre consiguió la que hasta la fecha es su única Copa de Europa. Durante aquel año, los dos mejores jugadores del equipo, Danilović y Djordjević, a pesar de ser grandes amigos también eran unos chavales de 22 años, debido a la tensión de la situación en su país y personal, no se hablaron durante todo el año, pero a raíz del milagroso triple de Djordjević, todo volvió a la normalidad.
Tras ganarlo todo en Yugoslavia, y a causa de la guerra, fichó por la Virtus de Bolonia, de la que rápidamente se convirtió en su líder. La LEGA era considerada por aquel entonces la mejor liga de Europa, y Danilović demostraba ser el mejor anotando más de 25 puntos por encuentro, en su primer año, derrotaron en la final de la liga a la Benetton de Treviso, de su archienemigo Toni Kukoč, esta vez Danilović le había superado. Pero en Euroliga no le salió tan bien la jugada, jugaron en la primera fase ante la Cibona de Zagreb, y en el partido en la recién independizada Croacia, se convirtió en el primer serbio en jugar allí, la hostilidad fue tal que se vio reflejada en su pobre rendimiento, en palabras del propio Danilović:
“Sabía que el ambiente iba a ser hostil, pero cuando lo ví, era más de lo que yo había imaginado: 8.000 croatas disfrutando de insultar a un serbio. Incluso Franjo Arapović y su entrenador, Aleksandar Petrović, fueron hostiles conmigo antes del partido, tal vez pensaban que no había un partido de vuelta en Bolonia”.
En la vuelta Danilović con una actuación magistral se deshizo fácilmente de la Cibona. Pero en la siguiente ronda, el Real Madrid de Arvydas Sabonis les dejó en la cuneta. Ganó la liga italiana en dos ocasiones más, en 1994 y en 1995. Ese verano se fue a la NBA.
En 1992 fue seleccionado en el Draft de la NBA por Golden State Warriors, que traspasaron sus derechos a Miami Heat, donde jugó en la 1995-1996 promediando 13,4 puntos por encuentro, pero se lesionó y no reapareció hasta los playoffs, donde los Bulls de Jordan y su archienemigo Kukoč les eliminaron. La temporada siguiente, fue traspasado a los Mavs, donde fue el tercer máximo anotador del equipo promediando 16,6 untos por encuentro. Aunque siempre fue el escolta titular tanto en Dallas como en Miami, decidió volver a Bolonia, los números que dejó tras dos campañas en la NBA fueron los siguientes: 12,8 puntos de media y jugaba 31,8 minutos por encuentro.
De vuelta en Italia, lideró a la Virtus de Bolonia de Messina al trono europeo, en ese equipo se encontraban Nesterović y Savić. Ese mismo año, ganaron la LEGA ante el Fortitudo Bolonia de Dominique Wilkins, que fue incapaz de frenar al serbio en un quinto partido de infarto. En el año 2000 se retiró.
Con la selección yugoslava ganó cuatro Eurobaskets (1989, 1991, 1995 y 1997) fue bronce en el de 1999 y ganó la plata en Atlanta 96.
Estamos ante uno de los cinco mejores jugadores de la historia de Yugoslavia, junto con Bodiroga, Kukoč, Divac y Petrović. Además es considerado el octavo mejor jugador europeo de la historia según una encuesta realizada a los jugadores durante el Eurobasket 2013. Tanto Željko Obradović, que le entrenó y fue compañero suyo en Partizan, Dušan Ivković y Ettore Messina, hablan maravillas de Danilović, es probablemente uno de los mejores jugadores que jamás hayan entrenado, incluso Pat Riley, que es muy poco dado a elogiar a sus jugadores, en su momento realizó declaraciones muy positivas sobre él.
A continuación tienen algunos de sus mejores momentos: