El 28 de junio de 2007, Kevin Durant vio cumplido su sueño al ser seleccionado por los Seattle SuperSonics en la segunda elección del draft de la NBA. Con tan solo 19 años, aquel niño nacido en las afueras de Washington D.C. iba a conseguir jugar en la mejor liga de baloncesto del mundo. Por esa época los ojeadores universitarios ya hablaban de su gran talento mientras jugaba en la Universidad de Texas. De hecho, ya había muchos comentarios desde su época de high school en la mítica Oak Hill Academy. Todo el mundo tomaba nota de su facilidad para anotar desde largas distancias, pero lo que más llamaba la atención era su sorprendente físico. Con unos notables 2,06 metros de altura, lo que sobre todo resaltaba eran sus largos brazos. Todo ello le permitía jugar tanto de alero como de ala-pívot, siendo extremadamente difícil defenderle.
Es precisamente su época de high school la que marcó un detalle determinante en su carrera pero que suele pasar desapercibido. Su primer entrenador, Charles Craig, al cual estaba muy unido, murió asesinado. Para rendirle homenaje, desde entonces, Durant viste el número 35 en su camiseta (Craig tenía 35 años en la fecha de su muerte), un número que siempre le ha acompañado a lo largo de su exitoso camino.
«Llevando el 35 sólo intento que todo el mundo mantenga su nombre presente.»
Nueve temporadas después, Durant ha superado con creces cualquier previsión y es sin duda el gran objetivo de este verano para cualquier franquicia cuando sea agente libre. Se espera que Kevin Durant firme un contrato estelar, en parte gracias al aumento del límite salarial. Todos los equipos se preparan para hacerle ofertas a partir del 1 de julio y, de hecho, desde Oklahoma ya le han ofrecido incluso un puesto en la oficina del gobernador para intentar que se quede con los Thunder.
Oklahoma’s governor is offering Kevin Durant a cabinet spot if he stays in OKC https://t.co/FMAwfxhFek pic.twitter.com/YXJwm7QybS
— New York Daily News (@NYDailyNews) 14 de junio de 2016
El año de rookie
Durant jugó su primera temporada con los SuperSonics de Seattle y como rookie ya dejó destellos de calidad, promediando más de 20 puntos en 80 partidos y liderando a su equipo pese a la pésima temporada con tan solo 20 victorias. En el aspecto individual arrasó para conseguir el premio al Rookie del Año y fue convocado para el partido de jóvenes del All-Star.
Por desgracia, tras un cúmulo de circunstancias, la ciudad de Seattle, una de las grandes ciudades de Estados Unidos, perdería a los SuperSonics. Pese a la gran tradición baloncestística que existía, la NBA se vió obligada a mover el equipo a Oklahoma. Además se cambió el nombre del equipo por Oklahoma City Thunder, y es en este equipo donde Durant empezaría a hacer historia.
En la primera temporada jugando en Oklahoma, la mejoría de Durant fue muy notable promediando 25 puntos y mejorando enormemente sus cifras reboteadoras. Además se unió al equipo Russell Westbrook, elegido por los Thunder en 2008 en el draft, quién ha sido el mejor compañero de Durant en estos años. Fue convocado como sophomore de nuevo para el partido de jóvenes del All-Star, siendo nombrado como MVP del partido.
Durante la temporada 2009/2010, Durant dio un paso definitivo para consolidarse como uno de los mejores jugadores de la liga tras solo tres años como profesional. Jugó los 82 partidos promediando más de 30 puntos y 7 rebotes, consiguiendo meter a los Thunder en Playoffs por primera vez en su corta historia. Ganó el premio a máximo anotador de la temporada, fue llamado para su primer All-Star Game y además entró en el mejor quinteto del año de la NBA. Como premio adicional, en verano ganó el Mundial con la selección estadounidense, siendo nombrado MVP del campeonato.
Tras este gran paso adelante en el aspecto individual, su equipo dio otro paso enorme colectivamente. Desde el año 2010, Westbrook empezó a tener mucho más protagonismo en el ataque de los Thunder. Además, James Harden (elegido en el draft de 2009), también se ganó más minutos desde el banquillo durante su segunda temporada en la liga. Kevin Durant tuvo que dejar espacio para estos dos jugadores, viéndose sus estadísticas disminuidas levemente. Pese a ello, obtuvo su segundo título al máximo anotador de la temporada tras promediar 27 puntos por partido y de nuevo fue elegido como titular del All-Star. Aunque lo más relevante del año sin duda fue que los Thunder ganaron por primera vez el título de la división y en Playoffs llegaron hasta finales de conferencia, cayendo contra los Mavericks (que a la postre serían campeones de la NBA).
Las Finales de 2012
Con todo esto, los Thunder de 2011/12 se plantaban como serio candidato a luchar por el título. Esa temporada fue reducida debido al lockout que se produjo en la liga hasta el día de Navidad. Durant de nuevo no decepcionó y siguió recogiendo premios individuales al llevarse su tercer título de máximo anotador consecutivo, fue titular del All-Star otra vez y estuvo en el quinteto del año de la NBA. Estaba claro que Kevin Durant había llegado para quedarse y ya era una estrella de una liga en la que pocos podían hacer frente a su físico. Para rematarlo, se ganó el MVP del All-Star con 36 puntos en el partido, demostrando que estaba al nivel de Kobe y LeBron (grandes dominadores de la liga en esos momentos). Pero lo mejor estaba por llegar cuando los Thunder liderados por Durant llegaron a las Finales de la NBA tras unos fantásticos Playoffs en las que tendrían que enfrentarse a los Heat de LeBron James.
Sin duda este fue un punto de inflexión en la carrera de Durant. En el transcurso de las Finales, todas las opiniones apuntaban que estaba naciendo una rivalidad entre él y LeBron, comparándoles con Magic Johnson y Larry Bird. Los Thunder ganaron el primer partido, pero después los Heat no dieron opción a un equipo todavía muy joven y ganaron los cuatro siguientes partidos para ser campeones. Desde entonces Durant no ha vuelto a una final, y lo que presumiblemente iba a ser una rivalidad histórica se fue diluyendo poco a poco. En el terreno individual, Durant dio muestras de su calidad, pero sufrió mucho en el emparejamiento con LeBron, especialmente en defensa.
La temporada acabó con los Juegos Olímpicos como consolación para “KD”. En Londres, conquistó junto con la Selección Estadounidense un oro olímpico tras ganar a España en la final.
Desde el fracaso de la final en 2012 y la marcha de James Harden a Houston, los Thunder sufrieron un pequeño bajón como equipo y no mantuvieron el nivel para llegar a ser campeones. Sin embargo, estos años tal vez han sido los de mayor progesión para Kevin Durant. Mientras mantenía sus grandes números anotadores, se centró en mejorar sus puntos débiles, sobre todo defensivamente, pero también ofensivamente siendo mucho más generoso con el balón. Como muestra de ello, obtuvo un fantástico 51% de tiros de campo y además tuvo su mejor temporada taponadora con 1,3 por partido.
El MVP más emotivo
El gran puñetazo sobre la mesa vino en la temporada 2013/2014. El crecimiento en el juego de Durant fue espectacular y tras promediar 32 puntos por partido con unos buenísimos porcentajes obtuvo el MVP de la NBA. Este es el momento más álgido de la carrera de Durant y el que le sitúo en la cima de la liga, incluso por delante de LeBron James. Sin duda es un momento que “KD” recuerda con especial cariño y su discurso en la recogida del premio ya es bien conocido por cualquier fan de la NBA. En ese discurso, Durant entre lágrimas dedicó el premio a su madre, quién para él era “la verdadera MVP”.
Sencillamente, escuchar este discurso, con Durant narrando la dureza de su propia infancia, pone los pelos de punta ya no solo a un aficionado del baloncesto sino a cualquier persona.
Este premio MVP le valió para renovar su contrato de marketing con Nike, firmando por unos increíbles $300 millones en 10 años. Es decir, que pasaría a cobrar mucho más por la publicidad que por el sueldo que le pagaban los Thunder. Esto le sitúa en estos momentos como el quinto deportista mejor pagado cobrando una estimación de $56 millones de dólares.
Por desgracia, el año siguiente fue muy decepcionante para Durant debido a las lesiones. Estas le lastraron y solo le permitieron jugar 27 partidos en la temporada, lo cual dejó a los Thunder muy tocados y sin poder entrar en Playoffs por primera vez desde 2010.
Ya entrando en esta misma temporada, Kevin Durant recuperó su nivel estelar y junto con un gran Westbrook han liderado al equipo a ser terceros en el Oeste. Teniendo en cuenta las históricas temporadas regulares de los Warriors y los Spurs, este tercer puesto es muy reseñable. En Playoffs, Durant mostró un gran nivel, esforzándose como nunca en defensa. Con esto eliminaron a los Spurs en semifinales de conferencia y quedándose a solo un partido de entrar en las Finales de la NBA. Tras ir ganando 3-1 en la Final de Conferencia contra los Warriors todo el mundo empezó a hablar del segundo asalto Durant-LeBron después de cuatro años. Sobre todo había expectativas de ver a este nuevo Durant, muy mejorado respecto a 2012, luchando de nuevo por el anillo. Pero los Warriors consiguieron una histórica remontada que dejó a “KD” de nuevo sin poder cumplir su sueño.
El «free agent» que todos quieren
Desde ese mismo momento, en Oklahoma se han puesto a trabajar en conseguir renovar a Durant y evitar que se vaya a otro equipo. Como ya hemos comentado hasta le han ofrecido incluso un puesto en el mundo de la política con tal de que siga jugando para los Thunder. Sin embargo parece que la paciencia de Kevin Durant puede haberse acabado y tras nueve años en la franquicia busque nuevos retos.
Si algo le falta a Durant para entrar en la gran élite de la NBA es ganar un anillo y visto lo visto es muy posible que sienta que los Thunder no pueden darle esa posibilidad. El dinero también forma parte de la ecuación y, aunque está claro que en Oklahoma le ofrecerán mucho dinero, nunca será comparable a lo que pueda obtener en ciudades de grandes mercados por marketing (Nueva York, Chicago, Los Ángeles).
A partir de ahora, todo lo que queda es especulación. El 1 de julio Kevin Durant será el Agente Libre más cotizado de toda la NBA (salvo que LeBron James de la sorpresa y decida salir al mercado). Su móvil estará al rojo vivo entre llamadas de todos los equipos y al final, lo más probable, es que su decisión cambie el rumbo de la NBA en las próximas temporadas.