A menudo estamos viendo un partido de ACB o de Euroliga y vemos jugadores que destacan mucho, que son muy buenos, en definitiva: ¿por qué no están en la NBA?
La respuesta puede ser fácil o algo más compleja. El caso más sencillo de explicar es que en Europa la altura es menor que en la NBA, aunque curiosamente la mayoría de los europeos que allí juegan son tipos altos. Esto nos ayuda a explicar por ejemplo casos como los de Felipe Reyes, el gran pívot reboteador español del Real Madrid que mide tan solo 2’04 m de altura, o ya en plan extremo Kyle Hines, pívot americano del CSKA Moscú y bicampeón de la Euroliga con Olympiacos que mide 1’98 m. Evidentemente no son los únicos, pero son dos casos muy conocidos y evidentes, Felipe sería, por su altura, alero en NBA y Hines, escolta.
El caso un poco más complejo es el siguiente, el baloncesto europeo es más técnico que físico, es decir físicamente no exige mucho ya que la gran mayoría de jugadores tienen más técnica que un físico potente, además hay que añadir que el factor táctico es muy importante, por eso podemos ver marcadores muy bajos debidos a grandes defensas. El baloncesto estadounidense en cambio es muy físico, debido a que un gran porcentaje de jugadores es de raza negra, que físicamente son muy superiores, por lo tanto imponen su forma de jugar casi sin querer. Además es un baloncesto más «anárquico», ya que al no entrenar tanto no pueden trabajar tanto las defensas. Pues esto nos explica como jugadores que en USA no son «buenos» aquí en Europa nos valen porque son dominantes, un ejemplo podría ser Josh Childress, actual jugador de los Pelicans que pasó dos años en el Olympiacos dejando muy buenas sensaciones y que ahora está buscando su sitio en la NBA, con poca suerte por el momento. Otro caso podría ser Jaycee Carroll, jugador del Real Madrid, que pese a ser estadounidense tiene cuerpo de jugador de Euroliga, es menudo y delgado. En la NBA probablemente solo jugaría situaciones puntuales para tirar triples. Un caso muy similar al de Carroll es el de Juan Carlos Navarro, del Barça, que jugó un año en Memphis donde casi superó el récord de triples en un año, pero que se volvió, puesto que básicamente se limitaba a lanzar triples y no jugaba lo que en Barcelona. Hay más ejemplos como es el del actual MVP de la Euroliga el griego de Olympiacos Vassilis Spanoulis, que tras el Mundial 2006 se fue a los Rockets de McGrady y Yao y se volvió con el rabo entre las piernas, se olvidó de la NBA y ahora es uno de los mejores de Europa.
Esos son los casos más generales y que más se repiten, luego tenemos los jugadores que van a probar qué tal es la NBA, Fernando Martín, Rudy Fernández, Sergio Rodríguez o el mismo Navarro también. Luego hay jugadores que se sienten poco valorados por el mero hecho de no ser americanos, ya que por ser europeo te exigen más para jugar, y deciden volver a casa, donde son respetados, como podría ser el caso de Zan Tabak o Sasha Danilovic. A veces, lo que realmente les importa a los jugadores es un buen sueldo que tardarían mucho tiempo en conseguir en la NBA y vuelven a Europa a los equipos de mayor potencial económico, como por ejemplo Linas Kleiza del Fenerbahçe Ülker. Finalmente tenemos a los jugadores que no paran de lesionarse y eso no les deja demostrar su valía, lo que les frustra y se vuelven al viejo continente, como hizo Sasha Djordjevic a mitad de año o Jorge Garbajosa tras un par de lesiones.
La conclusión que podemos sacar de todo ello es que los americanos de raza negra que tenemos en Europa son más atléticos que técnicos, por lo que dominan a la mayoría. Loa americanos blancos suelen ser poco atléticos y muy buenos técnicamente, lo que hace que encajen perfectamente. La altura en la NBA es mayor que en Europa, lo que hace que algunos jugadores no se planteen ni ir. Si eres europeo debes demostrar más que un americano para ganarte el puesto, esto frustraba a Petrovic, sí sí al mejor de Europa le exigían el doble que a Drexler o Ainge por ejemplo. Si no te ponen mucho o has ido a probar tienden a hacerte una buena oferta los clubes europeos para que vuelvas. Y todo acaba relacionado con la diferencia física que existe entre ambos estilos de juego, si un jugador no logra el tono físico necesario para la NBA, ya puede ir ofreciéndose a los equipos europeos, porque en la NBA no solo hay que saber jugar muy bien, además debes tener una gran forma física.