En este capítulo sobre la agencia libre del próximo verano de 2016 analizaremos a los escoltas más importantes que estarán en el mercado.
Bradley Beal
Parece que el escudero de John Wall en los Wizards no tiene techo, y lo próximo que viene para él ya es el All Star, al que tiene muchas papeletas para ir este curso si su juego sigue creciendo. La franquicia de la capital estadounidense quiere atar al de St Louis, al que han ido extendiendo el contrato año a año tras que finalizara el de rookie. Ya lo hicieron para la campaña 2014-15 por un año y $4,51 millones y lo han hecho para el curso que va a comenzar por otra temporada y $5,69 millones. El verano que viene será agente libre restringido, lo que significa que el equipo puede igualar las ofertas que lleguen de otras franquicias y quedarse con el jugador. El problema es que las solicitudes que lleguen serán de gran calibre ante la ampliación del límite salarial de toda la Liga, por lo que seguramente haya varios proyectos que quieran hacerse con los servicios de Beal por cinco años y más de $100 millones. Los Wizards tendrán que pagar mucho dinero por retenerle, y saben que sin él se irá una pieza fundamental dentro de la plantilla. El escolta promedió 15,3 puntos, 3,8 rebotes y 3,1 asistencias la pasada campaña, y cuando estuvo lesionado en febrero los Wizards tuvieron una racha de 6 derrotas consecutivas, lo que lastró al equipo.
Dwyane Wade
Tras la marcha de LeBron James, los Heat ganaron 17 encuentros menos que en 2013-14 y se quedaron fuera de los Playoffs, y todo ello a pesar de renovar a Chris Bosh por el máximo tras la marcha del ‘King’. En cambio, Wade se ha cansado de reducir su salario año a año para atraer buenos jugadores a la plantilla para llegar a las Finales, algo que consiguieron cuatro temporadas seguidas. El escolta forzó a la franquicia a renovarle por mucho dinero y acabó firmando un contrato por $20 millones por un curso, saliendo a la agencia libre el verano que viene, y a sus 33 años ya no está para tonterías e intentará hacerse con su último gran contrato antes de retirarse, aunque eso le haga tener que salir de Miami por primer vez en 13 años de carrera. Si las lesiones le respetan podrá seguir jugando a un gran nivel, algo que le hizo ser All Star el año pasado con promedios de 21,5 puntos, 3,5 rebotes y 4,8 asistencias. A la llegada de Goran Dragic a mediados de la campaña pasada y a la sorprendente explosión de Hassan Whiteside se les suman las adquisiciones este verano de Gerald Green, Amar’e Stoudemire (contratos de 1 año y menos de $2 millones en ambos casos) y del novato Justise Winslow, por lo que la franquicia de Florida cuenta con una plantilla más que capaz de alcanzar la postemporada. En tal caso aún no sabemos si congeniarán juntos para conseguir victorias, por lo que un mal año podría alejar a Wade de la Costa Este hacia otra franquicia con dinero y calidad en los vestuarios para optar al título. Posiblemente, y viendo su historial médico de las últimas temporadas, los equipos le hagan una oferta por dos o tres años y más de $40 millones, o incluso sobrepasar los $60 millones.
DeMar DeRozan
Ha llegado el momento de DeRozan. Tras firmar un contrato en 2012 de cuatro años y $38 millones, tiene la opción de jugador para la campaña 2016-17 pero se espera que decline la extensión de contrato de los Raptors por un año y salga a escuchar ofertas el verano que viene, y viendo su nivel de juego es posible que sea por mucho dinero, quizá superando los $100 millones. El escolta esperará a ver qué tal le va al equipo este curso tras la llegada de Carroll, Bennett o Cory Joseph. Es una plantilla muy joven (24,8 años de media) y bastante prometedora, pero deben de dar un salto de calidad para conseguir que estrellas como DeRozan se queden para prolongar el proyecto de los canadienses. Eso también le compromete a él, que ya tuvo medias de 20 puntos, 4,6 rebotes y 3,5 asistencias la temporada pasada, aunque se quedó fuera del all star. A sus 26 años espera conseguir el primer (y esperemos que no último) gran contrato de su carrera, es un diamante en bruto, y si en Toronto no es suficiente con su aportación, lo mejor es que cambie de aires y se vaya a otra franquicia donde no sea la única estrella y el reparto de puntos sea entre más jugadores.
Kobe Bryant
«Muchos jugadores quieren ir a distintos equipos y/o candidatos a ganar el anillo. Pero yo soy un ‘laker’. Soy un ‘laker’ para lo bueno y para lo malo«. Con estas palabras respondía la estrella angelina a las especulaciones por parte de Phil Jackson, general manager de los Knicks, sobre la posible salida del escolta de los Lakers en caso de que decidiera seguir un año más en activo. Kobe recibió el alta médica a mediados de septiembre tras pasar ocho meses lesionado del hombro derecho y espera llegar al 100% al inicio de la temporada. Ahora lo único que tiene en mente la ‘Black Mamba’ es empezar su 20º campaña para ayudar al equipo a mejorar y proporcionar su experiencia a los jóvenes del vestuario, los cuales se tendrán que hacer cargo de una franquicia que lleva con Kobe Bryant en sus filas desde 1996, y que retirará su dorsal cuando ya no esté. Pero eso es el futuro y lo que importa es el presente. Al equipo californiano han llegado este verano jugadores interesantes como Louis Williams, Roy Hibbert, Metta World Peace, Brandon Bass y Marcelino Huertas, además del número dos del Draft D’Angelo Russell, del que Kobe quiere ser mentor el tiempo que le queda en activo a su lado. Si las lesiones le respetan y se ve con fuerzas para dar más guerra un poco más, renovará con los Lakers por un año más y posiblemente más de $15 millones. Este año percibirá 25 «kilos», lo que ha impedido realizar otros grandes contratos. Además, todas las estrellas del mercado rechazaron recalar en Los Ángeles este verano, y habrá más de lo mismo para el verano de 2016, a no ser que ofrezcan mucho dinero a algunas estrellas y Kobe se baje el salario o se retire. A muy pocos de los mejores les gusta compartir pista y camiseta con el escolta, al que siempre han acusado de «chupón». Recientes noticias afirman que este año ocupará la posición de alero para que Jackson y Russell lleven el timón y él busque más el recurso de recibir y tirar, y así aguantar más tiempo en cancha.
Lance Stephenson
Los Clippers han formado una plantilla más que capaz (en teoría) de ganar el anillo este año, trayendo a jugadores de calibre para rodear a su trío de estrellas, Griffin, Jordan y Paul. Entre las nuevas adquisiciones está el escolta Lance Stephenson, que firmó el verano pasado un contrato con los Hornets de $18 millones de dólares por dos temporadas, y una tercera opcional del equipo por unos $9.4 millones. Es decir, si Lance no cuaja en el proyecto de los Clippers, el verano de 2016 podría salir del equipo convirtiéndose en agente libre. Su capacidad atlética le ayuda a correr los contraataques, algo esencial en el repertorio de jugadas de la franquicia angelina. Compartirá el puesto de shooting guard con Jamal Crawford, J.J. Redick y C.J. Wilcox, pero también puede ocupar la posición de alero si hace falta, habiéndolo hecho en el 23% de los minutos que estuvo en pista el año pasado con los Hornets. Incluso puede suplir a Chris Paul de base para darle minutos de descanso y que él maneje el juego. Stephenson debe recuperar el nivel mostrado en su última campaña en los Pacers, ya que en Charlotte sus cifras disminuyeron hasta los 25,8 minutos, 8,2 puntos, 4,5 rebotes y 3,9 asistencias. Además, estuvo horrible desde la línea de tres, donde tuvo un 17,1% de acierto, metiendo solo 18 de los 105 triples que intentó. Como colofón está el problema de su carácter, que provoca conflictos entre él y sus compañeros debido a su individualismo y a su peculiar forma de ser. Si regresa a ese nivel de su etapa en Indiana, puede conseguir un gran contrato por más de $50 millones, o si es irregular, firmar uno de corta duración y poco más de $10 millones.
Jamal Crawford
A pesar de tener ya 35 años, cualquier equipo mataría por tener al ‘asesino silencioso’ en su plantilla, algo que ya intentaron franquicias como los Cavaliers, los Knicks, los Hawks o los Heat este verano, y la llegada de Lance Stephenson a los Clippers hacía más posible su salida del equipo, pero finalmente se queda y percibirá los últimos $5,675 millones de su contrato, que se acaba al término del curso 2015-16, saliendo así el escolta al mercado como agente libre irrestringido y pudiendo fichar por el equipo que él decida para conseguir el último gran contrato de su carrera. El dos veces mejor sexto hombre del año en la NBA (2010 y 2014) ha reconocido que todos los rumores de traspaso han sido estresantes, pero que él ahora está centrado en la temporada y en aportar todo lo que pueda desde el banquillo en una plantilla que aspira al anillo. Ganar el campeonato con un buen papel supondría alguna oferta superior a los $20 millones por unos pocos años, ya que es una incógnita cuando dejará de rendir al nivel actual, bastante bueno a pesar haber disputado ya más de mil partidos en su carrera. No es muy probable que alguien le ponga sobre la mesa un contrato de cuatro o cinco años, pero aún tiene cuerda para rato. El curso pasado promedió 15,8 puntos, 1,9 rebotes y 2,5 asistencias en los 26,6 minutos que se mantuvo en pista por noche, saliendo como titular en tan solo 4 de los 64 encuentros en los que participó.
Eric Gordon
Con tan solo 23 años, Eric Gordon firmó un contrato por 4 temporadas y $58,4 millones con los Hornets (Pelicans a partir de 2013-14), pero la inversión de la franquicia de Nueva Orleans tampoco les ha salido tan rentable como esperaban, ya que se ha perdido 79 de los 246 encuentros que podría haber disputado en total las tres campañas que lleva desde el inicio del contrato, con promedios de 15 puntos, 2,3 rebotes y 3,4 asistencias, por debajo de los años anteriores de su carrera. Jugadores como Davis, Evans, Holiday o Anderson han dejado al escolta en un segundo plano en el apartado anotador. Ahora, ya recuperado y habiendo recurrido a la opción de equipo para quedarse en Luisiana y percibir los últimos $15,5 millones de su contrato, Gordon debe dar un paso al frente y volver a ser el anotador compulsivo que era aprovechando la poca competencia que tiene en su posición en la plantilla, aparte de evitar tener que pasar por el quirófano nuevamente. El jugador, a parte, es uno de los mayores privilegiados con el cambio de entrenador, ya que el estilo de juego de Alvin Gentry requiere un tirador fiable en el backcourt, cosa que Eric Gordon tiene de sobra. El verano que viene será agente libre sin restricciones, pudiendo elegir así entre las distintas ofertas de los equipos interesados en sus servicios, pero no llegarán buenas ofertas si se vuelve a lesionar o su aportación en los Pelicans no aumenta. En el caso de que regresa aquel Eric Gordon que promedió 22,3 puntos en el curso 2010-11 con los Clippers, podríamos estar hablando de algún jugoso contrato de equipos emergentes por más de $50 millones y varios años, o por algún pretendiente al anillo para aportar puntos tanto desde el banquillo como de titular. Si los Pelicans ven en él un buen compañero para Anthony Davis, nuevo jugador franquicia, y que puede servir para formar un proyecto que aspire al anillo a corto plazo, también podrían ofrecerle un buen contrato por varios años más. El tiempo lo dirá.
Manu Ginóbili
38 años, 865 partidos y más de 23.000 minutos parecen no ser suficientes para que Manu Ginóbili cuelgue las botas. En vez de eso, ha decidido renovar por $5,8 millones y dos cursos más con los San Antonio Spurs, equipo donde juega desde hace ya 14 temporadas, y que retirará su dorsal 20 en cuanto se retire. A pesar de ser dos años, en el segundo tendrá opción de jugador, según la cual el escolta podrá decidir si extender su contrato un año más o rechazarlo y retirarse (o fichar por otro equipo, aunque esa opción es muy poco probable que suceda). La decisión del argentino por alargar un poco más su carrera NBA se debió también a que su compañero y amigo Tim Duncan también decidió renovar por el mismo periodo y $10,85 millones, quizá para intentar un último asalto al anillo. Y es que la idea de revalidar el título cosechado en 2014 vuelve a ser posible con la brillante gestión de la franquicia tejana en el mercado de verano, fichando jugadores de la talla de LaMarcus Aldrigde y David West, además de otros de menor nivel pero que también aportarán desde el banquillo, como McCallum, Fredette o Marjanovic. La importancia de Ginóbili en la rotación ha ido disminuyendo a lo largo de los años hasta los 22,7 minutos de media la pasada campaña, consiguiendo 10,5 puntos, 3 rebotes y 4,2 asistencias. En verano decidió rechazar la llamada de su selección para disputar el campeonato FIBA América y prefirió tomarse un descanso para afrontar en perfecto estado físico la temporada. Ya no sale de titular, pero es un perfecto recambio para dar minutos de descanso a Danny Green y, a partir de ahora, a Jimmer Fredette, si es que el joven escolta se ve capacitado de volver a ser aquel que promedió casi 30 puntos en el último año de su etapa universitaria. Ahora puede encontrar a un gran compañero como `Manudona´ para transmitirle su experiencia.