El pasado 29 de enero se cumplieron ochenta años de la primera elección Hall de la Fama del Baseball (HOF), el cual abrió sus puertas en la población de Cooperstown, Nueva York, el 12 de junio de 1939.
En esa primera elección fueron entronizados al templo del baseball: Ty Cobb, Babe Ruth, Honus Wagner, Christy Mathewson y Walter Johnson; hasta el año 2015, habían sido elegidos 310 miembros, que incluían: 215 jugadores de Grandes Ligas, 28 ejecutivos, 35 jugadores de las ligas negras, 22 managers y 10 umpires.
Este último año, Ken Griffey Jr. y Mike Piazza fueron elegidos The Baseball Writers’ Association of America, identificado como la BBWAA por sus siglas en ingles, convirtiéndose en los miembros 311 y 312. Recibirán sus placas el 24 de julio de 2016 en la tradicional ceremonia que se lleva a cabo en Cooperstown.
La elección de los «heroes beisbolísticos» se realiza cada año por dos vías. La primera, la llamada «puerta ancha» a través del voto de los electores del Baseball Writers’ Association of America, quienes pueden votar por aquellos jugadores con un mínimo de cinco años retirados y al menos diez años de servicio en las Grandes Ligas. Cada elector tiene el derecho de seleccionar hasta diez candidatos que cumplan las condiciones descritas, siendo elegidos para tener un nicho en Cooperstown aquellos que alcancen al menos el 75 % de los votos. El jugador permanecerá en la lista de los elegibles hasta por un máximo de diez años, siempre y cuando alcance un mínimo del 5% de los votos en las elecciones previas. En la web oficial hay más detalles.
Si los candidatos no son elegidos según las reglas descritas salen de la lista, teniendo una nueva posibildad de elección vía el Comité de Veteranos, llamada la «puerta angosta». Esta puerta se habilita dentro de los veinte años después de su retiro como jugador. El Comité de Veteranos vota cada año con criterios especificos recientemente modificados que han tornado más difícil la elección (por ejemplo, en las elecciones de 2014 y 2015 no fue elegido candidato alguno). Esta elección se extiende para candidatos de distintas eras del béisbol que incluyen jugadores de las Mayores, ejecutivos, jugadores de las ligas negras, managers y umpires.
Muchos se ha escrito sobre el criterio utilizado por los electores para seleccionar a quienes con su parecer merecen tener una placa en Cooperstown. No sólo debe tratarse de un buen jugador, tiene que ser un jugador excepcional que resalte ante sus colegas en el desempeño de su carrera dentro y fuera del terreno y que coleccione estadísticas que se consideren hitos en el deporte del diamante.
Estos hitos son los que los americanos llaman milestones, que no son mas que números redondos, a los cuáles ha llegado el jugador en sus estadisticas ofensivas, defensivas o del pitcheo segun la posición desempeñada por el beisbolista. Entre los milestones ofensivos de las estadisticas tradicionales destacan: los .300 de average de bateo, 500 jonrones, 3.000 hits, 1.500 carreras impulsadas y 5.000 bases alcanzadas. Entre los milestones del Pitcheo entiende como la excelencia: una efectividad menor a 3.00 carreras limpias por cada nueve entrada. las 300 victorias, los 50 blanqueos o los 3.000 ponches.
Entendemos que estas estadísticas dan privilegio a los jugadores de poder que acumularon sólidos numeros a través de su carrera y que los mismos no toman en cuenta la tendencia de estadísticas sabermétricas muy de moda actualmente. Sin embargo, la idea es repasar hasta qué punto alcanzar estos hitos le ha otorgado el pasaporte a Cooperstown a sus propietarios y en esa misma línea apreciar si esos argumentos serán de peso para los nuevos candidatos a ser incluidos en las votaciones de los próximos años. Finalmente, nos detendremos a revisar quienes de los jugadores activos poseen esos milestones o están próximos a lograrlos. En esta primera entrega nos dedicaremos a analizar los milestones por las estadísticas ofensivas.
Milestones de bateo
.300 de promedio de bateo (average)
Quizás es uno de los números mas emblemáticos en las estadisticas ofensivas tradicionales lo constituye el average .300, es decir, ligar tres imparables en diez veces oficiales al bate. Esta cifra demuestra lo dificil que es batear exitósamente.
El mítico average .366 que Tyrus Raymond Cobb fijó al término de su extensa carrera de 24 años, colocó una vara muy alta de emular. Culminada la temporada de 2015, hay 202 jugadores con un mínimo de 3.000 apariciones al plato que según el listado de Baseball Reference acumularon un promedio de .300 o más. De este importante número, diez jugadores siguen activos liderados por Miguel Cabrera con un promedio de bateo de .321; y de los 192 retirados (de los cuales 177 tienen diez años de servicio requisito indispensable para optar a su elección), 84 fueron elegidos para formar parte del Salón de la Fama y 8 están en las papeletas o formarán parte de ella en los próximos años. Destacan los casos de Vladimir Guerrero, Todd Helton y Derek Jeter.
Más del 47% de los elegibles (sin tomar en caso de los proscritos Pete Rose y Joe Jackson) forman parte del Hall of Fame, lo que otorga una sólida posibilidad de elección a los nuevos candidatos, pero se debería entender que este hito debe esta acompañado por otros milestones para asegurar el ingreso del jugador.
500 jonrones (home runs)
La cifra de 500 jonrones se ha considerado como sinónimo del bateador de poder. Hasta la temporada 2015, 27 jugadores han alcanzado este hito, siendo el más reciente el dominicano David Ortiz. De ellos 17 están en el Hall de la Fame y tres siguen activos (Alex Rodriguez, Albert Pujols y Ortiz). Eso nos deja a siete peloteros, con el hito comentado sin formar parte del templo, entre ellos el Rey del Jonrón Barry Bonds con 762 bambinazos y otros jugadores bajo la sospecha de consumo de sustancias prohibidas que los electores no les han dado el apoyo necesario (Sammy Sosa o Gary Sheffield) o los han excluido definitivamente (Rafael Palmeiro y Mark McGwire). Faltará por ver cuál será el tratamiento y oportunidad de alcanzar el 75% requerido que los electores tendrán con Manny Ramirez (sancionado por uso de sustancias prohibidas) y Jim Thome, quienes formarán parte de las papeletas de votación en 2017 y 2018 respectivamente. Las posibilidades de elección de Jim Thome son mayores y más reales que las que tendría Manny Ramírez de acceder a Cooperstown.
De la revisión del listado de los jugadores activos en ruta a los 500 HRs destacan los latinoamericanos Adrian Beltre y Miguel Cabrera con 413 y 408 jonrones y que con 37 y 33 años de edad respectivamente y con promedio anual de más de 25 vuelacercas, lucen como posibles, salvo lesiones, para alcanzar el hito comentado.
3.000 imparables (hits)
Alcanzar los 3.000 hits es ingresar a un selecto club que consagra a los jugadores que llegan a ese milestone como excelsos bateadores. Hasta el presente, según las estadísticas contenidas en Baseball Reference, 29 jugadores han llegado a esa cifra, liderados por Pete Rose, quien conectó 4.256 hits, pero que permanece proscrito del deporte y prohibido su ingreso al templo de los inmortales. Del resto de los 28 jugadores que coleccionaron 3.000 o más hits, 25 estan en el HOF y dos de ellos aún no son elegibles (Derek Jeter y Alex Rodriguez). Únicamente el cubano Rafael Palmeiro, quien conectara 3.020 hits, no está en el templo de los inmortales por las comentadas razones de uso sustancias prohibidas (faltaría por ver el tratamiento que los electores le darán a Alex Rodriguez al momento de ser elegible a ser incluido en las papeletas de votación). En tal sentido, podemos afirmar que conectar 3.000 hits prácticamente le asegura la entrada al Hall de la Fame al jugador que logra la hazaña.
De la revisión del listado de los jugadores activos en ruta a los 3.000 hits destacan el japonés Ichiro Suzuki con 2.935 hits y los dominicanos Adrian Beltre y Albert Pujols con 2.767 y 2.666, ocupando los puestos 53 y 70 de la lista de todos los tiempos. En relación con el jugador del lejano oriente, está en las postrimerías de su grandiosa carrera y ante el hecho de no ser titular en los Miami Marlins y con 42 años a cuestas, luce dificil que logre la hazaña. Ojalá que con la ancestral paciencia oriental pueda conseguir la ansiada cifra como broche de oro de su carrera.
Diferente son los casos de Beltre y Pujols, quienes pudieran alcanzar los 3.000 hits en 2017 y 2018 respectivamente en concordancia con sus promedios de 175 y 190 hits por temporada.
1.500 carreras impulsadas (RBI)
La habilidad de traer al home carreras identifica al bateador oportuno, siendo el número de 1.500 RBI sinónimo de producción. Al término de la temporada de 2015, 53 peloteros alcanzaron las quince centenas de carreras empujadas, liderados por Hank Aaron (quien alcanzó la astronómica cifra de 2.297 carreras empujadas a un promedio de 113 carreras por temporada en sus 23 años de carrera). De este número, 38 están instalados en Cooperstown y tres peloteros permanecen activos aumentando sus estadísticas: Alex Rodriguez con 2.055 (4º puesto), Albert Pujols con 1.698 (25º) y David Ortiz con 1.641 (30º). De los 12 peloteros restantes, siete permanecen en la papeleta de candidatos, dos se incorporarán en el listado de 2018 (Jim Thome y Chipper Jones) y tres quedaron excluidos de la elección por parte de la BBWAA, Rafael Palmeiro, Harold Baines y Carlos Delgado, a quienes solo les quedaría la opción del comite de veteranos.
En relación con los jugadores activos próximos a alcanzar el milestones de 1.500 carreras empujadas, nuevamente resaltan Adrian Beltre y Miguel Cabrera con 1.467 y 1.445, acompañados en esta ocación por el boricua Carlos Beltran quien colecciona 1.443 fletadas al inicio de la presente temporada. Es muy probable que el trío de latinoamericanos lleguen a 1.500 a mediados de la presente campaña.
5.000 bases alcanzadas (total bases)
Solo 19 jugadores en los casi 150 años de Grandes Ligas han coleccionado 5.000 o más bases durante sus carreras. Como es sabido, las bases alcanzadas se traducen en un número importante de sencillos y extrabases. De este exiguo número de jugadores liderados nuevamente por Hank Aaron con 6.856 bases, ya quince están instalados en el Salón de la Fama y dos están excluidos del templo, Pete Rose y Rafael Palmeiro por las razones previamente expuestas, quedando Barry Bonds y Alex Rodríguez con posibilidades de elección (aunque la sombra de los esteroides atenta contra sus posiblidades según el criterio que ha imperado entre los mienbros del BBWAA).
Albert Pujols, con 4.961, está a solo 39 bases de llegar a las 5.000 y nuevamente Adrian Beltre con 4.636 aparece como un próximo miembro del club de los 5.000 a más tardar en el año 2017. Merece comentario particular mencionar los casos de David Ortiz con 4.432 y Carlos Beltran con 4.289 como los jugadores activos quienes también se acercan al milestone comentado, pero por razones de edad e inminencia del retiro, ninguno de ellos alcanzará tal cifra. Miguel Cabrera, que previo al inicio de la presente campaña atesora 4.079 bases y que en función de las bases alcanzada que promedia en su carrera (y lesiones aparte), puede ser el que logre este hito a finales de la temporada 2018.
Haciendo un resumen de los milestones repasados, podemos observar en los siguientes datos los porcentajes de elegibilidad de los candidatos que coleccionan alguno o varios de estos hitos. (Se excluyen de los datos a exponer a los jugadores activos y los retirados que aún no aparecen en las papeletas de votación.
- Average: De 177 candidatos han sido elegidos 84, lo cual constituye un 47,46%.
- Home Runs: De 22 candidatos han sido elegidos 17, lo cual constituye un 77,27%.
- Hits: De 28 candidatos han sido elegidos 25, lo cual constituye un 89,29%.
- RBI: De 48 candidatos han sido elegidos 38, lo cual constituye un 79,17%.
- Total Bases: De 18 candidatos han sido elegidos 15, lo cual constituye un 83,33%.
Según se puede apreciar, la obtención de estos milestones allana el camino para la entrada segura al templo de los imortatales.
En una próxima entrega repasaremos si los milestones tradicionales defensivos y de pitcheo le otorgan el pase de entrada a Cooperstown a lanzadores y jugadores defensivos con mismo el nivel de posibilidad con que evalúan a los jugadores con alto desempeño.