¿Por qué ahora se van tantas estrellas a la MLS? Es una buena pregunta. Desde el fichaje de David Beckham por Los Ángeles Galaxy en 2007 los jugadores de primer nivel han ido llegando con cuentagotas a la liga norteamericana, pero ¿cuál es el motivo por el que ahora hay tantos jugadorazos allí?
Hace ya unos años que los jugadores ya entrados en la treintena deciden alargar sus carreras casi hasta los cuarenta años. Para ello se van a jugar a lugares exóticos tales como Catar, Emiratos Árabes, México, Sudamérica, Australia, India, Rusia o Estados Unidos. La razón principal de ir a jugar a estos lugares es su bajo nivel futbolístico y en algunos de los casos grandes sumas de dinero, por lo que los grandes jugadores pueden seguir dominando en una liga en la cual son mejores que el 99% de los jugadores incluso habiendo bajado ellos el nivel debido a la edad y cobran casi como en Europa, es decir un retiro dorado.
Antiguamente este retiro dorado solía ser en Estados Unidos, donde equipos como el Cosmos formaron un auténtico All Star y eso sí, pagando grandes sumas de dinero. Hoy en día en los Estados Unidos la cosa funciona de otra manera, con una liga profesional en la cual impera el archiconocido tope salarial, pocos equipos pueden permitirse pagar grandes salarios, ya que todavía sus ingresos no son tan grandes como en las cuatro ligas mayores del país. Por ello, desde el fichaje de Beckham por Los Ángeles la MLS instauró la conocida como “Ley Beckham”, que básicamente dice que por cada jugador designado que tenga un equipo, solamente cuentan contra el cap $436.250, que es el salario máximo que un jugador no designado puede percibir en la MLS. Sí el jugador designado ficha a mitad de temporada, solamente cuentan $218.125. Y cada franquicia puede tener hasta tres jugadores designados, pero si el tercero es mayor de 23 años, la franquicia deberá pagar $250.000 como tasa de lujo para poder tener a esa tercera estrella. Ese dinero se repartirá igualitariamente entre todos los equipos de la liga.
También si el jugador es menor de 20 años, solo cuenta $150.000 contra el cap y si tiene entre 21 y 23 años, $200.000. El tope salarial es de $3,49 millones donde solo cuenta el salario de 20 de los 30 jugadores de la plantilla y no cuenta el salario extra de los jugadores designados. Un ejemplo de toda esta explicación sería el siguiente: el New York City tiene tres jugadores designados mayores de 23 años, David Villa, Frank Lampard y Andrea Pirlo. Villa cobra $5.610.000 y solo cuenta contra el cap $436.250, Lampard cobra $6.000.000 y solo cuenta contra el cap $218.125 y Pirlo cobra $2.135.649 y cuenta contra el cap $218.125, es decir los salarios de los tres suman $13.745.649 pero a efectos del tope salarial es como si solo cobrasen entre los tres $872.500. Lampard y Pirlo cuentan la mitad puesto que se han incorporado a mitad de temporada, el año que viene ya contarán contra el cap igual que Villa.
Esta norma fue una gran solución a un gran problema. Los jugadores sabían que la MLS era una liga en crecimiento y que cada vez tenía mejor estructura competitiva, pero claro no les permitía ganar mucho dinero puesto que existía un salario máximo. De esta forma los jugadores pueden cobrar más o menos a niveles de jugador medio en Europa y encima están en una liga en la cual la competición es mayor incluso que en Europa, como Kaká dijo recientemente. De todas formas esta norma sobre el papel permite a todos los equipos tener estrellas de nivel mundial, pero no todos los propietarios pueden permitirse gastar cinco o seis millones en un solo jugador, por lo que es una igualdad relativa. Lo que si permite es hacer más atractiva la MLS al público estadounidense, que ve como su liga se llena con los jugadores que han estado marcando el paso en Europa la pasada década, y al público europeo, que cada vez empieza a dejar de ver la MLS como una pachanga y empieza a verla como una sólida liga menor al otro lado del charco en la que sus estrellas acabarán sus trayectorias con dignidad.