Con la clasificación de la National Football League en la mano, lo primero que vemos es que los Arizona Cardinals con un balance de 9-1 son ahora mismo el mejor equipo de la NFL, y no es algo que hayan conseguido de la nada, sino que es una muestra más que evidente de que el concepto EQUIPO es más fuerte e importante que cualquier otro en un deporte colectivo, al menos en una temporada regular. A partido único ya es otro cantar.
Tras su más que digna derrota en la Super bowl XLIII en 2009 contra unos muy favoritos Pittsburgh Steleers (las apuestas marcaban un 6,5 a 1 a favor de los Steleers) con hombres como Kurt Warner, Tim Hightower, Edgerrin James, Larry Fitzgerald y Darnell Dockett entre otros, y bajo la dirección de Ken Whisenhunt, el equipo inesperadamente alcanzó su pico más alto en este año. En los años siguientes solo conseguirían entrar en Playoffs solo una vez más, siendo derrotados en los Divisionales de manera clara por los que serian semanas después campeones en la Super bowl XLIV en 2010, los New Orleans Saints.
Tras 3 años (los que van de 2010 a 2012) sin conseguir un balance positivo, la franquicia decidió prescindir de Whisenhunt y contratar en 2013 a Bruce Arians, el que fue durante años coordinador ofensivo de aquellos Pittsburgh Steleers bicampeones, y que en 2012 ejerció ese mismo papel en los Indianápolis Colts. El sería el encargado de dirigir el destino de la franquicia de Arizona.
Se basó el proyecto desde el principio en una idea sobre todas, la de crear un gran núcleo, un equipo, sin muchas individualidades relevantes, que todo girara sobre los pilares fundamentales de la franquicia; Larry Fitzgerald en ataque y Patrick Peterson, Calais Campbell, Darnell Dockett y Rashard Johnson en una defensa de las mejores de la liga. A ellos se les unieron jugadores como el quarterback Carson Palmer desde Oakland, la contratación en la agencia libre del running back Rashard Mendenhall, y la apuesta por sus jóvenes valores como el receptor Michael Floyd (1ª ronda del draft de 2012), el corredor Andre Ellington (6ª ronda del draft de 2013) y safety Jerraud Powers llegado desde Indianápolis de la mano del propio Arians.
En esta primera temporada 2013-2014 con Arians al mando, la imagen de los Cardinals mejora enormemente, y solo el gran nivel dentro de su división (la NFC Oeste con los Seattle Seahawks y los San Francisco 49ers) y de los balances de Saints y los mencionados 49ers para los puestos wildcards en la NFC, le impiden que con a pesar de tener un notable 10-6, se queden sin disputar partidos en postemporada.
Con la idea consagrada y con la buena imagen dada la temporada pasada, esta temporada los Cardinals se enfrentaban a la dificil asignatura que es la de la confirmación como un gran equipo y dar un paso adelante, y vaya que sí lo han dado. A pesar de perder a Dockett por lesión para toda la temporada, la franquicia se movió bien en el apartado de nuevas incorporaciones, sobre todo en la parcela defensiva, ya que a Patrick Peterson se le uniría otro cornerback de enorme nivel como es Antonio Cromartie, formando estos dos y Johnson y Powers una secundaria muy potente.
Y el equipo empezó de maravilla este 2014, teniendo solo como lunar la abultada derrota por 42-20 contra los Denver Broncos de Peyton Manning y cía en la week 4. El equipo ha ganado todo lo demás, venciendo además a equipos que esta temporada están demostrando un gran nivel como Eagles o Cowboys, a estos últimos además a domicilio. Arians ha conseguido además paliar la baja durante un par de partidos de Carson Palmer por lesión con la entrada del hasta ahora casi inédito en la NFL desde su llegada en 2007 Drew Stanton, al que solo se le recuerda algunos partidos en Detroit antes de la llegada de Stafford a la franquicia de Michigan, y el que sin duda ha respondido con una aceptable participación.
Pero hace un par de semanas, justo en el ecuador de la temporada y con un balance de 7-1, dos días después de firmar una renovación multianual por 3 años y $50 millones, Carson Palmer sufrió una rotura del ligamento de su pierna izquierda en el partido que enfrentaba a los Cardinals con los Rams. Lo mismo que cuando lesionó con Cincinnati Bengals a principios de 2006 tras firmar 10 días antes una renovación por 6 años y $115 millones, curioso cuanto menos.
Carson Palmer signed $119M deal w/ Bengals Dec. 29, 2005; tore ACL 10 days later. Palmer signed $50M deal Fri; AZ fears he tore ACL today.— Adam Schefter (@AdamSchefter) noviembre 10, 2014
Era pues el turno de Stanton y el turno de las dudas, ya que con Palmer quizás Arizona no sería el candidato número 1 al título a pesar de su gran balance, pero si un equipo muy a tener en cuenta y peligrosísimo con el factor campo a favor todo los Playoffs. Pero ahora con Stanton las dudas se disparan muchísimo. Con su primer partido como titular para todo lo que queda de temporada ante los Detroit Lions esas dudas no se han despejado, y a pesar de comenzar muy bien con dos pases de touchdown, a ellos le siguieron 2 intercepciones y una victoria con un tanteo muy bajo (14-6) y muy sufrida ante unos Lions que no fueron capaces en ningún momento de meterle mano a la magnífica defensa de los Cardinals.
Y haciendo una analogía al ciclismo, los Cardinals afrontan en estas 6 jornadas que quedan su particular Tourmalet, donde no tendrán ningún partido cómodo. Además del doble enfrentamiento interdivisional contra los Seahawks (el primero este fin de semana), tienen que recibir a unos rocosos Chiefs en el University of Phoenix Stadium (anfitrión de la próxima Super Bowl por cierto) y afrontar las salidas a Atlanta, que debido al bajo nivel de la NFC Sur están aun en la pelea por los Playoffs, a Saint Louis a jugar con unos Rams que en su Dome le ha ganado a los Broncos en la última jornada, y visitar el Levi`s Stadium para enfrentarse a los San Francisco 49ers en un partido que puede ser a cara o cruz.
Un gran interrogante es desde esta semana hasta el final de temporada la situación de los Cardinals, sobre todo en ataque y en la actuación que pueda tener Stanton dirigiendo la maquinaria Cardinal, ya que la defensa sin duda seguirá a un gran nivel. El abanico de posibilidades en el que se van a mover es brutal, ya que puede ir desde ser campeón de la NFC Oeste, nº1 de la NFC y gran candidato al título, a poder acabar con un balance positivo pero no tan bueno y que solo le permita acceder a los Playoffs como wildcard. O incluso volver a quedar fuera de Playoffs por los pelos, como sucedió el año pasado. Pase lo que pase, la temporada ya es de nota, así que tienen todo el derecho a soñar porque sin duda le han dado de nuevo valor al concepto de equipo como bloque por encima de lo individual, como ya hicieron el año pasado los Seattle Seahawks, y no les fue nada mal.