Las Series Mundiales se han hecho a base de esfuerzo y dólares.
Es la franquicia más laureada de todas las Grandes Ligas norteamericanas. 27 World Series, 40 apariciones y suscita a la par amor y odio. Son los New York Yankees. El vigesimoséptimo título de la Major League Baseball que consiguieron los NY Yankees el pasado miércoles noche ha devuelto a la franquicia del Bronx el esplendor y la dinastía que había perdido los últimos nueve años de vagar por el desierto. Una cosa está clara, los «Yanks» han sido el mejor equipo de la temporada, no sólo por ostentar el mejor balance de victorias-derrotas durante la liga regular, sino también por haber ejecutado una postemporada brillante derrotando a los campeones de 2008, Philadelphia Phillies. Pero, ¿ha sido cuestión de dólares?
Plantel de estrellas, temporada perfecta
No comenzaban muy bien las cosas para la escuadra de Joe Girardi allá por abril y mayo. El entrenador, en su segundo año, empezaba a ser cuestionado tras un comienzo de temporada irregular, con los Toronto Blue Jays dominando su división y los archienemigos Boston Red Sox hurgando en la herida propinándoles un 8-0 en enfrentamientos directos. Muchos recordaban a Girardi desde sus columnas la no clasificación para la postemporada en 2008, y se cuestionaba su capacidad para gestionar tal plantel de estrellas. Uno de los puntos de inflexión estuvo en mayo con la vuelta de Alex Rodríguez al line-up de los «Yanks». Desde junio, 76 ganados y 30 derrotas, con un 71% de victorias y convirtiéndose en el mejor equipo de la MLB desde desde el montículo y el bateo, algo que no ocurría desde los Detroit Tigers de 1984. Tras 162 partidos, los «Bombers» terminaron con 103 victorias (mejor balance de las Grandes Ligas), dominando el bateo con Jeter y Teixeira entre los cinco primeros en las estadísticas, y CC Sabathia con 19 partidos ganados desde el picheo.
La postemporada 2009 ha sido una cuestión de fuerza ante duros rivales como Angels y Phillies. Simplemente, Goliath ganó. Los Twins fueron despachados con facilidad en las Series Divisionales. Ya CC Sabathia apuntaba a erigirse como líder en el montículo, aunque Pettitte dio su particular visión en el Clásico de Otoño. A-Rod empezó a cañonear en busca de su primer anillo, y con paciencia dejaron a los «Halos» en la cuneta. El último escollo eran los actuales campeones, la más dificil de las tareas, y solo Cliff Lee fue capaz de ponerles en problemas. El miércoles noche, tras nueve años vagando por el desierto con varios fracasos en postemporada, dos Series Mundiales perdidas (2001 y 2003) y haber ganado el último campeonato de las Grandes Ligas ante los vecinos Mets en las famosas «Subway Series» en el año 2000, NY Yankees volvió a coronar el puesto más alto de la Major League Baseball.
Presupuesto desorbitado y odio garantizado
«Pasear un momento por el clubhouse te hacer ver lo diferente que es este equipo de todos, con todas esas estrellas de la televisión y el cine como novias de los jugadores«, escribe el columnista de Sports Illustrated Ben Reiter. Los Yankees son los Yankees, un circo y un equipo de béisbol. «Cuando era niño quería jugar al béisbol y unirme al circo. Jugando en los Yankees he conseguido ambas cosas«, fue la frase del jugador de los 70 Graig Nettles, que resume lo que rodea al equipo del Bronx. La familia Streibrenner se ha encargado de soltar los dólares, nuevo estadio incluido, sobre la mesa del General Manager Brian Cashman para hacer de esta galaxia de estrellas un equipo, siendo fieles a su política agresiva de agentes libres. » En el pasado teníamos una plantilla de jugadores que disfrutaban jugando, pero no los unos con los otros. La situación ha cambiado y por eso somos campeones«, comentaba Cashman ante los microfónos bajo la eterna pregunta si estas Series Mundiales las ha ganado el dinero. Y es que los Yankees tienen a tres de los cuatro jugadores mejores pagados de la MLB, Alex Rodríguez, CC Sabathia y Derek Jeter, incluso seis entre los veintitres primeros, los tres anteriores más Teixeira, A.J. Burnett y Rivera.
Es imposible no argumentar en el dinero la victoria en estas vigésimoséptimas Series Mundiales en una plantilla con un tope salarial de 206 millones de dólares, un 50% superior a la segunda en las Grandes Ligas. Pero también hay que recordar que la franquicia neoyorquina ha tenido el payroll más alto desde 2002 y no ha ganado ni un solo campeonato en esos años. El dinero es la principal razón de odio en la humanidad. Hacer equipos a base de plantar contratos desorbitados sobre agentes libres el pasado invierno como CC Sabathia, Mark Teixeira o A.J. Burnett ha levantado aún más quejas entre los aficionados al béisbol en Norteamérica. Un debate demasiado fatigado y desgastado como dice en el analista Joe Posnanski en «el mejor equipo que el dinero puede comprar». Mike Royko, un periodista del Chicago Tribune, describrió a la perfección hace unos años el sentimiento de muchos estadounidenses sobre el equipo más aclamado y despreciado del pasatiempo favorito de los norteamericanos: «Odiar a los Yankees es tan americano como la pizza, las madres solteras o estafar al impuesto sobre la renta». Para gustos hay colores y servidor está del lado de la aversión, mientras, los campeones disfrutan del triunfo por las calles de la Gran Manzana.