La temporada en la NBA acaba de empezar y ya tenemos las primeras noticias sobre este tema.
El Tanking es el término inglés por el que una franquicia de cualquier deporte de equipo en EEUU planifica un “roster” de bajo nivel, para competir peor ese año en la liga. Como bien es cierto no es dejarse ganar, pero que tu mejor pivot mida 2 metros ayuda. Normalmente este problema se ve más en la NBA que en cualquier otra competición. Las plantillas de la NBA son más cortas que las de Football, por ello es más eficaz.
Pero ¿por qué perder? Sencillo. La NBA se nutre del Draft de cada año, jugadores universitarios de todos los rincones de EEUU e incluso fuera de sus fronteras hacen cola para jugar en la mejor liga del mundo. Todos los años los equipos se refuerzan con estos jugadores jóvenes.
El caso de este año es flagrante. Casi todos los analistas de la NBA coinciden que el Draft del 2014 puede ser el mejor desde el de 2003. Está considerado como uno de los más talentosos de los últimos años. En el 2003 tenemos jugadores All-Star como Carmelo Anthony, LeBron James, Josh Howard, Chris Bosh, Maurice Williams y Dwyane Wade, además de jugadores como David West, Kirk Hinrich, Carlos Delfino, Leandro Barbosa.
Los jugadores del Draft del 2014 tienen todas las papeletas de ser referentes en sus equipos, de ahí que todos los equipos sin aspiraciones a ganar o meterse en Playoffs intenten “rankearlos”.
Andrew Wiggins, Julius Randle, Marcus Smart, Jabari Parker, Joel Embiid , Aaron Gordon, Chris Walker , son algunos de los nombres que pueden marcar un giro en cualquiera de las franquicias que los draften.
El caso de Andrew Wiggins es el más claro. Es el principal favorito a ser #1 en 2014. Un jugador que puede actuar en muchas posiciones. Ha preferido no saltar a la NBA directamente desde el instituto y jugará un año en la Universidad de Kansas. Muchos le comparan con LeBron James o Kevin Durant por su forma de jugar, y aunque no es tan potente físicamente como James su calidad técnica, su visión de juego y sus fundamentos son superiores al resto del Draft. Wiggins acaba de ser elegido el mejor atleta estadounidense no profesional del año.
Uno de los equipos en tela de juicio es Boston Celtics. Ha reformado por completo su plantilla y staff, bajando ostensiblemente su nivel de competición. Sus grandes estrellas se han marchado, Paul Pierce, Kevin Garnett y Jason Terry fueron traspasados a los Brooklyn Nets por Gerald Wallace y Kris Humphries, jugadores de menos nivel.
Danny Ainge, entrenador de los de Massachusetts, niega esto en rotundo, refiriéndose a Andrew Wiggins dijo en una entrevista a Sports Illustrated: “Si Kareem Abdul-Jabbar estuviese ahí para cambiar tu franquicia para siempre, o Tim Duncan fuera a cambiar tu franquicia durante 15 años… eso podría ser una historia diferente. No veo a ese jugador así”, añadió el ejecutivo de los Celtics. Aunque también argumentó: “Mientras camino por la ciudad, hay algunos que me dicen que no gane demasiados partidos”, señaló el presidente de operaciones de Boston. “Hay muchos aficionados que quieren que juguemos pensando en el Draft“.
No solo se vigila a Boston, equipos como los Sixers, Bucks, Jazz han dejado salir a sus estrellas sin reforzar la plantilla, y otros como Suns, Raptors, Kings no han firmado jugadores de mucho talento en la agencia libre.
En septiembre David Stern ya avisó a los Sixers «Eso es tan insignificante. Espero que los Sixers hagan una gran temporada y que no tengan la opción de conseguir el número 1 del Draft», deseaba el comisionado de la NBA apuntando a la clasificación para los playoffs de los de Philadelphia.
Con los números en la mano, Stern tiene razón. Aunque los 76ers fuesen los peores de la NBA esta temporada, hay muchas opciones de que el #1 no sea elegido por el comisionado, incluso la probabilidad de elegir a uno de los tres primeros no es demasiado grande, solo es del 35,7%.
Porque hay un componente de suerte a la hora de elegir al #1 del Draft en la NBA, ya que es por sorteo. No por ser el peor equipo del año tienes asegurado la primera elección del Draft siguiente. Aunque a muchos clubs les renta esta “idea” de competición.