Damas y caballeros, una nueva temporada de la WNBA ha llegado a su fin. Fueron varios meses de básquet femeninos sin interrupciones, donde pudimos ver dos frentes totalmente opuestos. La felicidad de algunos, y el fracaso de otros tantos. Ante todo, fue un año más de alegría para los organizadores, quienes ya llevan 17 años continuos progresando desde lo deportivo hasta lo comercial, dado que el marketing es cada vez más importante. Hoy, la liga femenina de básquetbol más importante del mundo tiene una nueva dinastía, se trata de Minnesota Lynx, últimas campeonas de la WNBA. Fue el segundo título en tres años para el equipo que dirige Cheryl Reeve y que esta comandado por Maya Moore, MVP de las finales 2013 y Seimone Augustus. Esa espina de haber perdido la final del 2012 ante el Sun, pareció ser la excusa perfecta para remediar esta temporada, conquistando un nuevo logro para la vitrina del Lynx. Un equipo compacto, sin errores y gran capacidad en ofensiva. Rebekkah Brunson, Monica Wright y Lindsay Whalen, contribuyeron para una inteligencia en cancha insuperable. La manera de haber bloqueado de las finales a McCoughtry, fue la mejor arma para ir encaminadas hacia el título. La joven Lindsey Moore, seleccionada en el draft, es una de las jóvenes promesas y por lo cual habrá que prestar atención en un futuro.
Atlanta Dream, sigue sin poder levantar el tan apreciado trofeo. El mérito de haber llegado a la final se lo debe en gran parte a la excelente campaña que tuvo Angel McCoughtry, máxima anotadora del equipo. Sacando el mal rendimiento en las finales, el progreso que tuvo la jugadora nacida en Maryland fue fundamental para estar en postemporada. La brasilera Erika de Souza contribuyó en asistencias y la joven Alex Bentley dio la sorpresa, por lo que habrá que seguirla de ahora en más. El futuro de Fred Williams parece indicar que seguirá una nueva temporada. Aunque la continuidad de McCoughtry está en duda, el entrenador parece tener una base bastante estable para el próximo año. Dentro de todo, no hubo reproche por la temporada, ya que desde las oficinas en Atlanta vieron un gran progreso e inesperado, tal como venía sucediendo. En principio, el gran favorito, el equipo que todos pusieron sus fichas. Sin embargo,
Phoenix Mercury decepcionó a todo el mundo desde lo deportivo hasta lo institucional. Fueron varios cambios bruscos en estos meses, el cambio de entrenador en medio de la temporada y la ausencia de joven promesa y primera selección del draft, Brittney Griner. Aunque logró darle la victoria ante las Sparks en las semifinales del oeste con ese doble en el último segundo, Mercury sufrió ante Lynx en las finales de conferencia y lo único que quedara de esa serie en los registros de la WNBA será el beso el beso a la mejilla de Diana Taurasi a Seimone Augustus.
Indiana Fever resucito en las últimas semanas. Las campeonas del 2012, tuvieron un comienzo muy malo en cuanto a resultados y, en gran medida, se lo debe a las lesiones que complicaron el plantel. Tamika Catchings supo lidiar con los problemas ofensivos del equipo y llevó a la postemporada, ocupando el último cupo en el este. La victoria ante las grandes favoritas, Chicago Sky, mantuvo la esperanza de volver a las finales. Pero, el momento era de Atlanta, quien le imposibilitó estar en una nueva definición de campeonato. Nuevamente, Indiana tendrá que progresar mucho en cuanto a nivel si desea tener nuevas aspiraciones en la liga. Al revés de muchos equipos,
Chicago Sky tuvo una magnifica temporada, pero una pésima participación en playoffs. Comandadas por la segunda selección del draft, Elena Delle Donne, quien se ganó e hizo los méritos para ser la novata del año, el equipo de la ciudad de los vientos tuvo una de las mejores ofensivas de la temporada. En cambio, la defensiva, a través de Sylvia Fowles, dan a pensar que el 2014 será el año de ellas, si no hay otro bajón de rendimiento como frente a Indiana.
Las Sparks, como otros equipos de los cuales venimos hablando bajó su rendimiento directamente en playoffs. Candace Parker, quien resulto ser la MVP del juego de las estrellas, tuvo una destacada participación en el pase a postemporada del equipo de Los Angeles, siempre con el aporte de Nneka Ogwumike y Kristi Toliver. Aunque la eliminación ante Phoenix dolió mucho más de lo que parece, Carol Ross no se aseguró su continuidad y estas semanas son determinantes para ver cuál es el futuro de la actual entrenadora.
Washington Mystics fue una de las revelaciones de la temporada. No solo la contratación del técnico más ganador de la WNBA ayudó, sino el plantel entre veteranas y novatas que tuvieron protagonismo hasta el final de los playoffs. Crystal Langhorne y Monique Currie les dieron experiencia a las nuevas jugadoras tales como Tayler Hill o Emma Meessema. Esto fue posible al gran cambio que produjo Mike Thibault desde su llegada a D.C. Ante eso, las expectativas de lograr el título en 2014 son muy altas y el trabajo del ex Houston Comets ha comenzado de cara a una nueva faceta como entrenador exitoso.
En un año basado en lesiones, Seattle Storm se llevó la peor parte de la liga, por lo que uno suponía ser una temporada negativa. Sin embargo, la veteranía de algunas de sus jugadoras, Tanisha Wright y Camille Little, le dieron un pase más a playoffs, el décimo de forma consecutiva. Ante la ausencia de Sue Bird y Lauren Jackson, la tormenta apuesta directamente al 2014 en lo podría ser un año positivo para ellas. Pero el momento más emotivo del equipo y de los aficionados se lo damos a la despedida de la jugadora con más temporadas en la WNBA, 17, Tina Thompson. Es la máxima anotadora de todos los tiempos y fue la primera selección del draft, allá cuando la liga comenzaba su camino hacia el éxito.
Desde el primer momento, Tulsa Shock no era un equipo a seguir si se pensaba en playoffs. La apuesta a un trabajo a largo plazo daba indicios que sería otra temporada negativa en cuanto a números, tal como sucedió. Las nuevas jugadoras Skylar Diggins, tercera selección del draft, y Gloria Johnson, se han fortalecido y esperan que para el próximo año puedan estar a la alturas de las circunstancias. Otro párrafo y aparte se merece, Riquna Williams. La jugadora de Tulsa escribió una nueva página en la historia de la WNBA. Es que el 8 de septiembre, ante San Antonio, la escolta logro anotar 51 puntos, estableciendo una nueva marca en conversiones en un partido dado que Diana Taurasi (en 2006) y Lauren Jackson (en 2007) lograron 47 puntos cada una.
Las expectativas en Nueva York de estar en postemporada eran una materia pendiente en la institución de la gran manzana. La contratación como jefe de entrenador de Bill Laimbeer hacían pensar en una recuperación de nivel. Sin embargo, fue todo decepción para el Liberty quien no logró pasar a playoffs y agravó una nueva crisis en el plantel. Con más de 15 temporadas en la WNBA, Katie Smith fue la apuesta del chico malo de Detroit, quien apostó a toda su intensidad para poder estar a las alturas de los mejores equipos en el este. Ahora, luego del retiro de la segunda máxima anotadora de todos los tiempos, se vendrá una nueva camada de jugadoras si NY quiere revertir este pésimo momento en la liga.
San Antonio Silver Stars fue uno de los peores equipos de la temporada. Las lesiones de Becky Hammon y Sophia Young le jugaron una mala pasada, por lo que debieron apostar a jugadoras con muy pocos minutos. Mucha rotación y falta de actitud, el equipo de Texas tiene que reimplantarse los objetivos y tratar de tener una gran selección en el Draft del 2014. Danielle Robinson y Jia Perkins tuvieron una destacada actuación, y por última información se sabe que ambas se quedaran un par de temporadas.
Connecticut Sun culmino último en el este, luego de haber estado en las finales en 2012. Aunque fue una grata sorpresa verlas en la cola de la conferencia, este pésimo rendimiento es una apuesta fuerte para llegar al año que viene. Tina Charles tuvo que prácticamente trabajar sola, luego de tener una destacada actuación promediando 18 puntos por partido y por ser embajadora de su ciudad en el juego de las estrellas.