En general, los deportes al otro lado del Atlántico no se caracterizan por polémicas habitualmente, salvo los embrollos que están sucediendo hoy día en la NFL con los árbitros de reemplazo, alguna acción en baseball que perjudicó a un equipo (recordemos el casi perfecto de Armando Galarraga con Detroit Tigers en 2010), algún partido con mal arbitraje en baloncesto o hockey, pero lejos de lo habitual en el deporte europeo, aunque en tema dopaje sí se ha creado polémica habitualmente en las ligas profesionales norteamericanas desde la década de los 90.
Aún así, en determinados momentos, la historia de estos deportes han dejado partidos importantes con la sensación que hubo algo detrás de backstage, muchos fans y especialmente los perjudicados sienten o sintieron en esos momentos que hay razones para pensar que no fueron errores arbitrales casuales, o que determinada elección en el draft fue preparada para que fuera a determinada franquicia, temas de dopaje, etc. Este artículo se centrará en un momento dejado para la historia en el que las sospechas y el posterior análisis de algún intrépido periodista ha dejado la sensación que se preparó todo detrás para que ocurriera tal cómo ocurrió, desde un partido de playoffs, alguna Super Bowl etc.
El mom