Tercer partido de las finales de Stanley Cup.
Boston 8-1 Vancouver
Sin piedad. Los Bruins fueron un rodillo en dos tercios del partido (segundo y tercer periodo) en la vuelta de un choque de Stanley Cup a Boston después de 21 años. No fue un partido perfecto porque en los primeros veinte minutos algunos saves de Tim Thomas y un powerplay de cinco minutos desaprovechado (una vez más) por los locales tras un duro golpe a Nathan Horton (quien se retiró en camilla) hacía presagiar un encuentro más igualado. Pero el comienzo del segundo cuarto fue clave, a partir de los once segundos se desató el festival en el TD Banknorth.
El tanto de Ference abría la lata, después llegaron tres goles más en el segundo periodo y cuatro en el último. Entre esos ocho encajados por Luongo (tercera vez en su carrera que recibe tal cantidad) llegaron dos en superioridad numérica; unos Canucks que llegó ya un momento que bajaron los brazos con varios turnovers y superioridades de los Bruins en el ataque incluso en el 5 contra 5. Las series se ponen 2-1 a favor de Vancouver y el cuarto partido es el miércoles en Boston.