Acudir a un partido de la NFL es una de las experiencias deportivas más caras que hay. Entre el ticket del partido, el aparcamiento, la/s reglamentaria/s comida/s y demás asuntos, teniendo en cuenta el incremento de todos los precios durante las últimas dos décadas, el tema está bastante por las nubes. Obviamente además del factor de la inflación entran otros como el tener que solucionar los costes de los nuevos estadios.
Hagámos una simulación: 4 entradas de precio medio, 2 cervezas de tamaño pequeño, 4 refrescos de tamaño pequeño, 4 perritos calientes, aparcamiento para un coche, 2 programas del partido y 2 gorras de adulto salen por un total que sobrepasa los $400. Eso solo por un día. Hablámos de media de precios, porque no es lo mismo comprar algo en el nuevo Meadowlands, donde se han quejado por unos precios que tienen que costear la millonada del estadio, que en Jacksonville. Tickets, $74.99 cada uno; parking, $24,13; gorra, $15,69; cerveza, $6,80; programa, $4,53; perrito, $4,40; y bebida, $4,09. La diferencia con hace veinte años es bestial. Dos décadas atrás el montante simulado salía por $150: el parking estaba en torno a $6 y el refresco y la cerveza costaban menos de la mitad.
Como hemos señalado, el precio medio de tickets en la NFL es de $74.99; son nuevas cifras teniendo en cuenta el porcentaje subido por 18 franquicias esta temporada. Sin embargo, hay alguna que otra ganga de la que poder disfrutar: en Cincinnati venden la cerveza más barata de los estadios NFL ($5), en Buffalo tienen la media de tickets más baja ($51,24) aunque no es mala opción de irse a Jacksonville, Cleveland o Tennessee, con precios por debajo de $60, pero si quieres ir a Dallas prepara los dólares ($160 de media), en Minnesota tienen los perritos más baratos ($3), en Arizona es más barato aparcar ($10), y en San Francisco ofrecen los refrescos más baratos ($2,50).